El viento del otoño comenzaba a soplar las últimas hojas en los árboles. Las pocas que quedaban habían comenzado a desprenderse por la próxima llegada de la nueva estación.
El equipo había pasado las eliminatorias y ahora, ya que habían clasificado oficialmente, debían darles un descanso bien merecido a sus cuerpos, antes de que el entrenamiento serio volviera a retomarse.
Además, los exámenes de mitad de curso también estaban cerca.
Estudiar para mantener el nivel era algo importante, al menos para poder continuar en el club.Esa tarde, las chicas de tercer año habían recibido a todo el equipo con un par de cajas esparcidas por el suelo, anunciando la llegada de los nuevos uniformes.
Un brillante número uno tintado en negro sobre la espalda de Yuki hizo sonreír a la chica de mechones bicolor. Sabía que se había ganado el título para ser capitana y estaba orgullosa de serlo a pesar del rubor en sus mejillas cuando había visto la camiseta.
Bokuto no había pensado mucho mientras él resto del segundo año tomaba las prendas al azar, mirando la talla y abriendo los empaques entre risitas, ella simplemente había tomado un paquete del montón, mirando los números impresos en las etiquetas.
Alzó la cabeza cuando una melena castaña se inclinó a su lado.
—¿No tomarás el 12?— Preguntó Fuko con su serena mirada sobre el papel de envoltura traslúcido —Creí que querrías mantener el número de camiseta de tu primer año.
Bokuto negó. Aquel número no significaba mucho de todos modos.
Abrió el paquete sin prisa, una conducta extraña para ella, pero que ocurría cada año. Si había algo con lo que Bokuto fuera alguien sería, era con lo relacionado al voley.
Abrió el empaque, estirando la prenda y admirando mejor el gran número 4 estampado.Giró la cabeza, buscando con los ojos la aprobación de su elección con Yuki, quién le sonrió en respuesta.
Bokuto cruzó la mirada entonces con Akaashi, quién aún buscaba su talla entre las cajas.
—¿No hay nada de S ya?
Preguntó Bokuto invadiendo su espacio personal. A la morena ya ni siquiera le incómodaba, parecía haberse acostumbrado a la proximidad de la mayor.
La albina comenzó a buscar también, dejando deber su cabeza su propia camiseta, llamando la atención del resto del equipo, quienes también comenzaron a buscar entre las etiquetas.
—Por eso les dije que tomarán medidas antes.
Dijo Fujimoto ayudando a buscar entre las cajas.
—¡Lo siento! Este año ha sido un caos— Se disculpó Yuki —Hice el mismo pedido que el año pasado para cada una. Estoy segura que agregamos un S para Akaashi.Entre los pocos uniformes que quedaban, Akaashi por fin encontró una de las camisetas con un pequeño "small" en la etiqueta, mirando a las demás para informarles que lo había encontrado, haciendo que Yuki pudiera por fin respirar.
Al abrirlo, le prestó atención por fin al número marcado en la parte trasera.
Un bonito 5 en la espalda que recorrió con los dedos.Una vez terminada la repartición, llegó el momento de probarse los uniformes, finalizando con una fotografía grupal como evidencia para los recursos del club que sería entregada al director junto a las facturas con los costos.
******
Al terminar la práctica, estaban decididas a celebrar que el viernes había llegado y tendrían el primer fin de semana libre de entrenamiento en mucho tiempo.
Bokuto saltaba de aquí a allá, irritando como siempre a las pocas jugadoras que habían aceptado el seguirles el juego a las capitanas de ir por un helado.
—Ayer vi uno de los partidos de práctica de un equipo de secundaria de hace unos dos años— Hablaba animadamente la albina —Y hay una chica que deberían ver ¡Es genial!
—No ahora Bokuto— Le dijo una de las mayores, esperando erróneamente que guardara silencio.
—No recuerdo como se llama— Se tocó la mejilla, parando momentáneamente y quedándose atrás.
—Oye, Akaashi— Dijo Fuko intentando cambiar el tema —Los parciales inician la próxima semana. A algunos de los de primer año les parece aterrador ¿Cómo lo llevas?
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Hug me [BokuAka] Genderbender TERMINADA
Fanfic¿Y si fueran chicas? Bokuto era feliz con su vida, al menos hasta que Konoha le insinúa que no tiene amigas fuera del club de volley. Akaashi tiene un propósito claro después de haber ingresado a Fukurodani: Recuperar su vida. He aquí la historia de...