Corrupción (En Corrección)

27: Profesor (Parte 5)

Carlo se encontraba junto a José, ambos estaban vendiendo algunas "golosinas" por los pasillos del colegio, tenían que admitir que aquel negocio estaba yendo bastante bien, aquello había comenzado como un simple experimento para conseguir algo de plata extra, no obstante al final resultó algo mucho más rentable que cualquier empleo que unos jóvenes a su edad podrían conseguir.

No había temor de ser atrapados puesto que nadie se atrevería a delatarles, por alguna razón había como una especie de pacto entre los alumnos de callarse absolutamente todo lo que presenciaran, al parecer lo que menos deseaban era entrometerse en algún lío gordo.

Carlo pensaba y pensaba mientras caminaba, el tema de su hermano realmente le causaba preocupación ¿Cómo no hacerlo? Si durante ese lapso de tiempo la actitud del joven había cambiado drásticamente, en aquel tiempo su sonrisa había desaparecido, sus ojos no tenían el mismo brillo que tanto le caracterizaba, su rebeldía se había esfumado y parecía una especie de cachorrito tembloroso, se la pasaba encerrado en su cuarto y cuando salía, era aún más extraño pues no avisaba a nadie, simplemente se escapaba y aparecía a altas horas de la noche.

Casi no comía, ni quería realizar ninguna de sus actividades que en algún tiempo atrás eran su máxima diversión, Carlo había notado aquello en su tiempo, sin embargo nunca se detuvo ciertamente para averiguar ¿Qué demonios estaba sucediendo?

En su presente se arrepentía profundamente de ello, pues consideraba que el pudo haber hecho algo al respecto y aunque aparentemente sea lo que sea que sucedió, hoy en día estaba solucionado... Simplemente Toni nunca volvió a ser el mismo de antes, se le veía más obediente, más temeroso de las represalias de cualquier cosa incluso si estas eran una tontería, se distraía con mucha facilidad o con frecuencia se hallaba perdido en sus pensamientos y sobre todo siendo completamente cercano al jodido Salinas.

Carlo creía fielmente que ese hijo de puta debería saber algo pero ¿Cómo preguntarle? Estaba seguro de que sí le preguntaba a ese viejo verde, este no le diría la verdad. Finalmente Carlo suspiró con pesadez y susurró a su amigo José que regresaran al aula.

Al llegar, como de costumbre el rubio tan sólo seguía trazando garabatos en su libreta, mientras escuchaba música a todo volumen, Carlo frunció el ceño ante ello, ese no era su hermano... El Toni de antes estaría junto a ellos riendo, haciendo bromas o peleándose con otros... Pero nunca de la forma en que actuaba ahora siempre refugiándose dentro del salón de clases ¿Por qué? ¿A qué le tiene tanto miedo?

Después de un rato en el que Carlo continuó hablando con José sobre lo que opinaba al respecto, uno de sus compañeros de clases informó que habría una pequeña conferencia en el salón audiovisual del colegio, por ello debían ir inmediatamente, José sonrió inmediatamente, para enseguida hacerle la propuesta a Carlo.

Si iba a haber una conferencia, lo más probable era que otros grupos también serían convocados en el lugar, por ende varios salones estarían desocupados y sería una buena oportunidad para ir revisando y descartando aulas.

Carlo se emocionó ante la idea, aprovecharon precisamente la tan hablada obediencia de Toni y que este fuese de inmediato junto a los demás compañeros al lugar, para poner en marcha el plan sin ningún problema de por medio.

Al ir caminando por los pasillos ya vacíos, Carlo pensaba ¿Qué es exactamente lo que está buscando? Volkov no quiso dar pistas al respecto, Carlo lo entendía hasta cierto punto pues a ese sujeto se le veía muy correcto y por ende respetuoso con la privacidad de Toni.

Aún así los ánimos del par de amigos no decayó y continuaban revisando uno a uno los salones, Carlo también aprovechaba y sacaba algo de dinero de las mochilas de los imbéciles que las dejaban en el salón de clases, de esa forma no estaría perdiendo tanto el tiempo.

Al no saber el salón exacto, lo que revisaban eran las hojas de horarios y listas de nombres que se encontraban pegados detrás de las puertas, puesto que al retirar la hoja actual, debajo de esta aún estaba pagada la del año anterior demostrando como todos eran tan vagos como para tomarse la molestia de despegar el horario antiguo, prefiriendo simplemente pegar el nuevo sobre el otro.

Su búsqueda continuó hasta que encontraron un aula ubicada al final de un pasillo, por alguna razón con sólo ver ese lugar sentían una sensación muy extraña, los jóvenes tuvieron que forzar la cerradura del aula, pues estaba cerrada, en realidad ese aula se encontraba sin usar.

Al ingresar y revisar el horario, se percataron de que efectivamente el nombre de Toni aparecía en la lista, por lo que se dispusieron a revisar todo en el lugar, los cajones, las estanterías y por último las mesas de los estudiantes.

- Carlo mira esto - habló José al pararse frente a una mesa la cual estaba apartada de las demás

- ¿Qué pasa? - Carlo se acercó a su amigo para ver aquello que el chico había descubierto

- Esta mesa es de Toni...

- ¿Qué coño es esto? - Carlo frunció el ceño al ver dicha mesa, sentía la sangre hervir, una ira incontrolable que iba en aumento a medida que miraba más y más aquella mesa de madera

"Hijos de Puta"
"¿Qué coño le han hecho a mi hermano?"

Toni por su lado se encontraba en el audiovisual, la conferencia había dado inicio, aunque no lograba ver a su hermano ni a José, tampoco le dio importancia pues sabía que ambos no eran mucho de querer escuchar a otras personas hablar y hablar, por lo tanto pensaba que ellos simplemente estaban perdiendo el tiempo por ahí.

El rubio miró hacia el frente, notó como a una esquina se encontraba su adorado su profesor observándolo desde ahí, Toni dejó salir una sonrisa ante la idea de que estaba siendo el centro de atención del hombre, Salinas al percatarse de que había sido descubierto, tan sólo sonrió y saludó con la mano, el profesor García quien se encontraba a su lado procedió a darle un codazo y reprenderle que prestará atención a la conferencia en lugar de estar mirando al rubio.

- Que amargado eres - pronunció Salinas en voz baja

- Sólo céntrate coño

- Si, si, ta' bien bonita la pinche conferencia

Salinas acomodó su corbata y traje, se sacudió el polvo y se apoyó contra la pared, estaba aburrido por la conferencia, pero al menos el ver a su alumno favorito siempre le traía buenos pensamientos, ese chico tan especial, al que apreciaba de una forma que no hacía por ningún otro.

García por su lado notaba claramente las miradas insistentes entre ellos dos, por un lado le parecía tierno que un hombre tan caótico y de mala fama como lo era Salinas tuviese alguien que realmente tuviese fe en él, pues prácticamente nadie solía tomarse el tiempo de conocerlo lo suficiente para darse cuenta de efectivamente Salinas era un buen sujeto pese a todas sus cagadas, García sonrió al ver como el rubio parecía muy contento y mandaba señales con sus manos al hombre a su lado, Salinas también contestaba con señas bastante divertido, a lo cual nuevamente García tuvo que regañarle, pues si todo muy bonito pero también tenía que tomar en cuenta que estaban en una conferencia seria, en fin ambos eran igual de tontitos.

Continuará...