59- Crecer

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Llorar sumergida en la tristeza no podía resolver todos sus problemas, así que la chica había encontrado un poco de distracción en sus pendientes escolares una vez que había podido tranquilizar su llanto.

Para cuando la última explicación del sistema de Krebs había sido plasmada, se estiró sobre el escritorio, descansando los ojos un minuto antes de que el sonido de la puerta siendo golpeada con suavidad la distrajera.

—¿Keiji?
La melena castaña de su madre se asomó con cuidado, pidiendo autorización silenciosa para pasar.
—Tu padre se ha ido hace poco y la cena está casi lista.
Akaashi miró a la mujer desde el borde de la recámara con una incomodidad creciente.
¿Tenían que hablar del tema?

Algunas veces ya se había sentido incomoda al hablar con Hatsu de algo, pero de alguna forma, aquello se sentía distinto.

—Tu padre y yo hemos hablado un poco... Creemos que lo mejor para todos es volver a vivir juntos.
Se sentó sobre la cama, con las manos sobre su regazo.
—Si todo sale bien, podremos encontrar la forma en la que las cosas funcionen...

Akaashi se giró sobre la silla, quedando de frente a su madre. La expresión intranquila en su cara, delataba completamente el poco ánimo que la situación le provocaba.
—No entiendo cómo es que aunque lo sigues amando, no quieres volver con él.

Hatsu suspiró, comenzando a jugar con sus dedos discretamente.
—Aún eres joven para entender mis razones.
—No soy una niña mamá—Habló firmemente —Papá te quiere y tú lo quieres a él. No hay otras personas entre ustedes, ni tampoco algo que les impida estar juntos.
—Cariño, a veces...
—¿Puedes vivir bajo el mismo techo que él aún sabiendo que va a insistir todos los días para que vuelvan a estar juntos como lo hace cada vez que cruzan palabra?

La mujer negó. Sus ojos fijos en la alfombrilla junto a la cama. No quería hablar con su hija del triste pasado que las había orillado hasta aquel punto a ambas.
Pero Akaashi no parecía nada interesada en cambiar el tema, así que, tomando aire para poder continuar, intentó explicar sus razones.
—Hay algunas cosas que debes entender hija... No todo se resume en querer volver a estar con alguien que defrauda tu confianza— Sintió las lágrimas picar en sus ojos, pero no lograba entender por qué debía llorar por algo así en ese punto —Tu padre guardó ese secreto por tantos años que no puedo evitar pensar en qué otras cosas podría omitir cuando estamos juntos... y no puedo vivir con ese sentimiento todo el tiempo.

El temblor en su barbilla delataba el enorme costo que el articular le estaba costando, pero la determinación en su mirada hacía evidente que de verdad eso era justo lo que quería decir.

—¿Por qué tenemos que ir con él entonces?
Preguntó la chica de cabellos oscuros. Comenzando a sentir un poco de lástima por la complicada vida adulta.
No podría imaginarse tener a Bokuto frente a ella, la persona que amaba y que le amaba, pero simplemente no poder ser felices por un estúpido error.

—No voy a hacer que te quedes tú sola para que yo pueda ir a trabajar.
La voz de su madre bajó unas octavas. Haciendo que Akaashi comenzara a hilar los motivos entonces.

—No puedes pensar en mí todo el tiempo. Ya has estado toda mi infancia cuidandome y olvidándote de lo que querías hacer— Fue hasta ella en la cama, sentándose a su lado —También tienes sueños mamá... Y lo entiendo.

Hatsu fingió mirar hacía el borde de la cama, limpiando discretamente las lágrimas que habían comenzado a correrle por las mejillas.
—¿Podrías vivir con tu padre por tu cuenta un tiempo?

Akaashi asintió, habiéndo notado toda la acción, pero haciendo oídos sordos al suave timbre lloroso y recargándose sobre su hombro.

—Podemos comprar un departamento pequeño para cuando estés en Japón y así no tendrías que vivir con nosotros.
Intentó darle opciones, ya que lo que menos quería era ver a la mujer que le había dado la vida sufrir de aquella manera por algo tan simple.
Quizá se estaba ahogando en un vaso de agua como su psicóloga le había dicho a ella tantas veces.
Quizá no podía ver más allá del túnel, en el que solo había dos opciones y no se percataba de todos los caminos posibles que podía elegir.

Hug me [BokuAka] Genderbender TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora