El Lugar Destinado

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Esa noche todo el personal fue corrido del lugar.

Un asesino serial se había infiltrado con facilidad, sin ninguna sospecha, y nadie se percató de nada.

No tenían un rostro, una voz, o cualquier aspecto físico a parte de su bonito cabello rosa.

Kitty Gang aún era un asesino sin rostro.

Y Jimin camino felizmente por la calle, aún en vestido, con sus tacones en mano y un abrigo grueso para cubrirle.

Jungkook lo esperaba fuera de una tienda de servicio, mirando el celular por si había un mensaje de Jimin.

Jungkook se recostó en el asiento del auto cerrando los ojos, y entonces dos golpes se escucharon en el vidrio del copiloto.

-no, no quiero sus servicios, siga adelante -fue lo primero que contestó, Jimin frunció el ceño al no notar el sarcasmo en su voz.

-abre la maldita puerta, Jeon.

Jungkook abrió los ojos enormemente, mientras que quitaba el seguro de la puerta, Jimin entró y se tapó con el abrigo.

- ¿que estas haciendo dentro de un vestido y cabello largo? -dijo apenas pudo hablar, entonces sacó la pistola -pensé que esperarías a que saliera del antro.

- ¿y perder tiempo? El tiempo es dinero.

-sabes lo que pienso respecto a lo que es el tiempo, dinero no es.

-Jungkook, no existe el país de las maravillas, no existe el señor tiempo.

Jungkook le dio un sape y sacó las llaves de su pantalón.

-eso me hirió...

Jimin rio por lo bajo y Jungkook comenzó a conducir, en eso, ambos se detuvieron al ver a dos chicos molestando a una chica fuera de un antro de mala muerte.

-Jimin...¿Te quedan balas?

-ahorita recargo, no te apures.

Jungkook miró al frente y antes de acabar la calle vio un callejón, sonrió de lado mientras pensaba en cómo guiaria a esos dos ahí, entonces Jimin bajo del auto con los tacones puesto, caminando hacia ellos.

Lanzó miradas coquetas y los chicos de inmediato dejaron a la otra chica, Jimin lo supo. Estaban borrachos.

Jimin sólto una risa pequeña y seductora antes de comenzar a caminar por la calle, los chicos lo siguieron por atrás hasta que llegaron al callejón.

Jungkook se puso el antifaz y racargo las dos armas con sólo una bala cada una.

Los chicos se dieron cuenta demasiado tarde.

Porque cuando ellos se dieron la vuelta para huir, Jungkook ya estaba ahí, con las armas apuntandole.

-bu.

Susurro antes de hacer que ambos chicos corrieran al fondo asustados.

Jimin, sin nada que temer, comenzó a reír fuertemente. Y quizá si la música del antro no se escuchara tan fuerte, pudieron haber encontrado a esos dos en pleno asesinato.

Ya tenía tiempo sin escribir nada jsjs, prometo volver más seguido por acá. Lxs amo.

Kitty Gang ||YOONMIN|| Libro²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora