La melena bicolor parecía más cabizbaja que de costumbre andando por los pasillos persiguiendo a una chica que nunca terminaba de aparecer.
Los días iban siendo cada vez más solitarios para la chica.
Primero, entrar a la escuela y no tener con quien hablar, pasando sola el almuerzo. Akaashi ignorándola durante los entrenamientos y finalizando con su llegada a casa en donde nadie la esperaba, estaba volviendo loca a la chica.Gracias a Kuroo había pasado sus exámenes, además de que era quien le ayudaba a pasar algo de todo el tiempo libre que tenía.
No era algo fuera de lo común en su rutina los primeros días después de que los chicos del equipo masculino habían optado por distanciarse, solo que una vez que había conocido a Akaashi, había perdido por completo la costumbre de estar sola tanto tiempo.
Podía hablar con las chicas del club, pero no era lo mismo. Ellas tenían sus propios asuntos y eran contadas las ocasiones en que en realidad podían detenerse a hablar.Lo estaba pasando bastante mal, a decir verdad.
Para colmo, el timbre que anunciaba el descanso acababa de sonar.
No había dejado ningún trabajo incompleto que hacer para disimular el que se quedara en su aula a almorzar sola. No tenía idea siquiera de como pasar aquel tiempo.Y ahí, mientras pasaba un rato terrible, con lágrimas en el borde de sus ojos, fue que el apareció.
Casi siendo iluminado por farolillos después de semanas sin dirigirse la palabra.—He visto que... No la has pasado muy bien últimamente — Se rascó la nuca, mirando hacia otro lado —¿Podemos hablar?
Los ojos desconcertados en la de piel pálida lo hicieron dudar, pero no retrocedióBokuto entendió entonces que podía hablar realmente con alguien, que podría contarle todo a un amigo y salir de aquellas dudas que estaba teniendo.
Y todo se iluminó para ella entonces.
Dejó de lado su almuerzo y entrelazó los brazos hasta el cuello del chico, obligándolo a encoger el cuerpo para que los delgados dedos pudieran entrelazarse en su cuello.
Algunas lágrimas le escaparon entonces, cayendo silenciosamente mientras él extrañado chico se shockeaba un poco.
Estaba rígido, pero una vez que pudo notar la sinceridad en aquel abrazo, también se dejó hacer. Posicionando su frente entre el hombro y el cuello de la chica que tenía planeado soltarlo por unos segundos más.
Se habían extrañado. Más de lo que ninguno iba a mencionar después de eso.|——————————|
—¿Sabes Konoha?— Dijo mientras vagueaban en el césped de la escuela —Me gustaría tener una amiga... Sólo una...
Una risa sarcástica fue lo que obtuvo como respuesta.
—Creía que eramos amigos, tonta.
Le respondió el chico, fingiendo estar ofendido, mientras continuaban mirando las nubes con las manos en la cabeza.
Bokuto suspiró.
No necesitó decir más, porque Konoha entendía a que se refería.Ellos estaban bien. Pero Bokuto necesitaba otras cosas que él no podía ofrecer con su amistad. No le molestaba el saberlo.
—Escuché que habías conseguido hacer ir a tu casa a la armadora de primer año.
Un simple "Mjum" fue lo que obtuvo como respuesta.
—También oí que se han peleado.
Un puchero en los labios de la albina fue toda su respuesta.
El rubio sonrió para sí mismo, observando sin cuidado la copa del árbol que les daba sombra.—A veces eres tan simple— Volteó a verla —¿La consideras tu mejor amiga y ella no lo hace?
Preguntó, tanteando el terreno que estaba por pisar.—Creo que no se trata de eso esta vez.
—¿Te ha presentado a su mejor amiga?
—No.
Konoha volvió a mirar al cielo, pensando en que otra cosa podría ser, pero no se le ocurría nada. Ser brillante no era precisamente lo suyo, pero por eso se entendían tan bien.
Aún así, lo intentó, pensó alguna otra cosa, pero la chica habló primero, sin darle tiempo a sus especulaciones.
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Hug me [BokuAka] Genderbender TERMINADA
Fanfic¿Y si fueran chicas? Bokuto era feliz con su vida, al menos hasta que Konoha le insinúa que no tiene amigas fuera del club de volley. Akaashi tiene un propósito claro después de haber ingresado a Fukurodani: Recuperar su vida. He aquí la historia de...