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Al despertar, pudo ver en el reloj de su muñeca qué había pasado bastante tiempo desde qué había caído rendido en su cama. Seguramente la clase estaría terminando. Jake intentó despertarse un poco y lucir respetable antes de bajar a la pista. 

Cuando lo hizo, se encontró con una escena increíble. Creyó qué todavía estaba soñando. Aquello era demasiado bueno cómo para estar pasando en la realidad, pero así era.

Sunghoon, a quién había visto sonreír a penas dos veces desde qué se conocían, estaba sonriendo felizmente mientras enseñaba a los niños. Él les mostraba las poses y movimientos que debían hacer, a aguantar sobre sus patines al caer intentando realizar algún salto y a levantarse después. Jake había supuesto que los niños no eran lo suyo, pero parecía estar muy a gusto. Se acercaba a ellos con prisa cuando alguno resbalaba, los animaba a que siguieran intentándolo aunque no les saliera bien e incluso los perseguía por el hielo mientras jugaban al pilla pilla. Lo que más le sorprendió de todo aquello no fue ver a sus hermanos allí abajo jugando a ser profesores, si no, ver por unos segundos aquella sonrisa característica de ese pequeño Park Sunghoon que había contemplado durante esas semanas en los videos. Jake no pudo evitar sonreír al igual que él.

Se sentó en las gradas a esperar a que terminara la clase, sin molestarles. 

Después de haberse despedido de todos los niños cuando estos fueron recogidos por sus padres, Sunghoon y los mellizos Shim se reunieron con Jake. 

- ¡Has visto, Jake! ¿A que hemos sido unos buenísimos profesores?- abrazó Miranda a su hermano. 

- Buenísimos, desde luego. - correspondió a la niña. Esta agarró la mano de Sunghoon sorprendiendo al coreano. 

- Pero Sunghoon Oppa es el que más ha trabajado. - Sunghoon sonrió a la niña. Jake no podía caber más en su asombro. 

- Veo que te lo has pasado bien. - Sunghoon levantó la mirada al oír a Jake. 

- Sí. - admitió sin poder evitarlo con una leve sonrisa.

- Pero hyung, - se dirigió Christopher a su hermano preocupado. - ¿porqué llevas mascarilla? ¿Te sigues encontrando mal? 

- No tanto como esta mañana, no te preocupes. -acarició la cabeza del pequeño.- Mañana ya estaré perfecto. 

- ¿Estás seguro? - se preocupó Sunghoon esta vez. 

- Estaré bien. - aseguró tajante. - Seguro. 

- Sunghoon Oppa, ¿quieres quedarte a cenar?- preguntó la niña entusiasmada hacia Sunghoon que no supo como reaccionar ante esa propuesta. Miró a Jake, que se había sorprendido tanto como él. 

- Y-yo...

- No molestes a Sunghoon, Miranda. - la riñó su mellizo. - Tendrá que hacer cosas del instituto y de persona mayor. 

- Pero yo quiero que cene con nosotros...- dijo tristona. - Hoy también cenamos solos...

Christopher no pudo decir nada ante tal argumento. Esa noche sus padres trabajaban ambos en los trabajos que habían tenido que retomar para equivaler los ingresos que la pista no estaba teniendo. Esto ocasionaba que bastantes noches sus hijos tuvieran que cenar solos. 

Sunghoon observó como los niños se miraban tristes. Y Jake, a pesar de solo poder ver sus ojos debido a la mascarilla, le bastó mirar estos para saber que estaba en las mismas. 

- No tengo problema en quedarme a cenar esta noche. - anunció forzando un tono alegre. 

- ¿¡Enserio?!- exclamaron los niños con ojos brillantes. Miraron a su hermano mayor que no parecía muy a gusto con la idea. 

𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒓𝒆𝒂𝒔𝒐𝒏 ➢ jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora