Las cosas nunca cambiaron entre ellos.
Jimin guardo el secreto de los asesinatos de Jungkook cuando tenía 15 años.
Y Jungkook guardo el secreto de Jimin, nunca nadie supo que el culpable de la muerte de esos señores había sido su hijo.
Y así pasaron los años, ambos con un trastorno psicológico sin atender, y ahora, eran dos de los asesinos más buscados de toda Corea.
Parecía tener un calendario, los días que se anunciaban las muertes más atroces eran los días domingos, mientras que los asesinatos parecidos suicidios ocurrían los viernes. Claro que todos los cargos puestos sobre ellos eran por los asesinatos de los domingos.
Jimin era feliz viviendo así, sobre todo, porque nadie creería capaz de matar a alguien.
Jimin era amigo de él chico de la tienda, de una profesora de inglés en una escuela, y se llevaba bien con la mayoría del vecindario. Y las personas que lo conocian aseguraban que él era la persona más linda jamás vista.
Él no era capaz de matar a nadie, o al menos, eso lo pensaban todos.
Hubo muchas preguntas cuando una camioneta negra se estacionó en el frente de su casa y bajó un chico mayor. Jimin dijo que era un profesor privado ya que todos sabían que a él no le gustaba ir a las escuelas.
Así que sin saberlo, en el vecindario aceptaron a un hacker cómplice de unos asesinos.
Nadie noto que en la semana en la que llegó los asesinatos subieron un 30 por ciento.
-Jungkook, lo tenemos, parece que vive en un antro, todo lo que pidió al gobierno lo está gastando en él.
-oh mierda, justo hoy me llegó trabajo, ¿te encargas tu?
-bien, me avisas donde estarás y paso a recogerte.
-okey, entonces nos vemos.
Espero pacientemente a la noche. Cuando dio la hora, sonrió, se puso sus guantes de cuero, agarro un arma pequeña y lo metio en la orilla del pantalón, entre su cintura, un suéter negro y se peino el cabello como si fuera necesario.
Cuando lleguo al antro, fácilmente llego a la zona VIP sin mucho problema, todas las chicas estaban en un camerino vistiendose, se oculto en una de las cortinas, uno de los guardias llamó a una chica diciendo que lo esperaba alguien importante. Jimin supo que era a quien buscaba.
El guardia se alejo, la chica salió después de unos segundos, bajandose el vestido, se veía incomoda.
Jimin corrió hasta ella, deteniendola del brazo y llevándola a un cuarto sin luces, estaba vacío.
Tapó su boca antes de que gritara, aunque en realidad, el sonido de la música silenciaria cualquier grito.
-escucha, no tengo mucho tiempo, necesito que me prestes un vestido y una peluca, yo entraré ahí en lugar de ti, planeo ayudarte incluso a que no tengas que seguir trabajando en estos lugares de mierda, te daré dinero, solo necesito que me ayudes y después no digas absolutamente nada de esto.
La chica lo vio a los ojos, y con ellos, le dio el "si" prendió las luces del cuarto y le dio un vestido negro de lentejuelas, unas zapatillas que iban a juego y una peluca de fleco color rosa.
Jimin saco el arma y la miró, como diciéndole que iba a pasar.
-te pagaré, pero si dices una sola palabra, una bala ira directo a tu cabeza.
La chica asintió, y salió del cuarto, después entró al camerino.
-bien Park, termina lo que empezaste. Demasiado tarde para arrepentirse.
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Kitty Gang ||YOONMIN|| Libro²
Fanfiction"la vida no es más que un juego con cientos de niveles. En tu caso, este es el que llaman nivel difícil, y para ti, hay un game over aquí" Para Kitty Gang todo era un juego, quizá el ser asesino también.
