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Solía dejar las ventanas tapadas con las cortinas para que por la mañana no lo molestase la luz del sol, pero de los eufóricos saltos de sus hermanos sobre su cama para celebrar su cumpleaños no sé iba a librar. Su padre abría la puerta de su cuarto cada año liberando a los mellizos  que saltaban encima suya para después atacarles él con cosquillas. Sin duda ver las feliz sonrisas de sus hermanos era la mejor manera de empezar cualquier día. Era tradición en la casa que los mellizos le hicieran el desayuno a su hermano mayor, suerte para Jake que habían ido mejorando con los años y la ayuda de sus padres. Porqué había llegado a comer cosas quemadas. Pero el desayuno de su decimoctavo cumpleaños se sintió como el de un rey. 

La recibida en el instituto fue muy cálida, no solo por su clase si no por los compañeros de otras clases con los que siempre se había relacionado. Jake era alguien muy querido por su amable y agradable personalidad en el instituto, así que prácticamente todos lo felicitaron al verle por los pasillos. A Jake no le gustaba demasiado ser el centro de atención, pero si era solo un día podía con ello. Contra todo pronóstico, Heeseung fue el primero en llegar junto a su taquilla para abrazarlo. Dijo que había salido de casa antes para asegurarse de ser el primero en felicitar a su mejor amigo. Jake sonrió feliz por el compromiso de Heeseung. Después de él llegaron los demás. Se dejó apretar por el abrazo del oso de K y luego por los pequeños bracitos de Jungwon. Jay también se sumó al festival de abrazos dándole unas palmaditas en la espalda. Cuando llegó el turno de Sunghoon, Jake se quedó plantado en su sitio. Sunghoon también se le quedó mirando unos segundos, pero enseguida se le acercó para abrazarle fuertemente. Los brazos de Sunghoon rodearon su cuello, aunque no fue por eso que su aliento se cortó de repente. Él ya había abrazado a Sunghoon varias veces, pero ser abrazado por él era otra cosa muy distinta. Sobre todo cuando oyó que Sunghoon le decía "feliz cumpleaños" al oído y la piel se le puso de gallina. 

Quiso que el resto del día fuese como cualquier otro. Con algún compañero despistado que le felicitase en la última clase porque se había olvidado, los profesores animando a que toda la clase le cantara cumpleaños feliz en medio de la explicación para matarlo de vergüenza, mensajes de felicitación de su familia de Australia y propuestas de sus amigos para la película que verían esa tarde en su casa. Todo eso sucedió, como en cada cumpleaños. Pero no pudo sacar de su cabeza aquel contacto con Sunghoon. Lo había intentado incluso haciendo todos los ejercicios de matemáticas de dos páginas enteras de su libro, pero aún seguía pensando en sus brazos rodeando su cuello y en lo cerca que habían vuelto a estar sus rostros. Además, y no sabía si le preocupaba o le aliviaba, Sunghoon no parecía darse cuenta. O no quería darse cuenta. Aunque no parecía lo último. Él no era tan ridículo como para montarse una película tan extraña como la que tenía Jake en su cabeza. Sunghoon solo estaba siendo él mismo. Estaba siendo su amigo. Y él solo podía sentirse incomodo a su lado. No quería sentirse así. Quería estar a gusto, como antes. Quería disfrutar de su amigo. No quedarse sin palabras cada vez que le viese o no querer mirarle a los ojos. Estaba siendo injusto con él. Pero no sabía como llevar la situación. Intentaba autoconvencerse de que no le gustaba Sunghoon, pero tampoco sabía que otra explicación podría haber para lo que estaba sucediendo. Y si.. ¿Heeseung tuviera razón? ¿Tan malo sería? Si. Era malo porque ni si quiera sabía que era lo que de verdad estaba sintiendo, y por ello, no podía comprometer a nadie. 

- Ni de coña te vamos a dejar poner una de tus pelis, Jungwonnie. - dijo K sentado en las escaleras de la salida. - Puede que algunos ya tengamos los dieciocho, pero seguro que a Sunghoon por ejemplo le haría ilusión cumplirlos. 

Llevaban sentados en esas escaleras un buen rato, pero todavía no habían decidido que película verían esa tarde. Estaba claro que la debía elegir el cumpleañero, pero les gustaba darle emoción a la cosa defendiendo la película que les hubiera gustado que saliera elegida. Todos los años era así, pero naturalmente siendo el decimoctavo cumpleaños de Jake algo más le esperaba esa tarde. 

𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒓𝒆𝒂𝒔𝒐𝒏 ➢ jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora