Regresar a la escuela luego de aquella tarde, había sido extraño.
Era poco usual, pero ambas parecían tener otro tipo de conexión después de que Bokuto había podido hablar con alguien sobre sus sentimientos.En la cancha estaban más sincronizadas, una simple mirada y sabían que hacer.
Fuera de ella, seguía todo como los primeros meses de haberse conocido.Hablaban durante el almuerzo y pasaban la tarde en casa de Bokuto de vez en cuando.
Todo era igual que siempre, una amistad de lo más normal entre dos chicas de 16.
Claramente, hasta que se encontraban fuera del foco de atención de los demás...Habían tomado la extraña costumbre de besarse en todos los sitios donde les era posible tener algo de privacidad, aunque fuera por unos minutos.
En los vestidores, no era raro que la mayor apoyase a Akaashi contra la puerta y se dieran el lote hasta terminar con la respiración agitada.
Nunca habían llegado a más, pero los meses pasaban y cada día era menos el tiempo que podían pasar una sin la otra.Los baños del aula de segundo, eran el lugar entre clases perfecto cuando Akaashi sentía la necesidad de ver a la mayor. Bokuto sólo necesitaba ver desde el pasillo la corta cabellera para levantar la mano y salir del salón de clases directo a los cubículos donde la morena la esperaría con ansias.
Aquello pasaba y simplemente hacían como siempre. Era como un acuerdo silencioso.
Justo como la primera vez que había pasado...Algunas veces, cuando se topaban sin nadie al rededor o después de clases, mientras bajaban por los módulos, con la debida cautela, podían conectar sus labios rápidamente en medio de las escaleras.
No hablaban del tema después de hacerlo, pero con una simple mirada, tanto una como la otra sabían que se necesitaban.Sin duda, visitar la casa de Bokuto, sin la supervisión de un adulto en ella, resultaba hasta cierto punto peligroso, porque siempre conseguían subirle el tono estando en la habitación de la chica —O en cualquier otra parte de toda la casa—, porque, al fin y al cabo, no había nadie cerca mirándolas.
Habían empezado a controlarse la una a la otra, frenándose con todo el dolor de su corazón cuando las cosas iban a más y las manos se colaban entre la ropa o los besos se iban de los labios al cuello.
Esa tarde, Bokuto estaba mucho más participativa que otras ocasiones.
Por lo general era impulsiva, pero terminaba tan sonrojada luego de que la lengua de Akaashi apenas le tocaba la piel que era imposible que continuarán sin que la mayor sufriera un ataque cardíaco.Pero Kotaro estaba receptiva y comenzaba a pillarle el truco a la forma en que conseguía que Akaashi cueveara la espalda mientras se besaban y sus dedos tocaban la piel sobresaliente entre la blusa y la falda.
—¿Akaashi?
Le llamó la mayor, irguiendose sobre su propio peso en la cama para darle un poco de espacio.
Tenía las mejillas enrojecidas y la cara acalorada. La menor sobre la cama con una expresión totalmente avergonzada mientras la observaba.La albina se acomodó mejor sobre ella, empleando la fuerza en sus brazos para no dejar todo su peso sobre la otra mientras se hundía nuevamente en un beso.
Un poco de jugueteo no estaba mal, una pequeña mordida en el labio, el botón de la camisa saliendo del ojal uno por uno.
La ropa interior de la morena había quedado expuesta por unos segundos, pero en el intento fallido de Bokuto por tomar una mejor posición terminó con la rodilla de Akaashi contra su abdomen.La fuerza avasalladora con la que la había hecho perder el aire terminó por hacerla caer de la cama.
Se levantó apenas un segundo después sujetándose la barriga, confusión en su rostro mientras intentaba pedir una explicación por aquella reacción.
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Hug me [BokuAka] Genderbender TERMINADA
Fanfic¿Y si fueran chicas? Bokuto era feliz con su vida, al menos hasta que Konoha le insinúa que no tiene amigas fuera del club de volley. Akaashi tiene un propósito claro después de haber ingresado a Fukurodani: Recuperar su vida. He aquí la historia de...