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Al estar a menos de un mes, un mes sí, del Torneo de Primavera; los entrenamientos de Sunghoon se habían intensificado.

Consiguieron gracias a la perspicacia de abuelo Shim que Wooseok y su entrenador les dejasen la pista para ellos también el tiempo que quisieran, yéndose Wooseok con la boca cerrada sin poder replicar nada. El abuelo Shim no quiso dar detalles de cómo había sido esa victoriosa conversación, pero Jake y Sunghoon hubiesen dado todo para haber estado allí. Porque la rabia que se podía ver en la cara de Wooseok no tenía precio.

La verdad era que siendo la época que era todos andaban nerviosos perdidos. Los exámenes de ingreso, como el bueno de Heeseung se había encargado de recordarles, eran el mes que viene. Y era inevitable estar nervioso con algo así.  El pobre Sunghoon tenía ese nerviosismo multiplicado mínimo cinco veces más, y la realidad era que estaba completamente aterrado.

Jake bajaba muchas tardes y noches a ver los intensos y duros entrenamientos de su novio. Esos en los que el sudor brillante decoraba cada centímetro del rostro de Sunghoon mientras este jadeaba al acabar una vez más su programa y el abuelo Shim le felicitaba palmeando su espalda. A pesar de todo ese esfuerzo sobrehumano y la presión de que el momento decisivo estaba llegando, Sunghoon parecía feliz. Increíblemente feliz. Llevaba días sin llorar o venirse abajo, al menos delante de Jake. Aunque estaba seguro de que, sin negar que estaba nervioso por lo poco que quedaba, lo estaba llevando bien.

- Cuando vaya a Seúl con Heeseung quedarán poco más de tres semanas. - dijo una mañana de sábado mientras descansaba antes de volver a la pista. Jake comía fruta troceada a su lado, dándole a él de vez en cuando. - No puedo creer que ya esté aquí. 

- Yo tampoco. Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo. Hace nada ni siquiera sabia que diablos era ese Torneo. - se echó para atrás admirando la vacía pista. 

- Eso es lo que yo tanto deseaba. -rio con algo de resentimiento. -No saber nada de ese Torneo. Y valga la redundancia estoy a punto de volver a participar en él.  En verdad es gracioso ¿no crees? Tanto tiempo temiéndole a algo para ahora echarme a sus brazos.

- Al menos podrás abrazar también al riguroso premio.

- Ni me acordaba que había premio. -recibió el trozo de manzana que Jake le tendía con la boca abierta, masticándolo cuando Jake lo dejo allí. - ¿Has visto en cuanto dinero esta valorado el trofeo?

-Claro. -aseguró cogiendo un trozo para él esta vez. - Unos cuantos miles de wones para pagarte la matricula del universidad sin sudar. 

- Wow, tiene que ser buena cifra, entonces -Jake asintió, atragantándose sin querer con la manzana. 

- A Wooseok aún le quedarán billetes de lo que ganó el año pasado. -bromeó causando una sonrisa en Sunghoon, después de tragar el dichoso trozo. 

Sunghoon se quedó reflexionando sobre que llegar a un punto de su vida en el que oír ese nombre no hiciese que le temblasen las rodillas cómo para poder reírse de una broma como esa era una de las cosas que más lo llenaban de esperanza. 

- Pues que se guarde un par de esos, porqué este año no va a llevarse absolutamente nada.

- Así se habla.

Los dos chocaron la mano con una sonrisa en los labios.

El abuelo Shim junto a la modista Kim, la mujer más experimentada del pueblo con aguja e hilo, aparecieron por la puerta de la casa.

Al verla sin poder esconder la emoción junto a al abuelo Shim, los dos chicos supieron que era eso que hacía a la modista Kim retorcerse tan entusiasmada.

𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒓𝒆𝒂𝒔𝒐𝒏 ➢ jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora