72: Profesor (Parte 17)

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En aquellos momentos solo podía callar y obedecer, dejar que el tocara y besara lo que quisiera, dejar que el me tomara sin siquiera detenerse a preguntar si era realmente lo que yo quería... Es una tortura indescriptible, el que solo puedas cerrar los ojos y esperar que todo termine.

Sentirse como un objeto en lugar de una persona ¿Qué tan desgraciado debía ser para que Dios estuviese satisfecho? ¿Que tan pisoteada debería estar mi dignidad como persona para que finalmente pudiese descansar? No quiero esto... No quiero que me toques, no quiero que lo hagas diciendo que me amas, porque en realidad tú no me amas... De eso estoy seguro.

El rubio se encontraba en el interior de su habitación, encerrado con su soledad como acostumbraba, no tenía ganas de hacer nada, ni siquiera de cosas importantes como alimentarse correctamente o hacer sus deberes, simplemente las cosas eran tan desgarradoras que la motivación para seguir adelante era cada vez más y más escasa.

No quería preocupar a su hermano, por ello prefería ocultar todo signo de su dolor, de su sufrimiento, Mariano estaba más apegado a él, las llamadas pidiendo que viniese con él, siempre estaban a la orden del día, ya ni siquiera recordaba la cantidad de veces que tuvo que acostarse con él, Toni detestaba hacerlo, pero no buscaba alternativa de negarse, su miedo era más poderoso que las ganas de defender su integridad como ser humano.

El ambiente en el que Mariano estaba envuelto era muy desagradable para Toni, esas fiestas de pandillas, el poco cuidado que tienen al ingerir sustancias o pasarse con el alcohol, daba como resultado situaciones de las que Toni quería huir inmediatamente.

Los meses iban pasando nuevamente, sin darse cuenta el curso escolar había finalizado, fueron meses complicados para Toni, el tiempo junto a Mariano fue lo más desastroso que había podido tener y lo que más recuerdos amargos albergaban en su mente. La celebración del cierre de curso se llevaría a cabo en cuestión de unos días, finalmente Toni podría ingresar a lo que sería su último año, sólo deseaba no haber bajado tanto sus calificaciones como había resultado esa vez.

El teléfono del rubio comenzó a sonar alertandole de inmediato, su momento de tranquilidad había acabado, con una expresión de total agonía tomó el teléfono y respondió a la llamada.

- Mariano... ¿Qué necesitas?

- Toni estoy a una esquina de tu casa... Ven ya

- ¿Qué es lo que tienes en mente?

- Pasar un rato juntos... No lo sé, tenía ganas de verte y bueno hacer cosas contigo

- Ya veo... Iré en breves

- De acuerdo cariño

Toni se levantó del suelo, buscando algo de ropa que ponerse para la salida, no quería ir allí pero ni había de otra, últimamente las cosas tomaban ese curso, llamadas de la nada, supuestas pláticas desinteresadas, que al final acaban por un encuentro dentro de alguna habitación de un motel, el único consuelo para Toni era el saber que al menos tendría las vacaciones después de haber salido del curso, tenía la esperanza que de alguna manera al iniciar su último año, algo milagroso ocurriese y le sacara de todo ese maldito infierno.
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Toni abrió los ojos lentamente, se encontraba recostado en la cama y a su lado estaba Raúl, quien le acariciaba suavemente la cabeza, una sonrisa salió de los labios del rubio, había recordado que se había entregado al hombre que tanto amaba, esa sería una memoria inolvidable, un recuerdo que atesoraria con mucho cariño.

- ¿Dormiste bien? - cuestionó el pelinegro sonriendo levemente

- Si, estoy bien... ¿Qué hora es?

- Ya es prácticamente de noche

- ¿De verdad? Dios... Creo que debo mandarle un mensaje a Carlos sobre que me atrasé

- Es tarde ¿Por qué no mejor te quedas a pasar la noche aquí y le dices a él que te quedarás en casa de un amigo?

- Puede ser... Le diré que estoy con Volkov, seguramente eso sonará más creíble

- Bien, así estaremos juntos un poco más

Toni dejó salir una risa, sujetando con sus manos el móvil, mandó los mensajes de texto a su hermano, inventando que simplemente surgió un encuentro con su amigo y que por ello se quedaría a pasar la noche con él, Toni no tenía planeado decirle a Carlo sobre su relación con Salinas, no había manera de hacer tal cosa, después de todo, a Carlo seguía cayéndole mal su profesor, sería desastroso el contarle que ese sujeto del que tanto se quejaba, era la pareja de su hermano.

Una vez envió el mensaje, soltó el teléfono en la cama y abrazó a su pareja fuertemente, estaba muy contento de tan solo recordar el hecho de haber intimado con Raúl, la sonrisa de Toni era incontenible, por más que supiese que en efecto aquello había sucedido, su mente aún no lo podía creer.

Raúl sonrió al ver aquella mirada tan angelical, era imposible que su corazón no se derritiese ante tanta belleza por parte del chico, se veía tan tierno, como si fuese un pequeño gatito que se acurruca contra el y frota tan dulcemente su rostro contra el suyo.

- Raúl... Es el mejor día de mi vida

- Pues no será el único... Créeme que dedicaré los días de mi vida para hacerte feliz

- Y lo harás... Solo tú puedes hacerme sentir tan bendecido, te amo... Te amo demasiado Raúl

- Yo también, ahora mismo no puedo imaginar una vida sin ti, no sabría que hacer sin la dulce luz de esperanza que eres para mí, te adoro mi amor

Raúl tomó sus sábanas y se arropo junto a su pareja, tal vez descansarían un poco más y después se levantarían para preparar juntos algo de comer, una cena en pareja sería una buena manera de terminar con el día.

Por otro lado, Mariano se encontraba a la cercanía de la casa de Toni, estaba fumando un cigarrillo mientras mantenía la vista fija a la residencia, había pasado el tiempo sin saber nada de su “pareja”

Las cenizas de su cigarro cayeron al suelo, dejando ver la pequeña luz naranja del fuego, había permanecido un rato de pie en ese lugar, esperando ver señales de Toni, el verle salir en algún momento o algo así, Mariano estaba desesperado, necesitaba tener al joven a su lado nuevamente, quería tocarle, besarle y tomarle nuevamente.

Lo deseaba demasiado, tanto que decidió regresar a Marbella en cuanto las cosas se tranquilizaban, había regresado con el único propósito de tomar lo que según él, le pertenecía y llevar a cabo aquellos planes de su futuro que había tenido que posponer, Toni debía estar a su lado, él se lo había prometido en su día y tenía todas las intenciones de hacer realidad aquello.

Finalmente Mariano dejó caer el cigarro y lo pisoteó al instante, su mirada de fastidio era muy evidente, colocó sus manos en sus bolsillos del pantalón y caminó hasta llegar a su vehículo que estaba apartado del lugar, al parecer no tuvo suerte ese día, pero eso no significaba que no lograría tener éxito en otra ocasión.

“Toni... Te extrañé tanto”

Continuará...

Corrupción (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora