𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒓𝒆𝒂𝒔𝒐𝒏 ➢ jakehoon

【58】

- Creo que me estoy volviendo viejo. ¿Sino porqué me da igual que llevemos esperando aquí un buen rato y Jungwon no aparezca? 

- Te da igual porque tú llevas haciendo lo mismo desde que te conocemos. 

- No le hables así a tus mayores, Shim Jaeyun. 

- ¿Qué os ha dado ahora a todos por llamarme así?-no pudo evitar quejarse. 

- Te jode. Entonces me gusta. 

- Sunghoon no te vuelvas a acercar a él, por favor. 

- ¿Qué? ¿Porqué me señalas a mí ahora?

- No hay nadie más excepto mi madre además de ti que me llame así. - se quejó el australiano. - Es mi último aviso. 

- Con Lee Heeseung nunca hay suficientes avisos.

Los cuatro chicos estaban reunidos en uno de los pocos restaurantes del pueblo y suerte que no era famoso por su rapidez para servir las comandas, porque como decía Heeseung llevaban allí un buen rato. La comida se les hubiese quedado fría de haber llegado, aunque en preliminares de verano tampoco hubiesen dicho que no. 

- No le metamos prisa a Jungwonie. No sabemos como a podido irle. - pidió K a los impacientes de sus amigos, al impaciente mejor dicho. Aunque sabía que Heeseung solo lo hacía por entretener a los demás y relajar el ambiente. 

- De todas maneras no es que nos haya dicho mucho. Ni ahora ni en el viaje. - Heeseung removía su bebida. 

- No es una persona que hable mucho, lo sabes. 

- Tenemos varios de esos, tampoco me sorprende. 

- Tu hablas suficiente por todos nosotros, no me preocupo. - K bebió de su propia bebida ante los ojos desafiantes de su amigo. 

- Esta noche nos toca hablar a todos, así que estaremos igualados. 

Jake levantó las cejas al no entender. K por el contrario se encogió de hombros dejando su baso de nuevo en la mesa, al ver la mueca de su amigo también se extrañó y tuvo que preguntarle a Jake. 

- ¿Tú también tienes algo que decir? - asintió. K y Heeseung se miraron curiosos. 

- P-pero no es nada importante. - hizo aspavientos con las manos como loco y fue entonces el turno de Sunghoon para plantarle la vista encima. Tuvo que suplicarle con una mirada discreta que fuera prudente, al menos para no ser el centro de atención hasta que se decidiesen a contarlo. 

- No si al final habrá que pedir el turno de palabra como quien va al mercado para hablar hoy. - adelantó Heeseung. 

- Puede, pero después. - cortó K su fantasía a su lado con el brazo levantado hacia la entrada. - El verdadero protagonista de hoy acaba de llegar. 

Recién llegado en el restaurante, Jungwon se les acercó todavía dudoso de que tan bien se le daría hablar de si mismo con tantos ojos atentos de él. Con pasos lentos alcanzó a sus amigos. 

Pero lo hizo. Habiéndolos convocado a propósito, tuvo que hacerlo. Tuvo que hablar de ello. 

No supo nunca donde estuvo el comienzo, pero desde que sus amigos movieron sus sillas para escucharle mejor le hizo saber que se alegraba de haberle puesto punto final. 

Fue sincero, les contó todo lo que su hermana le hizo. Todo lo que había aguantando y escondido. Desmintió con cada anécdota esa relación de hermanos perfectos que el pueblo y sus padres les atribuían porque si bien creyó que la recuperarían, la discusión de esa tarde no aseguraba otra cosa más que la contraria.