79: Profesor (Parte 18)

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Toni balanceaba su lápiz entre sus dedos, una pequeña actividad para alivianar el aburrimiento, ciertamente había sido un día muy tranquilo y sin gran cosa que le entusiasme... Bueno más aparte de su pareja, el joven levantó un poco la mirada hacia el frente escuchando las clases dadas por su profesor, por un momento hizo contacto visual con aquellos ojos de color marrones, esa pequeñe gesto provocó que un rubor adornara las mejillas del italiano, quien de inmediato bajó la mirada para disimular.

El profesor por su lado se acomodó sus lentes y sonrió levemente para enseguida devolver la mirada al libro que sostenía, era bastante entrenido el poder observar a su pareja sonrojarse y el recordar aquellas cosas que ocurrían en su privacidad.

Aquella noche que pasaron juntos había sido espectacular, entre risas y coqueteos habian cocinado algo juntos, los roces y pequeñas atenciones que tuvieron el uno al otro durante esa cena fue tan lindo, los sentimientos tenían la misma intensidad como aquellas ilusiones que se obtenían durante el primer amor, un amor inocente y con tantas esperanzas de que ojalá llegar a ser eterno.

Las clases continuaron con su ritmo normal, algo tranquilo y por momentos se tornaba ruidoso por las pequeñas discusiones entre Salinas, José y Carlo quienes aún continuaban molestandole repetidas veces con comentarios sarcásticos y retandole por cualquier tontería.

El sonido del timbre se escuchó al marcar la hora del receso, José y Carlo salieron de inmediato pues querían aprovechar el tiempo para vender más mercancía, estaban algo cortos de efectivo así que debían darse prisa y aprovechar que tenían un módulo libre después del receso, cosa la cual Toni quería emplear para salir del colegio y comprar algo en una cafeteria de fuera, estaba un poco cansado de comer lo que vendían en el colegio, además podría reunirse con su profesor en ese lugar.

- Por supuesto Toni - respondió el pelinegro ante la propuesta del rubio - solo tengo primero que llevar mis cosas al salón que sigue

- Entonces puedo esperarte en el lugar al que iré, ya sabes cual restaurante

- ¿Estás seguro de eso? No me gustaría que tengas que esperar demasiado

- No pasa nada, descuida haz lo que tengas que hacer y te veo ahí

- Si tu lo dices...

Toni le brindó un beso a su pareja, seguido de ello salió corriendo alegremente del lugar, estaba contentísimo con su relación, su alegría era tan grande que podría hacerla conocer sin necesidad de gritarla a los cuatro vientos.

“No hay más tristeza, no hay más dolor, todo va a estar bien... Todo va estar bien”

El joven cruzaba la salida, dejando atrás el bullicio de alumnos que cruzaban el patio del colegio, las calles al exterior parecían vacías, tenía sentido pues a esas horas el tránsito disminuye drásticamente, por lo cual el rubio podía caminar tranquilamente por el lugar.

Al ver que se aproximaba a una esquina, sacó su teléfono para avisar a Carlo que saldría por un rato, con el fin de que no le interrumpa con llamadas y mensajes cuando estuviese en pleno desayuno con su pareja.

Tras enviar el mensaje, guardó nuevamente el teléfono en su bolsillo, no obstante al dar tan sólo un paso más, una mano le sujetó del brazo y un objeto punzante le hacía suave presión por la espalda baja. Toni se quedó inmóvil, un escalofrío le recorrió la espalda, sabía que eso no era un simple intento de asalto, era evidente que le estaban buscando a él.

- Camina - habló el hombre al dar un empujón al rubio

Ambos caminaron hasta llegar a la esquina, dejando ver que había un vehículo estacionado, el vehículo de Mariano.

Corrupción (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora