71- El fin nunca es la última parte

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La cena había pasado sin incidentes, pero luego de unas horas, algunos de los invitados ya tenían unas copas de sake encima.
Así que comenzaron a excusarse para volver a sus hogares y no perturbar en demasía la velada para ellos.

Los nervios picaban en las manos sudorosas de Akaashi, quién sentía la mirada inquisitiva de Hatsu en la nuca.

Si había alguien que quisiera que saliera con Bokuto más que ella misma, sin duda era su madre; quién la había visto deprimirse y alegrarse desde el inicio.

Cuando el último ejecutivo en la sala comenzó a tambalearse hacia la salida, la morena supo que había llegado el momento, así que se excuso para ir a su habitación y con manos temblorosas tomó la cajita de terciopelo, envolviendola entre sus delgados dedos antes de regresar al salón con el latido de su corazón acelerado.

-Papá- Le llamó al adulto aún en la puerta -Podemos hablar un momento... Con... Los padres de Bokuto.
Su padre asintió, el rubor en las mejillas producido por el alcohol surcándole el rostro.

-Hatsu
Le llamó a su ex esposa, quién sonreía genuinamente entretenida en su conversación, haciéndole una seña para que pasaran todos a la sala.

La tensión que había iniciado a inundar a la chiquilla, le había subido incluso la temperatura, haciendo que su cara se viera mucho más roja de lo normal.
Podría comenzar a sudar en cualquier momento.

De no haber sido por el delicado tacto sobre su mano, podría haber explotado en su propia preocupación.
La mano de Bokuto entrelazando sus dedos le recordaba silenciosamente que no estaba sola en aquella situación. Que tenía alguien a su lado.

La pelinegra tomó aire antes de alzar la mirada hacia ella.
Si, ya no estaba por su cuenta...

Takafumi y Kentaro se apoderaron de uno de los sillones, mientras Hatsu y Hayate, aún con un poco de distancia entre sí, ocuparon el otro.
Bokuto apretó la mano de Keiji aún de pie.

-Takafumi-san, Kentaro-sama., Mamá, papá...- Comenzó la menor, paseando su mirada entre los adultos en la habitación -Bokuto y yo hemos estado saliendo durante un tiempo.
Pausó un segundo, observando la cara sería de su padre y la palpable emoción contenida de su madre.
-Pero ambas creemos que es importante el que ustedes estén enterados.

Las expresiones satisfechas en los rostros de Kentaro y Takafumi fueron iguales a una brisa refrescante. El ensanchamiento de la sonrisa perfecta del padre de Bokuto y el posterior apretón de mano hacia su esposa le regresó la calma a sus desesperados latidos.

-Es grandioso que al fin se hayan decidido a contarlo.
Dijo el hombre de cabellos claros con toda la sinceridad del mundo.
-Desde que conocemos a Akaashi hemos creído que es una chica encantadora- Dijo Takafumi con sus pequeños ojos llenos de felicidad -Nos sentimos muy afortunados de que Kou haya encontrado a alguien que frene un poco sus desvaríos.

La albina se encogió de hombros, rascándose la nuca con una risa.
-Prometo cuidar de Akaashi igual que ella lo hace conmigo.
Dijo dirigiéndose a los padres de la menor y haciendo una pronunciada reverencia.

-¿Papá?
Preguntó Keiji al ver el gesto neutral de su padre.
Nunca había podido leerlo como a otras personas, así que sus pensamientos eran un completo misterio.
Aquellos ojos grises iguales a los suyos podían significar la tormenta, pero también la calma más monótona de un triste día nublado.

Después de un suspiro y la más tortuosa de las miradas, la voz plana de Hayate se dejó escuchar.
-Keiji es la mejor y más valiosa inversión que he hecho en toda mi vida- Comenzó a hablar con sus términos ejecutivos -Así que espero que nunca la lastimes.

Hug me [BokuAka] Genderbender TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora