Episodio 5 - ¿Qué significa ser un maestro pokemon?

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Influenciemos al mundo 

-Buenos días¡, es hora de levantarse¡ o llegaran tarde-.

La jefa de todos los empleados de la mansión había entrado al cuarto de Serena específicamente para despertarla, pues el día anterior se había ido a la cama algo tarde.

-Bueno días-. Serena dio un gran bostezo y talló sus ojos con fuerza.

-Llegaron a mis oídos ciertas noticias algo vergonzosas-. Dijo en tono de broma mientras recogía algunas prendas.

-¿A sí?, ¿cómo cuál?-. La pelimiel aún no terminaba de despertar.

-Oh, nada en especial... "Lindo toma-ti-to"-.

Serena abrió los ojos de golpe y cara se puso tan roja como la lava de un Macargo.

-E...eso fue un ma...malentendido, no es lo que cree¡¡¡-. Cubrió su ara con una almohada 

-Veo que ya despertó del todo, dese prisa o hará que lleguen tarde a sus tareas de hoy-. Comenzó a reír al mismo tiempo que salía de la habitación.

-Creo que no dejaran de molestarme con eso durante un buen tiempo-. Se lamentó.

Serena salió de su habitación con un peine en su mano que arreglaba su cabello presurosamente, caminaba completamente concentrada que no se dio cuenta de que Ash estaba también ahí

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Serena salió de su habitación con un peine en su mano que arreglaba su cabello presurosamente, caminaba completamente concentrada que no se dio cuenta de que Ash estaba también ahí.

*Stamp*

Ninguno se percató de la presencia del otro y terminaron estampándose.

-Lo siento Serena, no estaba prestando atención-. Ash se disculpó al instante.

-No te preocupes, yo también esta distraída-. Dijo al mismo tiempo que alzaba su cepillo indicando que estaba distraída en eso.

Ambos cruzaron sus miradas y comenzaron a reír ligeramente después de percatarse que ambos estaban en las nubes.

-Buenos días "lindos tomatitos"-.

Varias empleadas pasaron caminando a gran velocidad solo para seguir molestando a la pareja que se encogió de hombros al escuchar como los llamaban.

-Lo... lo siento, nada de esto estuviera pasando si no te hubiera devuelto la broma-. Ash apartó la mirada.

-No, es mi culpa, y...yo fui la que comenzó a molestarte-. Serena tomó la mano del azabache generando otro momento de incomodo silencio.

-Creo que... deberíamos de bajar, se hará tarde-. Ash rascó su nuca.

Serena asintió con la mirada y ambos bajaron las grandes escaleras centrales.

-Buenos días a ambos, el desayuno está listo-. Una de las chicas abrió la puerta del comedor donde de manera presurosa tomaron su desayuno.

Inmediatamente se propusieron a partir despidiéndose de las personas que los atendían.

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