Hug me [BokuAka] Genderbender TERMINADA

28- Escuchame

—Ne, Akaashi— Llamó una de las chicas después de la práctica —Yuki quiere hablar contigo.
La pelinegra asintió terminando de estirarse.
La práctica la había dejado agotada, sus piernas dolían por todo el esfuerzo  extra que el entrenador les había pedido ahora que el campamento estaba a la vuelta de la esquina.

Afuera, el día había terminado y el manto de estrellas ya cubría el cielo. El viento frío se sentía bastante bien sobre el abrazador calor que caracterizaba los días de verano en Tokio.
¿Qué querría la capitana? Ella solo quería irse para dormir todo el fin de semana.

Se habían extendido bastante por ser fin de semana, quizá debía llamar a casa para avisar. Lo único que quería era volver a casa.

Miró hacia Bokuto, la chica seguía haciendo remates mientras Fuko y el entrenador la instruían.
Nunca iba a terminar de entender como era que podía continuar entrenando incluso después de la extensión de la práctica. De hecho, había notado bastante ánimo de su parte desde que habían anunciado el próximo campamento, probablemente, también lo era por la noticia de ser capitana.

A la de ojos grises no le sorprendía, Bokuto tenía el material para aquel puesto. Ver su esfuerzo duplicarse solo comprobaba aquello.

—Bokuto-san— Le llamó apenas pudo tener una pausa —Iré a ver a Yuki-san y después regresaré a casa.
La rematadora asintió, dando un sorbo a su botella. El sudor le corría desde la frente en pequeñas gotas.
La pelinegra recogió sus cosas, yendo directamente hacia el salón del club para ver a la capitana. Bokuto por su parte, continuó perfeccionando los detalles que tanto Fuko como el entrenador observaban de su remate cruzado.

Los minutos pasaban y cada vez más personas se marchaban del recinto, pero la albina seguía intentando golpear con mayor fuerza el balón.
No fue sino hasta que el entrenador abandonó el gimnasio, advirtiéndole que debía irse pronto que la albina consideró el abandonar de una buena vez el balón.
A la chica no le agradaba aquella idea, ya que, al ser viernes, podía quedarse hasta tarde, pero debía obedecer las reglas, además, su hombro comenzaba a doler.
iba a tardar en acomodar y limpiar el gimnasio por sí misma, pero hacía mucho tiempo que no lo hacía. Practicamente, desde que Akaashi se quedaba ayudándole, volver a los tiempos en los que había estado todo el primer año era extraño.

Algunos otros clubes también entrenaban hasta tarde, entonces podría irse antes que ellos si se daba prisa.

Para cuando consiguió cambiarse, las puertas de los recintos cercanos ya se habían cerrado y en el gimnasio solo quedaría ella.

Miró su teléfono, en verdad era bastante tarde. Iba a marcar el número de su padre por si acaso, pero la llamaron desde fuera.
—Hey, Bokuto ¿Sigues aquí?
Escuchó aquella voz masculina adentrándose en el vestidor.
No era algo extraño que los chicos entraran cuando ella era la única que quedaba dentro, pues de no recordarle que debía regresar a casa, podía pasar toda la noche mirando el techo.
Le había pasado... Muchísimas veces...
—¡Ya voy!

Si se daba prisa, aún podría alcanzar el autobús de las 10:00 para llegar antes a casa y no tener que caminar sola a esa hora.

No tendría quien la acompañara a casa y se preguntaba si Akaashi habría regresado con bien, porque era la primera vez que terminaban tan tarde.
—¿Bokuto?
Giró apenas la mirada mientras se encargaba de guardar todo dentro de su mochila sin olvidarse de nada, cuando pudo ver una vez más al molesto chico del equipo de baloncesto.
No iba a enfadarse, no estando tan cansada. Furita tendría que buscar alguien más para molestar.
—Estoy terminando, hoy voy a cerrar.
Colocó el bolso tras su espalda, pero terminó siendo acorralada por los brazos y el cuerpo del chico.
—¿Acaso los rumores son ciertos?
Los ojos confundidos por la sorpresa fueron la respuesta para el chico, que continuó aclarando.
—¿Tu nuevo novio es ese chico que parece delincuente? ¿El de Nekoma?
Bokuto levantó una ceja sin entender, luego se relajó al lograr hacer la conexión.
—¡Oh! ¿hablas de Kuroo?— Sonrió ante el cuestionamiento —En realidad está algo así como coladito por mi y me gusta salir con él, pero no es mi...