30: Alianza (Parte 2)

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En el balcón de una pequeña casa al lado de una playa yacía sentado un joven de cabellos rubios, estos se mecían ligeramente por la brisa que golpeaba su rostro insistentemente, sus manos sujetaban un teléfono móvil el cuál sonaba sin parar, el chico ni tenía deseos de contestar la llamada, no quería discutir nuevamente con aquella persona que llamaba.

Un par de pasos se hicieron escuchar acompañados del rechinar del piso de madera, el rubio giró la cabeza notando de que se trataba de su fiel amigo, un hombre de tez morena, cabello grisáceo y varios accesorios de oro.

— Ya he llegado — soltó el hombre para enseguida ir donde el rubio

— José ¿Qué tal?

— Pues ni tan mal... Fui con Hai y los otros a la reunión, se habló del tema, tuvieron que alejar a tu hermano de dicha reunión para que no... Bueno ya sabes

— Supongo que aceptaron la propuesta... Carlo no para de llamarme al teléfono

— Debe seguir enojado, cuando Hai le informó del resultado simplemente se marchó

— Dios entonces sí que lo está... Es sólo que no entiende que esto es por el bien de la familia

— ¿No crees que esto es muy precipitado?

— Es necesario... José necesitamos un lugar fijo en el que podamos comenzar de cero, los Santos es el lugar donde podemos pescar cosas gordas algo me lo dice

— Bueno no sé tu pero... Veo muy difícil que tu hermano acepte que te sacrifiques y te comprometas con alguien a quien no conoces

— Si son mafiosos tendrán el mismo calibre que nosotros no me preocupa tanto eso, él ya lo aceptará tarde o temprano, es mi decisión y es todo

— Tú siempre me halagas hablando sobre mi lealtad hacia ti y tu hermano, pero yo también puedo reconocer que eres un buen jefe — dicho esto el hombre se recargó del barandal apreciando las vistas del mar — es decir, siempre piensas por tu familia antes que por ti mismo... No cualquier jefe haría lo mismo

— Es sólo que cuando una persona realmente se muestra honesta y respetuosa... Bueno ya sabes, tengo que admitirlo claramente y demostrarle mi gratitud

José sacó una cajetilla de cigarros para proceder a invitarle al rubio a tomar uno, Toni aceptó el cigarro y procedió a encenderlo, se colocó el objeto en sus labios y dio una fuerte calada para segundos después soltar el humo en el aire.

Toni no hablaba de ello, pero en realidad habían muchas cosas en su cabeza, según lo que dijo José, la otra mafia dio su aprobación para llevar a cabo el compromiso, básicamente Toni sería el medio por el cual su familia podría entablar una relación próspera con la otra familia de aquellas tierras.

Iba a casarse con alguien a quien no conoce, iba a pasar el resto de su vida en la cama de alguien a quien no ama pero ¿Qué más da? La persona por la que verdaderamente sintió algo, no se encontraba junto él, no había razón para esperar por alguien quien nunca vendría... Así que entonces todo está bien, no había nada más que pensar, aceptaba en su totalidad ese destino, lo haría por la familia, por el negocio, por el sueño que tenía junto a su hermano de ser alguien que deje huella en el mundo.

Todo estaba bien... Toni miró una última vez al cielo el cual comenzaba a tener tonos naranjas y rosas pues el atardecer estaba llegando.

— José ¿Sabes el nombre de quien será mi esposo?

— Un tal... Wilson supongo

— ¿Cómo que supones?

— No quisieron decir su verdadero nombre, no hasta que ustedes se encuentren... Así que simplemente nos dijeron que le llamáramos de esa manera... Tampoco vino con ellos, al parecer es una pieza importante en su organización, quizás no es jefe pero... Al menos desde mi punto de vista, hablaban como si ese sujeto fuera muy valioso para ellos

— Ya veo... Espero conocerlo pronto

— Lo harás, Hai dijo que en la próxima reunión, ustedes van a conocerse

— Wow eso fue rápido...

La conversación fue interrumpida por el sonido de la puerta siendo abierta violentamente, Carlo el hermano menor de Toni había llegado y su humor no era muy agradable que digamos.

— ¡Toni!

— Carlo...

— ¡¿Por qué hiciste eso?!

— Calma Carlo esto no es-

— Toni ¿Qué demonios haces ofreciéndote para casarte con quien sabe quién cojones?

— Es mi decisión Carlo

El chico se acercó hacia el de mayor edad y le sujetó de los hombros.

— Recapacita, aún estás a tiempo, no tienes que sacrificarte por ellos

— Carlo... De verdad es mi decisión y como sé cual es tu carácter, te adelanto que nadie me obligó a hacerlo, fue mi total deseo tomar este puesto

— Toni... ¿Salinas tiene que ver en esto? Me refiero si su decisión de haberse quedado fue lo que te incentivó a hacer esto ¿Quieres olvidarlo casándote con otro? ¿Es eso?

— Deja a Salinas en paz, el tiene derecho a buscar la tranquilidad que merece... Yo sólo estoy dejándole cumplir con ese deseo

— No entiendo nada de lo que haces Toni, te lo digo de verdad

— Esas cosas... Uno las hace por amor, algún día lo comprenderás, te enamorarás de una persona, ese amor tan puro que... Bueno deseas lo mejor del mundo para esa persona, quieres verla feliz y es lo único que importa, yo estoy haciendo justo eso, le dejo marcharse porque lo amo, porque sé que con nosotros no logrará esa tranquilidad que necesita, yo además de amarlo a él también tengo amor por nuestra familia, por todo lo que habíamos logrado — dicho esto el joven tomó con sus manos el rostro de su hermano menor — Carlo por favor permíteme demostrar que soy alguien capaz de ver por el bienestar de nuestra familia

— Pero es que no es necesario que se haga esto

— El hecho que yo me case, no va a cambiar nada en nuestra relación, tenemos un lazo muy fuerte, tenemos la misma sangre italiana corriendo por nuestras venas, somos un equipo ¿No?

— Yo... Lo pensaré, pero más le vale a ese hijo de puta que no te ponga una mano encima que yo mismo hago trizas ese puto arreglo

José quien había presenciado toda esa escena, tan solo sonrió, pues realmente admiraba la capacidad que Toni tenía de tranquilizar a Carlo quien ya de por sí solía ser muy conflictivo e imposible de hacerlo desistir, José había acudido a la dichosa reunión esa mañana, en ella se habló más a fondo sobre el compromiso, dejando ver que en efecto ambas partes iban a ceder a una persona de alto valor para sus respectivas organizaciones, si todo salía bien, The Union les ayudaría a llegar y tener un lugar seguro en la ciudad de los Santos, donde ya dejarían de esconderse y comenzarían a mover cosas, pues estaban seguros que las pirulas tendrían mucho más éxito en ese lugar de lo que tuvo antes en Marbella.

Continuará...

Corrupción (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora