Toni se encontraba empacando sus maletas, la fecha de su unión con el chico aquel, estaba cada vez más y más cerca, el italiano trataba de no pensar en ello y simplemente hacer lo que debe de hacer, no obstante era complicado él no divagar por instantes lo que sería su futuro.
¿Qué pasaría si las cosas no salen bien? ¿Qué tal si después del matrimonio descubren que no se soportan en realidad? Y mucho peor ¿Qué pasaría si lo traicionan? Habían tantas cosas que podrían salir mal y pero no quería pensar más en ello, tan solo iba a dejar que todo siguiese el rumbo al que tendría que ir, eso era lo único que tendría que hacer con tal de comenzar de nuevo con aquel imperio, aquel sueño que tenía junto con su hermano de ser alguien importante.
Un suspiro que hacía notar todo el cansancio mental, se escapó de los labios del italiano, dejó de doblar sus prendas y procedió a recostarse sobre la cama, aún era demasiado pronto para mudarse, realmente le encantaban las vistas tan relajantes que tenía en esa casa, era una lástima tener que retirarse para tan solo ir camino a lo que sería su hogar en los Santos, un lugar el cual compartiría con su esposo.
El rubio giró la cabeza visualizando su teléfono celular, tenía muchos deseos de tomarlo y hablar nuevamente con Salinas, de saber si había desistido de esa idea absurda de entregarse a la policía, aquello era una tontería que se le había ocurrido recientemente y que se lo hizo saber a en la conversación que se supone que es la última que tendrían ¿Donde había quedado lo de buscar la felicidad?... Es un metiroso pero aún así quería verle una vez más... Era evidente que aún seguía queriéndole, por más que intentase engañarse así mismo, la absoluta verdad era aquella en la que aún le amaba con todo el corazón.
Salinas, aquel abogado guarro, de muy manchada moralidad, fue como un regalo inesperado a la vida de Toni, tantos momentos inolvidables, tantas risas y situaciones donde “cosas especiales” comenzaron a darse, esa época fue tan maravillosa para Toni... Aunque al final solo fue cuestión de tiempo que aquel regalo se le fuese arrebatado.
El rubio soltó el teléfono nuevamente, sabía que no podía llamarle él le pidió que no lo hiciese más, Toni deseaba escuchar su voz, escucharle reír nuevamente, pero a final de cuentas todo se había acabado, ahora el presente debía ser junto a Gustabo, su futuro esposo y compañero de vida... O al menos eso es lo que se espera.
Si bien Toni por momentos parecía ceder ante los cortejos de ese chico, siempre al terminar el día, el sentimiento de culpa hacía su aparición... Un sentimiento de culpa por quizás estar traicionando su amor a Salinas, un amor que era tan intenso que se negaba a morir.
Era demasiado complicado para Toni, sabía que debía dejarlo de una vez por todas, se lo había dicho a sí mismo tantas veces, sin embargo su corazón seguía buscando a alguien que ya no estaba a su lado.
Un zumbido le hizo reaccionar sacándole de sus pensamientos, el joven sujetó su teléfono nuevamente para proceder a encender la pantalla, la notificación de mensaje dictaba que se trataba de un mensaje de su prometido.
“Toni ¿Estás listo?”
El italiano suspiró nuevamente, sólo le faltaba terminar de empacar esa maleta y ya estaría listo para abandonar la residencia, Gustabo había quedado en venir a buscarle.
“Si... ¿Estás cerca?”
“Estoy justo afuera”
“No te preocupes, te espero”
“No te apures”Toni se levantó de la cama, ya no había más tiempo que perder, por lo cual simplemente acomodó como pudo el resto de ropa y salió de su habitación con la maleta, esa vez José no pudo hacerle compañía puesto que había ido con los demás hacia los Santos con anticipación para empezar con los preparativos.
Así que en teoría, Toni viajaría a solas con Gustabo, el rubio avanzó hasta llegar a la puerta principal, sus mano dudó al momento de tomar la perilla de la puerta, pero al final terminó por abrirla encontrándose con su prometido cara a cara.
- Toni - habló el rubio con una sonrisa en el rostro - te ves muy bien... Tan apuesto como siempre
- Gracias... Tu también te ves muy bien, estás bastante elegante
- Bueno lo menos que puedo hacer, es darte una buena impresión ¿Nos vamos ya? Estoy ansioso de que veas lo hermosa que es nuestra casa... El lugar donde tu y yo comenzaremos nuestra vida de casados
- Si... Por supuesto
El rubio fue avanzando al vehículo del mayor, en donde donde Gustabo le abrió la puerta y ayudó con la maleta, al poco tiempo ambos rubios estaban en el interior del vehículo, Gustabo colocó sus manos en el rostro de su prometido haciéndole mirarle.
- ¿Puedo? - pronunció el mayor al acercarse a los labios del italiano
- Si - murmuró Toni, tenía que hacerse la idea de que el hombre frente a él tenía que ser el único en su vida
Gustabo no perdió tiempo y procedió a probar los labios de su precioso conejillo de indias, tenía que admitir que al menos sentía un fuerte deseo sexual por su prometido, le parecía muy adorable e ingenuo quería hacer uso de él de tantas formas, su matrimonio al menos le daría la oportunidad de realizar todos y cada uno de sus deseos.
El beso fue tornándose a uno húmedo, dejando escuchar los ruidos de sus bocas encontrándose, Toni se sentía bastante extraño pues nunca había experimentado esa clase de besos tan cargados de aquella indecencia como los que al parecer eran del gusto de su prometido, por lo cual terminó por posar sus manos sobre los hombros de este y apartarlo.
- Se nos hace tarde - pronunció el italiano al limpiarse la boca con el dorso de su mano
- Tienes razón, lo siento mucho..
me he dejado llevar - pronunció Gustabo al fungir un supuesto arrepentimiento- Esta bien, no pasa nada... Es solo que aún no me acostumbro
Gustabo cambió su expresión a una sonrisa, tomó las llaves y encendió el auto, comenzando con el largo viaje al destino hacia los Santos, Gustabo sonreía internamente, estaba contento de ver que su plan estaba marchando bien, tenía por pareja a un tipo atractivo con poder en su organización, un hombre con dinero y buenos gustos, sinceramente no podría irle mejor en la vida.
El interés era bastante evidente en Gustabo, pero de la mano de ese interés también iba el deseo, la necesidad tan fuerte de simplemente llevarse a la cama a esa persona, algo como el tener justo debajo de él a un jefe de una mafia que había sido poderosa podría sonar excitante para él, en verdad que tenía ganas de hacer cosas poco decentes con el italiano.
Toni por su lado se dedicó a continuar divagando con sus pensamientos, por el momento seguiría el camino actual y se casaría con Gustabo tal y como habían planeado, una vez en los Santos podría retomar su puesto como jefe y reconstruir todo lo perdido junto a su hermano y los otros, todo parecía ya estar planeado, no obstante no por ello significaría que tendría que estar todo el tiempo con la guardia baja, pues Toni era tranquilo pero no estúpido, con un camino lleno de riesgos, algunas soluciones ya previstas no vendrían mal.
Continuará...
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Corrupción (En Corrección)
Fanfic‼️Aviso‼️ (Este libro estará re editándose para corregir errores ortográficos y demás cosas para su pronta reanudación, ante todo gracias por su espera) Conjunto de historias mecas basadas en la serie de gta roleplay Marbella vice, en éstas se verá...