Influenciemos al mundo [Amourshipping]

Episodio 9 - El poder de una doma dragones

Influenciemos al mundo

En el episodio anterior Ash y Serena por fin lograron llegar a la aldea de los dragones en medio de una disputa entre los aldeanos y algunos grupos de cazadores furtivos que querían hacerse de los valiosos huevos de pokemon tipo dragón.

Sin embargo, durante la noche los guardias fueron atacados y los huevos robados, debido a la poca confianza de varias personas de la aldea hacia las personas del exterior no tardan en señalan a azabache y pelimiel como posibles cómplices ante la impotencia de Iris que no podía defender a su amigo de ya varios años.

Ahora, un grupo de miembros de la aldea van detrás del rastro de los cazadores para detenerlos antes de que sea tarde.

-Ahí están-. Sanshoo susurraba para evitar ser detectados.

-Yo cuento a 15-. Añadió un hombre que examinaba el panorama.

-¿Cuál es la situación?-. Iris, quien había ido tras ellos algunos instantes después de que partieran llego jadeando.

-Maestra, terminaron de subir todos los huevos a esas camionetas, no parecen ser muchos, creo que si atacamos de frente podremos derrotarlos-. Comentó la chica.

-Sería lo mejor, aun así, debemos de tener cuidado, hay pokemon de tipo hielo por doquier, vinieron preparados-. Señaló la pelinegra.

Todo el equipo de búsqueda salió de entre las hiervas del bosque atacando de frente al grupo de cazadores, pero para su sorpresa varias explosiones de bombas de humo que cubrieron por completo al grupo.

-Parece que ya llegaron-. Comentó uno de los cazadores que bajo de su camión preparando sus pokeball.

-Todos juntos, no se separen¡-. Ordeno Iris.

Rápidamente todos se colocaron de espaldas formando un círculo para protegerse los unos a los otros.

-Altaria, despeja todo esto-. El Altaria de Sanshoo batió sus alas de nube y el humo se esparció revelando que estaban completamente rodeados por los cazadores.

Los aldeanos vieron al instante que el número de oponentes era superior a los 15 previamente contados dándose cuenta de que era una trampa.

-Ya nos esperaban-. Uno de ellos soltó un quejido.

-Vaya, vaya, vaya, pero si son nuestros amigos draconianos-. El que parecía ser el jefe llegó aplaudiendo sarcásticamente.

-Devuelvan los huevos, no les pertenecen-.

-Lo siento, pero tendrán que pelear por ellos-.

-Entonces que así sea-. Iris arrojo un pokeball al mismo tiempo que los demás la imitaban.

Varios pokemon dragón aparecieron preparados para el combate.

-Que especímenes tan hermosos, se verán muy bien dentro de nuestras jaulas-. Rio.

-Sobre nuestros cadáveres-.

-Pensábamos hacer justo eso-.

Todos los cazadores sacaron de sus pokeball aún más pokemon tipo hielo, la presencia de varios Abomasnow provoco que el granizo y la nieve comenzara a caer del cielo.

-Maldición-. Iris se quejó.

-Hace un año nos derrotaron por que estábamos en su territorio, así que durante este tiempo hemos diseñado una estrategia perfecta para vencerlos y quedarnos con los huevos... como pueden ver los superamos en número y de sobra, sus pokemon dragón no podrán hacer nada ante nuestras bajas temperaturas-. Dijo el jefe al mismo tiempo que subí la cremallera de su suéter.