【36】

499 59 95
                                    

No tuvo claro en qué momento de la mañana se despertó, pero todos los nervios qué pudo sentir al darse cuenta de qué era jueves se apaciguaron cuándo vio en el viejo reloj de pared de su cuarto qué eran las 5:45. Suspiró aliviado dejándose caer de nuevo sobre el colchón, no se había quedado dormido. Menos mal. Aún tenía quince minutos para descansar un poco los ojos hasta que sonara la inevitable alarma.

Se extrañó entonces de no haber ido cómo siempre a mirar la hora en su reloj de muñeca, agarrándose esta para comprobar qué el reloj había desaparecido. Rebuscó un poco con la mirada en su oscura habitación encontrándolo sobre un montículo de ropa qué él no recordaba haber dejado ahí, sobre todo porqué esa sudadera parecía... ¿Húmeda? Entonces, y por supuesto qué no fue por qué una segunda persona se removió a su lado en la cama y la sangre dejó de circular durante un segundo por su cuerpo, Jake recordó por completo todo lo sucedido el día, y la noche anterior. Todo.

Se atrevió entonces de una vez por todas a girar el rostro y con la escasa luz qué había a esa temprana hora en su cuarto cerciorarse por él mismo de qué el chico qué dormía plácidamente arropado con la misma manta qué él era Sunghoon. Era difícil, qué con lo qué habían compartido en los últimos meses, y horas vaya, se tratase de otro chico qué no fuese él. Sería muy difícil qué no fuera Park Sunghoon.

Con esos quince extraordinarios minutos en mente, Jake se permitió apoyarse de nuevo con delicadeza sobre la almohada. Para admirar el tranquilo rostro de su habitual compañero de sueño. Morderse el labio fue por reflejo lo qué hizo al sin remedio quedarse mirando los labios del contrario, y que ahora podía tachar de su lista imaginaria de cosas que probar antes de cumplir los 30. Besar a una persona qué quisiera de verdad. Se separó de él al segundo.

Dios, dios. Había besado a Sunghoon. Había. Besado. A Sunghoon. A Park Sunghoon. Había besado a Park Sunghoon. ¿No había sido todo un sueño, verdad? Se pellizcó la mejilla una vez para salir de aquel sueño y volver a la realidad, pero esta no distaba mucho de lo qué era despertase junto a Sunghoon cómo, ya se podría hablar de costumbre, otras muchas mañanas. Sólo qué, esas mañanas no eran la continuación de haberse quedado dormido en los brazos de Sunghoon después de besarse vete tú a saber cuánto tiempo o de que forma. Porqué no recordaba que había sucedido después de ese beso y se negaba a pararse a pensar en sus habilidades de besador, sólo le faltaba eso.

Cómo su boba sonrisa al mirar a Sunghoon dormir se estaba convirtiendo en agobio por si lo hizo bien o mal en su primer beso, Jake cogió su móvil de la mesita de noche y antes de qué sonara la alarma en un par de minutos empezó a asearse y a preparase para ir a clase. Si iba a rallarse al menos qué fuera ya vestido y listo para aguantar un día más de instituto.

Sunghoon por su parte ignoró un poco la alarma de su propio móvil varias veces cuando esta sonó un largo rato después de que Jake abandonase la cama. Hasta qué inevitablemente tuvo que vestirse medio dormido, porqué no tenía ganas de abrir los ojos todavía, y bajar a desayunar esquivando muebles y paredes con una facilidad propia únicamente de alguien residente en aquella casa. Solo que él lo había conseguido en unas pocas noches despertando en la casa de los Shim, perfecta adaptación al hábitat se podía decir.

Al bajar las escaleras mientras se ataba bien la corbata del uniforme se encontró con Jake desayunando en silencio, qué al verlo allí detuvo los palillos casi en su boca porqué pensó qué se atragantaría.

- Buenos d-

- Voy a despertar a los mellizos. - fue lo qué soltó antes de salir corriendo escaleras arriba esquivando completamente a Sunghoon, quien se quedó atónito al verlo pasar por su lado huyendo de él. Aunque a duras penas había conseguido acostumbrarse a esos ataques de timidez o cómo quisiera qué se llamasen de Jake, pues seguían siendo la mar de impredecibles y molestos. Muy molestos.

𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒓𝒆𝒂𝒔𝒐𝒏 ➢ jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora