107: Profesor (Parte 22)

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Sentada en un viejo sofá, fumando un cigarrillo se encontraba Karol, la única mujer de la pandilla de Mariano, la mujer soltaba humo por la boca mientras miraba detenidamente el techo del pequeño cuarto, no podía pensar en otra cosa que no fueran sus sentimientos hacia su líder, sentimientos qué mantenía vivos desde la primera vez que le conoció.

Ella siempre se consideró una mujer distinta a las demás, le gustaba la adrenalina y los chicos problemáticos, por ello cuando Mariano le ofreció unirse a la pandilla, acepto con tu gusto, además de tener la esperanza de que en algún momento algo podría haber sucedido entre ambos.

Aunque para su infortunio, no fue así.

Podía recordar las primeras veces que vio a aquel quien consideraba su rival amoroso y el culpable de que Mariano nunca fuese capaz de mirarle a ella.

Toni era un chico miedoso y frágil el cual era usado como saco de boxeo por sus otros compañeros, fuera de su cara bonita, no veía más cualidades del rubio, siempre iba por el colegio con la cabeza baja y asustándose hasta por el más mínimo ruido a su alrededor. Podría decirse qué era el tipo de persona que los chicos adoraban fastidiar, en especial porque sabían perfectamente que el rubio se callaría por completo.

A pesar de las circunstancias, ese chico terminó captando la atención del hombre al qué Karol amaba, aquello fue algo que cambió completamente las cosas y sobretodo fue el detonante para que aquella mujer que siempre se había mostrado indiferente hacia Toni comenzara a prestarle más atención... Y para su mala fortuna, no fue de una buena manera.

Karol aún podía recordar como su sangre hervía ante la imagen de su amado Mariano presentándoles a todos al miserable aquel como su nuevo novio y como ordenaba a todos los presentes a dejar de molestarlo.

¿Por qué? ¿Qué hizo para merecerte?

La chica apretaba los puños mientras veía como cada día, Mariano traía a ese chico a su casa, día tras día el pelinegro se jactaba de lo afortunado qué era de poder tener a Toni como su pareja, el como el rubio era hermoso y sumiso.

¿Te estás burlando de mi?

La calma dio fin el día en que ella se dio cuenta de que Toni había pasado la noche en casa de Mariano, ella no podía creerlo, el hombre por el qué había pasado años esperando, se acostó con un tipo que era inferior a ella en todo sentido. Eso bastó para que explotara y tuviera una discusión con Mariano cuando este regresó después de haber llevado al rubio a su casa.

— No entiendo la razón de tus reclamos — pronunció tan tranquilo el hombre, ignorando a la mujer que lloraba de rabia

— ¡¿Qué es lo que significo para ti?! ¡Dímelo! — la mujer secaba sus lágrimas sin dejar de seguir los pasos del tipo

— ¿Qué significas? Pues que eres mi amiga y colega

— ¡¿Solamente eso?!

— ¿Qué es lo que esperabas? — el hombre sacó una cerveza del refrigerador — yo siempre he sido honesto contigo, no recuerdo haberte dado esperanzas de nada

— ¡Deja de burlarte de mi! ¡¿Qué tiene de bueno el niño ese?! — la mujer se llevó la mano al pecho — ¿P-por qué el pudo tenerte y yo no?

— Porque no es como tú, es así de simple

— ¿Qué quieres decir? — pronunció en voz baja mientras secaba nuevamente sus lágrimas

— Hay hombres que no nos gustan qué las mujeres nos persigan todo el tiempo... Prefiero ser yo el que persiga, es más satisfactorio encontrar un fruto prohibido y robarlo por todos los medios — el hombre mostró una sonrisa — con cada bocado qué tomes de él, su sabor se vuelve más placentero

— ¿Tan bueno es él? — la mujer detuvo sus lágrimas cambiando a una expresión más fría

— Es lo más delicioso qué he probado en mi vida

— Ya veo... Me pregunto si realmente es así

— Dejemos esto así ¿Quieres? Tengo resaca y me es insoportable seguir escuchando tus reclamos

— Esta bien... Lo entiendo

La mujer miró al hombre marcharse dejándola atrás, ella comenzó a jugar con sus cabellos mientras observaba su propio reflejo en las vitrinas de la cocina, su garganta dolía y sus ojos se habían tornado rojizos, se veía demacrada producto del estrés y la falta de sueño qué tuvo desde que inició aquella relación. Finalmente una sonrisa se formó en sus labios, ella ya sabía lo que tenía que hacer para lidiar con el estrés.

Véamos qué tan bueno eres

Todo comenzó cuando Toni yacia sentado en una pequeña banca del colegio, su mente estaba en otro mundo mientras frotaba sus manos por el frío qué hacia, solamente pudo reaccionar cuando sintió un chorro de líquido caliente caer en su cabeza y esparcirse por su cuerpo seguido de un fuerte aroma a café. El rubio se levantó de inmediato por el dolor que le causaba aquello, encontrándose con una Karol la cual le miraba de una forma maliciosa.

— Parecías tener frío... Así que te traje un café caliente — la mujer arrugó el vaso de cartón y lo arrojó al piso — qué desperdicio... Al menos puedes lamerlo del suelo como el buen perro qué eres

— ¿Qué está haciendo? — Toni le miraba con temor, no entendía a que venía eso si se suponía qué todo ya se encontraba bien

— ¿Por qué no le haces un favor al mundo y te mueres? — la chica le tomó de la camisa acercándolo hacia ella — me das asco

La mujer le soltó y procedió a marcharse del lugar, el rubio aun sin saber lo que había ocurrido, fue de inmediato al baño donde pudo enjuagarse la cabeza, su piel seguía sintiendo dolor y su ropa olía a café, tal como temía, su situación no hacía más que empeorar. No hallaba justificación para la agresión de la chica pero es que en un principio la violencia a él por parte de la pandilla nunca lo tuvo, lo único que sabía era qué no podía decirle a Mariano y que quizás debería prepararse para lo que vendría.

Tal como el rubio lo sospechaba, los días siguientes estuvieron infundados por el miedo nuevamente, una mujer que lo miraba con absoluto desprecio le estaba haciendo la vida imposible, después de lo del café vinieron cosas como empujones cada vez que se encontraban por los pasillos, más rayones en su mesa y silla del aula, rayones hechos con navajas llamándole por cosas como “perra” “prostituta” y cosas parecidas, incluso podía llegar a encontrar basura regada y como cereza del pastel, alfileres, chinchetas y demás objetos pequeños afilados, evidentemente con la intención de lastimarle.

En una ocasión Toni se encontró con que su número de teléfono había sido escrito en los baños masculinos con un mensaje donde se decía que aquel era un número de una zorra fácil que adoraba revolcarse con hombres a cambio de dinero, eso causó qué el rubio recibiera llamadas y mensajes de tipos diciendo cosas asquerosas, no tuvo más remedio qué cambiar de número.

Quizás lo que más impacto tuvo en su momento, fue cuando aquella mujer ideó un plan para hacer correr rumores del rubio en el colegio, rumores los cuales llegarían a los oídos de Mariano, cuando eso sucedió fue la primera vez que Toni tuvo problemas con él, fue la primera vez que el rubio pudo conocer el lado más peligroso del hombre y cuan controlador podía llegar a ser.

Continuará...

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⏰ Última actualización: Oct 22, 2023 ⏰

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