39: Profesor (Parte 8)

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El aula se encontraba vacía, los estudiantes habían salido al receso, salvo un par de chicos problemáticos y un profesor el cual fumaba tranquilamente un cigarrillo, los chicos miraban atentamente al hombre hasta que se dignase a hablar de lo que realmente les interesaba.

- ¿Y bien? - habló el ruso - ¿Por qué no salieron a comer?

- Usted dijo que quería hablar con nosotros - habló Carlo

- ¿De qué?

- De Toni

- Ah Toni Gambino, si, si, ya me acordé

- ¿Nos lo dirá?

- Mmm bueno supongo que podría hacerlo - dicho esto el hombre se sentó sobre su escritorio - está información la sé gracias al director quien es amigo mío y me confío esto

- ¿El director Hai? - cuestionó José

- ¿Quién más? Bueno a lo que iba... Según lo que sé, el problema surgió desde que Toni cursaba segundo año... Prácticamente a los finales de ese curso ¿Ustedes como veían a Toni en aquel entonces?

- Toni siempre había sido un chico alegre, le encantaba bromear con los demás, era más sociable y siempre solía ser amable con todo mundo... Pero en aquel entonces su actitud estaba cambiando poco a poco, no hablaba con nadie, se encerraba en su habitación... Era como si estuviese asustado del exterior - respondió Carlo

- En la mesa que encontramos en su antiguo salón... Habían todo tipo de mensajes desagradables hacia él, la madera estaba increíblemente maltratada, se podía notar que había sido rayada con objetos filosos... No había nada que se le pareciera entre las demás - añadió José - aunque también había algo más ¿No es así Carlo?

- Si... En una esquina de la mesa, el único sitio que seguía intacto, estaban escritas palabras de amor ¿Por qué hay algo como eso ahí?

Fedor dio una fuerte calada a su cigarro para continuar con la conversación.

- Bueno a eso voy... En aquel tiempo, Toni se vio envuelto en problemas con una pandilla, Hai no me lo dijo exactamente pero al parecer fue por una tontería, así que fue entonces donde tu hermano comenzó a sufrir acoso constantemente, fue una época que duró considerablemente... Pero hay algo más

- ¿Qué? - cuestionaron al mismo tiempo los amigos

- Toni tenía novio ¿Eso lo sabias Carlo?

- No, Toni jamás ha tenido novio... El me lo habría dicho

- Pues si que lo tuvo... Un chico bastante problemático la verdad, ese sujeto al parecer tenía que ver con la pandilla aquella... Esto no me quedó muy claro pero, creo que algo pasó que nuevamente las cosas empeoraron, para este punto Toni y había entrado a su último año, si no fuese por Salinas seguramente el pobre aún estaría cargando con todo eso

- ¿Salinas? - preguntó Carlo al levantarse de su silla

- Salinas, ese profesor de tan mala fama, fue quien se dio cuenta de lo que estaba sucediendo... Gracias a él, es que tú hermano se encuentra a salvo

- ¿Sabe quienes son esos hijos de puta? - habló José - les meteré un navajazo por haber lastimado a Toni

- ¡Calma José! No pierdas tu tiempo, ellos no están aquí, se marcharon de aquí en cuanto Salinas logró sacar a la luz todo ese lío

- Me hubiese gustado haberles hecho pagar por lo que le hicieron a mi hermano - murmuró Carlo con una voz que denotaba impotencia - soy un idiota ¿Cómo es que nunca fui capaz de darme cuenta de que algo no estaba bien con él? Solo hice como si no pasara nada y le dejé solo

- No te culpes... Toni se las ingeniaba para esconder todas las pruebas, pues no quería involucrar a nadie más en eso, ni siquiera sus compañeros más cercanos pudieron percatarse de lo que estaba sucediendo, se supone que en la actualidad todo está bien, ese descanso que tomó fue por su bien, para que pudiese reponerse de todo lo que tuvo que aguantar, si se recuperó o no, eso es algo que ustedes tienen que averiguar... Eso es todo lo que tengo que decir

Mientras tanto, Salinas se encontraba abrazando a su alumno quien lloraba amargamente refugiándose en su pecho.

- Todo estará bien Toni, yo estoy aquí estoy aquí para ti ¿ok? - dicho esto el profesor se separó un poco para poder mirar el rostro del rubio

- Raúl... Tengo mucho miedo... No quiero volver a pasar por todo eso

- No te va a pasar nada - dicho esto el hombre limpió las lágrimas que brotaban de aquellos ojos celestes usando la yema de sus dedos - yo te protegeré, lo hice antes y lo haré ahora

- Raúl nunca me abandones... Por favor, no sé que haría sin ti

- Nunca lo haría, escucha Toni lo que dije con García es totalmente verdad, eres un chico maravilloso, mereces todo lo bueno del mundo... Y me gustaría ayudarte a lograrlo

Toni miró al rostro de su profesor, escucharle causaba que se tranquilizara de inmediato, ese hombre era como su medicina, era el único capaz de comprenderle y que jamás le juzgaría como seguramente harían otros.

Se encontraban en el interior de un restaurante, en una de aquellas mesas que estaban separadas por pequeños muros de las demás, Salinas la había pedido así para respetar la privacidad del rubio, Toni se sentía más tranquilo, tan sólo observaba a Salinas sonreírle... Una sonrisa que parecía tan radiante y llena de vida a los ojos del rubio, por lo cual sin pensarlo dos veces se acercó lentamente a su rostro.

El rubio cerró los ojos y depositó un beso fugaz a aquel hombre al que había considerado su guardián durante mucho tiempo, aquel a quien verdaderamente amaba con todo el corazón.

- Lo siento... - pronunció el chico al separarse de los labios del mayor - no debí ser tan atrevido

- Joder... - murmuró Salinas para enseguida sujetar con sus manos el rostro del rubio y brindarle otro beso

- ¿Raúl? - Toni bajó la mirada, estaba nervioso, acaba de besar al amor de su vida y este le regresó el beso ¿Cómo debería tomarse aquello?

El mayor comenzó a dar caricias a las mejillas del rubio, mientras que este tan solo desviaba la mirada.

- Toni mírame - pidió el hombre - anda, quiero que esos ojos tan bonitos me miren sólo a mi

- Raúl... - Toni sonrió levemente al mirarle

- Eso es, escucha atentamente Toni, yo haré lo que sea necesario para protegerte ¿De acuerdo? Yo te quiero mucho, así que cuentas conmigo para lo que sea

- Gracias... Raúl

- Vamos, sonríe un poco más, quiero que deslumbres al mundo con tu belleza

Toni se sentía tan seguro al estar con aquel hombre, lo amaba tanto... Que sin él nada tendría sentido en su vida.

Después de aquello, ambos fueron de paseo tal como había sido la intención original, Salinas le llevó a diversos lugares con tal de hacerle feliz y que se olvidase del estúpido Mariano ese y funcionó, Salinas escuchó incontables veces la risa de Toni, fue el único que podía ser dueño de cada una de sus sonrisas o sonrojos, el como se avergonzaba fácilmente ante situaciones a las cuales nunca había experimentado.

Salinas pensaba y pensaba bastante sobre ello, Toni era muy lindo ¿Cómo nunca había caído en cuenta de eso? El chico era un sol, una auténtica estrella resplandeciente capaz de brindarle la calidez que tanto le hacía falta a su hasta ese entonces podrido corazón.

Continuará...


Corrupción (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora