Los Antros Y La Musica

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No todo era sangre.

Una vez a la semana Jimin solo salía a divertirse a los antros. Bailaba con las personas que se le acercaban con la propuesta y por solo unos minutos era un chico normal.

Un chico sin ningún expediente sanguinario o un amigo matón. Se olvidaba de que él era el reconocido Kitty Gang en las calles de Corea. En la pista de baile sólo era Jimin.

Pero claro, también tenía trabajo que hacer.

- ¿está dentro? -preguntó por él auricular y Jin hizo un sonido con la boca.

-si, llegó hace unos 15 minutos, espera a su bailarina y acompañante de la noche

-esa chica está apuntó de entrar a su salón, nos vemos después.

Jimin ajusto su peluca y entró al antro. Un vestido rojo cubriendo su cuerpo, pasó por toda la multitud y después llegó con los guardias de la zona VIP. En cuanto lo vieron, sonrieron y lo hicieron pasar diciéndoles el número de la habitación.

-en serio me preguntó porque escogió el número 69...agh, que sociedad tan podrida en verdad.

Tocó la puerta dos veces antes de escuchar la voz del señor por dentro. Abrió la puerta con delicadeza y entró a la habitación.

Al final, era un señor no tan mayor. Tenía unos 38 o 40 años quizá. Pero definitivamente era de los más jóvenes con los que trataba.

-omite el baile preciosa. -susurro y Jimin aguanto una mueca -ven aquí.

Camino lentamente hacia él y se detuvo a dos pasos.

- ¿eres tímida? -preguntó y él sonrió.

Claro que el señor no noto el sarcasmo en su sonrisa.

- ¿tímida? Me parece una broma, señor -sacó el arma del vestido y quito el seguro -si gritas, bang -hizo un movimiento con la pistola, aclarandole lo que pasaría

-supongo que me mandaron a la equivocada...

- ¿usted cree? -pregunto y puso la pistola debajo de la barbilla, como su pensara.

-estoy casi seguro, joven.

- ¿usted sabía que tomar a alguien sexualmente sin su consentimiento es delito?

-para eso trabajan.

Jimin sonrió de nuevo con ironía.

-no debería confundir a una bailarina de pull-dance con una prostituta. Me parece que se equivoca de definición.

- ¿Tu que me vas a venir a decir niño? Sal de aquí y saldrás libre.

-nunca conocí a alguien con tantas definiciones equivocadas, el que no va a salir de aquí libre es usted, y basta de charla, usted me aburre -apuntó de nuevo a la cien del hombre quien corrió a la puerta, tratando de abrirla y avisarle a sus guardias, pero la puerta estaba trabada y tampoco haría ruido -la vida no es más que un juego con cientos de niveles. En tu caso, este es al que llaman nivel difícil y para ti, hay un game over aquí.

La bala salió perfecta, matandolo en un instante. La rosa de Jimin inundó todo el salón, y después levantó las telas que cubrían una ventana y escapó por ahí.

Sacó un dulce de su bolsa.

Y entonces sonrió de lado.

Siempre son demasiados dulces para una vida que termino amargamente.

Kitty Gang ||YOONMIN|| Libro²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora