-¡¡¡¡¡¡HYUNG!!!! ¡¡¡¡¡¡HYUNG!!!!
Unos gritos desesperados se oyeron por los pasillos del hospital pasadas unas horas desde que Sunghoon había vuelto a caer rendido.
Ya despierto intentó comer, vigilado por Jake a su lado, aún con el nudo en el estómago. El pobre Sunghoon creía que estaba viviendo una de sus pesadillas, sólo que era una tan lúcida que no lo dejaba tranquilo. Sólo que era de verdad.
A cada cucharada que Jake le obligaba a tomar se sentía peor, pero sabía que lo hacía por su bien. Así que no dejó de comer. Tampoco podía dejar de comer, estaba demasiado débil.
Pero aún no lo asimilaba. ¿Cómo hacerlo?
Ni por asomo se figuraba que su madre aparecería. Y menos cuando había estado literalmente saludando a la muerte, lo que no parecía tan irónico sabiendo de su vida en Seúl y las cosas tan horribles que una vez se le pasaron por la cabeza.
No negaría que sentía estar sumido de nuevo en eso. Aunque fuese un poco.
Sabía además que aunque no le había revelado ni la mitad de cosas que lo habían hecho marcharse, lo poco que había logrado decir había atravesado a su madre como miles de flechas. Tenía sentimientos encontrados al respecto.
¿Podía sentirse alguien culpable después de todo lo que le habían hecho sufrir?
Sunghoon suspiró, después de un rato en el qué el meter la cuchara en su boca no era más que un movimiento mecánico. Jake captó el mensaje y posó su mano sobre la suya.
- Ya está, no te fuerces más.
Jake solo era capaz de mirarlo con tristeza y culpa. Después de un rato de haber visto cómo comía casi por obligación abrió la boca para decir algo. Pero aquellos gritos los devolvieron a la realidad a ambos. La realidad de que no estaban solos.
Por la puerta de la sala ingresó el pequeño Jungwon con el pulso acelerado y la cara angustiada de preocupación. Sus gritos cesaron al reparar en ellos en una de las esquina y al ver a sus dos mayores dejó escapar el aire, más tranquilo. Se echó sobre los dos a llorar al instante.
Aunque Sunghoon hizo una pequeña mueca de dolor al no haberse recuperado del todo cuando el cuerpecito del menor impactó contra el suyo, apretó de vuelta a Jungwon. Al igual que Jake.
- Los dos estáis bien, que alivio. - casi gritó entre sus cuellos sollozando, como un bebé.
Pasada la conmoción y lágrimas, Jake separó a Jungwon de ellos.
- ¿Cómo te has enterado, Jungwon?- preguntó Jake, que era el más sano de los dos. Sunghoon también quería saberlo, pero no tenía fuerzas para preguntar. - No se lo he dicho aún a nadie.
Jungwon se separó de ellos entre hipos y limpió sus mejillas, quedándose algo confuso cuando oyó la pregunta.
- Tenía algo que deciros pero ninguno me cogíais el móvil, así que llamé a tu madre. - explicaba aún conmocionado con un pequeño tartamudeo. - Pero quién cogió la llamada fue una de sus compañeras de trabajo. - hipó. - Me dijo que sus hijos habían tenido un accidente. Le pregunté enseguida en que hospital estaban y vine corriendo... !Oh, hyung! !Estaba muy asustado!
Sunghoon sonrió enternecido por la preocupación de su amigo.
- ¿Pero estáis bien, verdad? - preguntó ahora más calmado. Jake asintió, intentando hacer como que no había casi perdido a su novio secreto y conocido a la bruja de su secreta suegra en el mismo día, con un gesto amable.
- Solo heridas leves en el brazo. Pero Sunghoon ahora debe descansar. - por debajo de la manta, Jake agarró su mano. Sunghoon estaba tan ido qué no sintió casi su extremidad, pero el leve cosquilleo lo hizo sentirse protegido de nuevo.
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𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒓𝒆𝒂𝒔𝒐𝒏 ➢ jakehoon
Fanfiction『 𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒓𝒆𝒂𝒔𝒐𝒏 』 Jake ayuda todos los días a sus padres con el negocio, la única pista de hielo del pequeño pueblo costero donde vive. Lo gracioso es que él ni si quiera sabe patinar. Una noche, mientras limpia los pasillos oy...