75: Rosas (Parte 3)

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El omega se removió entre las sábanas, al abrir los ojos lanzó un suspiro pues cayó en cuenta de que su pareja dormía a un lado, Toni recordó que habían intimado la noche anterior, así que sin más, se levantó de la cama y con pasos lentos se dirigió a la ducha dispuesto a asearse de una vez por todas.

Una vez terminó con su rutina de aseo en el baño, regresó a su habitación dándose cuenta de que Hai ya estaba despierto.

- Te levantaste muy plonto ¿No clees? - habló el alfa mientras se frotaba los ojos

- Tengo cosas que hacer Hai - pronunció el rubio al abrir el closet y rebuscar entre sus prendas

- ¿Ah si? ¿Cómo que cosas?

- Iré de compras - respondió al tomar con sus manos un par de zapatos negros - y no sé, quizás vaya a dar un paseo

- ¿Solo?

- Desde luego

- ¿Pol qué no mejol te quedas en casa el día de hoy? Ya sabes... No me gusta que pases más tiempo fuela que en tu casa

- Estoy harto de quedarme encerrado aquí, siempre estoy aquí sin nada que hacer

- Ya veo, eles muy coltante ¿Sabes?

- Es solo que no me siento de tan buen humor Hai

- No, más bien siemple eles así, es como hablal con una puta paled coño

El rubio rubio se retiró las toallas que le cubrían y comenzó a vestirse con las ropas que había elegido, su expresión era de desagrado máximo, puesto que era bastante irritante lidiar con la misma discusión todo el tiempo.

- Cambiemos de tema - interrumpió el omega al abotonar su camisa - hoy tomo mi última pastilla, ya no me quedan más

- Esta bien, hablalé con el médico y pedilé otla caja, no quielo que intelumpas tus dosis indicadas

- Bien... - Toni se acercó a su tocador donde comenzó a peinar sus cabellos dorados al verse al espejo - oye... ¿Cuando podré tener un hijo?

- ¿Cómo dices? - cuestionó el asiático al levantarse de la cama

- Eso mismo... Quiero saber hasta cuando podré tener a ese hijo que no me permitiste concebir en su tiempo

- Aún es demasiado plonto como pala tlael un hijo en nuestla vida

- Ni siquiera quisiste casarte conmigo

- Sabes que esas cosas no son lo mío, con la malca es más que suficiente pala que seas mío

- ¡Pero son mis costumbres Hai! tú sabes que yo soy una persona devota... Siempre pensé que mi vida sería un matrimonio y una familia... Ni siquiera puedes darme ninguna de las dos cosas

- Todo selá a su tiempo - el asiático encaminó sus pasos hasta llegar a su pareja al cual tomó del rostro - nosotlos vamos a tenel ese bebé ¿Si? Pelo... Más adelante

- No sé si pueda aguantarlo... Hai esta no es la vida que me prometiste

- No digas tontelías... ¿Sabes? yo también tengo cosas que hacel, así que comenzalé a prepalalme - dicho esto Hai le dio un pequeño beso antes de finalmente dejarle y marcharse a la ducha

Toni terminó por arreglarse y salió sin avisar de aquella casa, simplemente deseaba alejarse de todo cuanto antes, tan sólo quería volver a sentirse libre por un instante, quería dejar de pensar que era una simple muñeca de aparador que servía para hacer ver bien a su alfa.

En otra parte de la ciudad, Salinas se encontraba en el interior de una cafetería, estaba esperando a su pareja pues habían quedado para desayunar juntos, habían tenido una reciente discusión sin embargo Salinas estaba dispuesto a solucionar las cosas con su pareja, por ello sus manos sostenían un ramo de rosas el cual era un regalo de disculpas para García.

El alfa miraba constantemente su reloj, su pareja estaba tardando demasiado en venir, quería llamarle para saber si vendría pero también estaba el hecho de que García detestaba que Salinas le marcase cuando estaba trabajando, después de pensarlo durante un par de minutos y beber del café el cual ya estaba frío, finalmente se decidió por tomar el teléfono y marcar.

Tras unos cuantos tonos de llamada, al fin obtuvo respuesta, aunque por el tono de la voz del beta, se podría decir que estaba enojado.

- ¿Qué quieres Raúl? - contestó de mala gana

- Bueno pues que habíamos quedado para desayunar juntos y pues es un poco tarde ya... ¿Vas a tardar mucho en venir? - cuestionó algo nervioso

- Mmm... ¿Sabes qué? De hecho no voy a poder ir

- ¿Eh? - la expresión en el rostro del alfa era completa desilusión - pero... ¿De verdad no puedes venir?

- Olvidé que había quedado contigo ¿Esta bien? Tengo mucho trabajo que hacer y no puedo perder el tiempo... Ya hablaremos más tarde ahora me tengo que ir

- Ya veo... Entiendo perfectamente nos vemos luego, te amo

- Si ajá

La llamada fue finalizada al instante, Salinas se quedó mirando a su pantalla, en verdad sentía que García y él estaban cada vez más distantes, sentía que no le importaba en lo absoluto a su pareja.

Era un sentimiento horrible, pues Salinas no dejaba de pensar en que él era responsable de ello, en que quizás no estaba haciendo lo suficiente en su relación... Quería a García, por supuesto que lo amaba... O al menos eso quería creer pues al fin y al cabo por más que intente engañarse a sí mismo, la verdad siempre era una misma, una verdad que era evidente y que Salinas se rehusaba a aceptar... El amor entre ambos se había acabado.

Con ánimo por los suelos, el alfa se retiró del establecimiento, su mano sostenía con fuerza aquel ramo de flores, necesitaba tranquilizarse un poco, así que optó por dar un pequeño paseo a pie por un parque el cual estaba a unas cuadras, quizás así podría despejar un poco sus pensamientos de su decayente vida amorosa.

Por otro lado, el omega de aroma a menta se encontraba sentado en una banca, últimamente había adquirido la costumbre de huir de casa y buscar distraerse con lo que fuera posible, sin embargo esta vez estaba algo sentimental, pues estaba en una banca de un pequeño parque de juegos, podía apreciar el ambiente tan alegre del lugar, las risas de los niños jugando así como los padres que cuidaban de ellos.

La mirada azulada del omega denotaban una infinita tristeza al ver aquellas madres o padres que jugaban con sus pequeños, ese amor tan maternal había nacido tan dulcemente dentro de él... Desafortunadamente no tenía con quien manifestarlo, sin duda el haber perdido a su criatura había sido un golpe muy duro para él, uno que había dejado una herida bastante grande.

Repentinamente sin darse cuenta, sus ojos comenzaron a lagrimear, de nuevo ese nudo en la garganta se hacía presente, estaba muy triste... Tan malditamente destrozado, se supone que para los omegas sus cachorros lo son todo... Entonces por ello él se consideraba como el peor de todos al no haber podido proteger al suyo.

Con lo quebradizo que el tono de su voz, tan sólo pudo murmurar un “lo siento” y cubrir su rostro con ambas manos, mientras sollozaba.

No obstante su lamento se vio interrumpido por un aroma a cítrico... Prestando más atención, un aroma a limón, seguido de un ligero aroma a rosas, la mirada del rubio se levantó ligeramente viendo al instante un hermoso ramo de rosas el cual estaba siendo extendido frente a él.

El alfa sostenía aquel ramo de rosas mientras miraba aquel frágil omega, lo había visto llorar y ante ello un inexplicable sentimiento de tristeza se apoderó de él así que decidió hacer un pequeño gesto de bondad y regalarle las flores. El omega algo confuso terminó por aceptar el ramo de flores, siendo así que su mirada y la de aquel hombre se encontraron por primera vez.

Continuará...

Corrupción (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora