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Los exámenes podían haber acabado, pero Jungwon seguía pidiendo indicaciones detalladas y ejercicios extra a su profesor de ciencias. Durante ese primer trimestre había aprendido muchas cosas nuevas sobre su asignatura favorita y la verdad es que cada vez tenía más claro hacia donde quería que lo condujeran todas las dudas y curiosidades que comentaba con su profesor. A Jungwon le atraía la medicina. Puede que nunca se hubiese interesado por ella hasta ese momento, pero sabía que la ilusión que sentía cada vez que aprendía más y más en clase no era ninguna broma. Le haría falta aplicarse más en las otras asignaturas para llegar a la elevada nota que la carrera que quería exigía, pero estaba implicado en ello y el primer trimestre le había ido muy bien. Así que no perdía la esperanza. Sin ir más lejos, su profesor le había ofrecido asistir a un seminario de medicina para principiantes que solo aceptaba a alumnos con verdadero potencial recomendados por los maestros, por lo que Jungwon se moría de alegría por ir. Y más, por contárselo a sus amigos y a sus padres.

Nada más salir de la tutoría con su profesor de ciencias cuando le comunicó la noticia, tuvo el impulso de llamar a su hermana con una gran sonrisa en sus regordetas mejillas. Ignoró el hecho de que saltaría el buzón de voz como siempre que se le ocurría presionar el contacto de Junhye, pero cuando esta descolgó su sonrisa se ensanchó casi haciéndole daño.

- ¡Junhye! ¡Junhye! ¿Sabes qué? ¡Me han ofrecido visitar un seminario de medicina dentro de un mes! - contó con carrerilla muy emocionado sin oír si quiera hablar a su hermana en el pasillo. - ¡Y es solo para alumnos de sobresaliente elegidos personalmente para los profesores! ¿No es impresionante?

- ¿Te han invitado aún qué?- dijo la voz soñolienta de Junhye. Su hermana había estado los últimos días en Seúl haciendo vete tú a saber y Jungwon sabía de sobra que su ritmo de vida no era del todo tranquilo, por lo que no quería ni imaginarse que haría con sus amistades por la capital. Pero eran poco más de las once de la mañana y seguramente la habría despertado con su llamada. Poco le importó de lo ilusionado que estaba.

- ¡A un seminario! Es como una convención, solo que para principiantes. Para estudiantes, básicamente. ¿!A que es genial?¡

- Si si, genial. Enhorabuena. -bostezó. - Compra pollo frito y lo celebramos mañana cuando vuelva a casa por la noche si quieres.

- ¿Qué? ¿E- enserio?- no se creía que su hermana propusiera hacer algo juntos. Sobre todo para celebrar algo importante para él.

- Claro. Cómpralo en el sitio este de la esquina mañana y cuando llegue me cuentas lo del seminario ese.

Jungwon tuvo que detenerse en medio del pasillo pellizcándose para creer aquello. Su hermana quería pasar tiempo con él. Dios, ¡ su hermana quería pasar tiempo con él! Empezó a dar saltitos de la emoción. Pero reparó en un detalle importante. El cumpleaños de Sunghoon. Toda su emoción se fue tan rápido como había llegado a su cuerpo.

- La verdad, Junghye... Es que ya tenía planes para mañana por la noche. - soltó arrepintiéndose sabiendo que su hermana enseguida aprovecharía su negativa para escaquearse del plan que ella misma había propuesto.

- ¿Has quedado con tus amigos?- Jungwon asintió. Extrañado también de que se interesase tanto por él de repente, mencionando incluso a sus amigos. - Guay, son buenos chicos. Entonces....¿quieres que vayamos de compras por la tarde? Puedo llegar antes. Y así eliges tu regalo de cumpleaños.

- ¿De c-compras?¿M-mi r-regalo?

- Si. -contestó ahora más animada. Jungwon oyó como encendía la cafetera. Hacía mucho tiempo que su hermana no bebía por la mañana algo que no fuese el culo de la botella de alcohol de la noche anterior. - Es sábado, vamos con papá y mamá y comemos por ahí. Cogeré el tren de antes y ya está.

𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒓𝒆𝒂𝒔𝒐𝒏 ➢ jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora