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En un momento de la tarde en que hablaron y rieron tanto que el cansancio comenzaba a tomarla con algunos, aunque se lo estaba pasando increíblemente bien con sus amigos, K vio su ocasión para escapar del sofoco del interior. 

Una repentina lluvia pre-veraniega le recibió al salir del restaurante, teniendo que resguardarse bajo el toldo antes de sacar el móvil del bolsillo. Lo pasó de una mano a otra un par de veces posponiendo minuto a minuto esa llamada. 

Esperó nervioso a que diese tono cuando por fin se lo llevó a la oreja. 

- ¡Hola, Yudai! - la alegre voz de Yooa consiguió sacarle una sonrisa aunque en ese instante se muriese de miedo por lo provocaba haberla llamado. 

Quiso evitarlo por todos los medios, pero le tembló la voz al saludarla. 

- ¿Pasa algo? - ¿Cómo no podría notarlo? - Suenas preocupado. 

Estaba terriblemente preocupado. 

- No, nada. Tranquila. - fingió la mayor neutralidad posible al hablar. - ¿Pero estás ocupada ahora?

- Mmm, no. Estoy en casa. - tenía la inminente sospecha de que se olía algo. - ¿Me necesitas?

- Si, por favor. Me gustaría..... Quiero verte. 

Yooa se quedó callada unos segundos que K sintió como el infierno. Empezaba mal si se ponía así, debía relajarse. 

Ella contestó después como si nada, contenta incluso. Quedaron en que se verían en lo que tardaba en llegar a casa de Yooa. 

Se limpió el sudor de las manos nada más colgar sintiendo escalofríos no solo por el ligero frío de la lluvia frente a él. No sabía que podía esperarse Yooa de que quisiese verla, si tenía algún presentimiento. Creía saber que pasaba por la cabeza de la pelirroja, pero la suya acababa jugándole malas pasadas. 

Se sorprendió entonces como un tonto apenas a Sunghoon se le dibujó una sonrisa en la cara cuando vio la suya de susto al abrir la puerta del restaurante. 

- ¿Y esa cara de susto? - bromeó el patinador mientras él cogía aire de nuevo. - ¿No ha ido bien la llamada con Yooa?

- No no, que va. En realidad no he hablado aún con ella de eso. - Sunghoon le escuchaba en aquel diminuto porche. - Hemos quedado ahora en un rato en su casa. Es que hay cosas que creo que se deben decir en persona. 

Sunghoon asintió profundamente de acuerdo. 

- Tienes razón. No he tenido demasiado contacto con gente de nuestra edad como para decir esto pero, siento que los adolescentes de ahora huyen de las llamadas y en general de afrontar sus problemas en persona. Como dices, hay cosas que deben decirse en persona para no caer en malentendidos y tener todos los sentidos presentes. Los emoticonos a veces pueden mentir. 

- Un poco demasiado intenso para mí, pero creo que sí. - la perspicacia de Sunghoon junto a la soltura de sus palabras aún conseguían sorprenderle. Sacarle una risa también. - También tienes bastante razón. 

- Lo siento. - rio por lo raro que hubiese podido sonar. - Quizás comienzo a pasar demasiado tiempo con Heeseung y me he vuelto filosófico. 

- Heeseung podrá leer mucho pero ahora sé que tus frases elocuentes son definitivamente obra de la influencia de tu novio, osease Jake. - oír la palabra novio seguida del nombre de Jake de la boca de sus amigos hacia que su mundo fuese mejor. - De verdad que me siento totalmente idiota por no haberme dado cuenta de que estabais saliendo. - volvió a reconocer el japonés. Sunghoon aguantó otra risotada. 

- Esa era la idea, ¿sabes? Que no os dieseis cuenta. No te sientas tan mal porque fastidiarás la sorpresa. 

- Y tan sorpresa. Pero buena, desde luego. Me alegro muchísimo por vosotros. - le dio un codazo amistoso. - Bueno, no me alegro de muchas cosas que habéis y has debido de pasar, obviamente. - la verdad es que algunos de los acontecimientos de su historia parecían de novela y comprendía que a sus amigos les sonase a surrealista de primeras. - Me alegro del presente. Del ahora en el que ambos estáis bien.

𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒓𝒆𝒂𝒔𝒐𝒏 ➢ jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora