Capítulo 64- Ciclo

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Llegaron hasta su calle luego de unos minutos.
Hayate se había mantenido tan silencioso y expectante que era extraño.
Por lo general tendría algún comentario acerca de ponerse el cinturón correctamente o subir la ventana cuando el aire acondicionado estaba encendido. Pero continuaba sospechosamente en silencio.

Aparcaron el auto frente a la entrada y se dispusieron a bajar.
Hatsu oprimió el botón de los seguros, intentando desabrochar el cinturón de seguridad.
Cuando casi se encontraba tirando de la palanca para abrir, fue detenida antes de que consiguiera siquiera poner un pie fuera del automóvil.

—Hatsu— Habló por fin Hayate, mirando a la mujer de cabello claro y girando hacía Akaashi—¿Puedes adelantarte a entrar hija? Llevo tu maleta en un segundo.
Akaashi asintió, abriendo la puerta junto a la acera y bajando aún con sus sospechas.
Hatsu le pasó su colorido llavero para que entrara a casa, sin tener mucha idea de lo que necesitaba su ex marido, pero presintiendo de alguna manera que iba a ser algo igual a lo mismo por lo que habían discutido anteriormente.

La pelinegra tenía curiosidad por saber de qué hablarían sus padres, pero no podía negarse a bajar del auto, así que abrió apenas la puerta de la casa, quedándose junto a la ventana en espera de recibir alguna pista en el comportamiento de sus padres, pero era imposible adivinar sobre que hablaban luciendo tan tranquilos en sus asientos.

Hayate suspiró largamente, sintiendo realmente la asfixia en el pecho de los últimos minutos. Se quitó las gafas, luciendo consternado mientras miraba al techo del auto.
—Si fuera un chico, de ninguna manera pensarías en comprarle una cama matrimonial para que durmiera con ella.
Le dijo seriamente, pero sin inmutarse como en otras ocasiones que sacaba el tema. A Hatsu sin embargo, el cambio de reclamaciones realmente le refrescaba. Al menos podrían hablar de su hija y no de ellos.

—Bueno, no es como que tenga que preocuparme de un embarazo— Logró desabrochar el cinturón de seguridad por fin —Tardas un poco, pero al final te acostumbras.

Pensó con nostalgia en las primeras veces que pilló a Akaashi mirando fotografías de la otra chica en su teléfono, luciendo tan perdida y ensimismada con la pantalla del móvil que apenas y se daba cuenta que había dejado la puerta de su recámara abierta.
Sonrió con ternura.

—Además, Bokuto es una buena chica. Es linda, amable... Quizá un poco torpe y ruidosa, pero prefiero mil veces ver a Keiji salir de su agujero cuando está con ella— Dijo recordando los días depresivos de Akaashi hacía apenas un año atrás —Me recuerda a cuando era más pequeña... El que puede sonreír de vez en cuando ahora me alegra mucho.
Y realmente era sincera, entre la depresiva imagen de su hija rota le hacía dile el pecho. Sentir que su gato ya no era su único amigo le hacía genuinamente feliz.

Hayate por su parte, no parecía tan convencido. Buscó en el bolsillo de su chaqueta un pequeño pañuelo para limpiar las gafas que aún tenía en la mano.
Batalló unos segundos con el cristal empañado hasta que Hatsu tomó con cuidado el armazón y comenzó a limpiar ella misma el cristal.

—A veces me olvido que tiene 16 años— Admitió ella inconscientemente —Me gusta que sea madura, pero no quiero que sea un adulto, quiero que viva su vida como cualquiera.
El hombre realmente parecía pérdido en sus pensamientos, hilando cosas en su mente sin conseguir concretar una idea.
—Lo entiendo... Pero me refiero a que si quiere seguir con esa forma de vida, no puede solo tener los beneficios.
¿Ser lesbiana era una forma de vida? Aún le faltaba conocer unas cuantas cosas si pensaba así.
Pero si escuchando podía tener un mejor panorama de la forma en que pensaba Hayate, le daría al menos una oportunidad.

—¿Beneficios?— Preguntó extrañada —No voy a decirle con quién puede salir y con quién no...—
Le entregó las gafas y el pañuelo que enseguida el hombre se dispuso a colocar en su respectivo lugar.
—Tsun-tsun, no me estás entendiendo.
Acomodó los lentes sobre el puente de su nariz. El shock momentáneo de Hatsu ante el mote cariños, permitiéndole continuar con su aclaración.
—Está bien que Keiji quiera salir con esa otra chica, es su desición— Dijo con firmeza aunque un poco dudoso —Pero quiero que haya reglas. Cómo las tendría con cualquier otro novio.

Hug me [BokuAka] Genderbender TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora