El ruido de fondo de la casa era igual que siempre, pero la tensión que sentía Akaashi sobre los hombros era indescriptible.
Sentía la exagerada presión en el pecho asfixiarla.
Hablar de los derechos y libertades de las personas en su vida sentimental era una cosa, ver el concepto que tenía de su madre desvaneciéndose en el aire la abrumaba un poco.
Había escuchado de los múltiples tipos de parejas que podían formarse, pero nunca se había planteado el que alguno de sus padres formara parte de una.No era que el asunto le molestara, al contrario, le alegraba de cierta forma el que su madre siguiera las mismas enseñanzas que algún día le había enseñado acerca del amor.
Recordaba con nostalgia los días en que se martirizaba a sí misma porque le gustaba Bokuto y como su madre simplemente le animó a acercarse a ella.
Pensaba que, si de alguna forma, su madre podía vivir al menos un poco de la maravillosa sensación de amar como le sucedía a ella con Bokuto, los lineamientos sociales salían sobrando.
Tomó aire, dispuesta a subir a su habitación para arreglar las cosas que necesitaría para la escuela.
Tomó su maleta y fue entonces cuando la sensación vibrante del teléfono al fondo de ésta le tomó por sorpresa.
Miró la pantalla, no teniendo el tiempo suficiente para atender.
Apenas conectó el wifi a la red, un sin fin de mensajes inundaron su bandeja, alcanzando a ver únicamente el nombre de Bokuto y mil caritas tristes en cada mensaje.Iba a responder, pero el sonido de advertencia sobre la carga del teléfono la obligó a posponer el mensaje, optando por subir a su recámara y organizar primero sus cosas.
Buscó el cargador entre sus pertenencias aún en la maleta en cuanto consiguió estar su habitación, justo al tiempo que el teléfono comenzó a vibrar nuevamente.
Respondió con prisa, advirtiendo que se trataba de algo importante si había tanta insistencia por contaxtarle de parte de Bokuto.
Apenas había podido decir media palabra del saludo cuando la voz lloriqueante desde el otro lado de la línea comenzó a hablar tan rápido que apenas había conseguido escuchar el largo "Akaaaaaaaaashiiiiii" distorsionado entre los mocos y la nariz congestionada.
—Bokuto-san ¿Estás bien?
Atinó a preguntar mientras conectaba el enchufe a la pared, alejando el móvil un poco de su ahora sensible oído.—Les conté que estaba saliendo con alguien.... Y no se sorprendieron... Papá dijo que ya lo sabían...— Tomó un segundo para limpiarse los mocos sonoramente —Y mamá dijo que también tenían una noticia, y pensé que iba a quedarse más tiempo en Japón, y luego recordé que ya tenía los boletos para su vuelo, y, y ¡Aghaaaaaaashiiiii!
La menor no conseguía hilar nada de los afligidos berridos de la otra. Suficiente tenía ya con su cabeza abrumada y Bokuto llorándole en la oreja sin explicarse no hacía mejor el asunto.
—Papá dijo que tenían "una persona especial"— Comenzó de nuevo —Mamá dijo que ya la conocía, pero que podría ser un poco complicado porque...
El claro llamado desde el fondo sonaba como si estuvieran golpeando con insistencia la puerta.
—¿Tú lo sabías?
El sonido al fondo se hizo más intenso, como si alguien acabara de entrar a la habitación.
El sonido distorsionado y el volumen bajo probablemente se debían a qué Bokuto había metido el celular bajo la almohada o algo parecido.Akaashi podía escuchar las voces discutiendo, pero el sonido era tan bajo y mezclado que no conseguía descifrar el motivo de la discusión.
Frases cortas como "no nos corresponde decirlo" o "ten cuidado con lo que haces" no le daban contexto, pero de un momento a otro la línea se quedó en completo silencio.Pasaron treinta segundos en los que la menor podía escuchar únicamente su respiración, sin tener el valor suficiente para hablar o cortar la llamada: Pero Akaashi no podía simplemente colgar. No sabía que estaba pasando, pero cada fracción de segundo que pasaba le hacía doler el estómago.
Cuando el sonido de interferencia sonó una vez más y la voz suave desde el otro lado preguntó si seguía en la línea, pudo volver a respirar.
—¿Akaashi?Asintió, casi como si Bokuto pudiera verla antes de soltar de golpe el aire que no sabía que había estado conteniendo.
—Mis padres están saliendo con tu mamá... Como una pareja— Dijo en el tono más triste del mundo, como si su voz se quebrara en busca de una respuesta —¿Tú lo sabías?La línea volvió a quedar en silencio.
La corriente helada que le atravesó la columna a la menor la dejó paralizada.
La respiración llorosa de Bokuto esperando una respuesta desde el otro lado.¿Cómo? Quería preguntarle, pero el sonido de su voz no conseguía pasar de sus cuerdas vocales. No podía articular, ni tampoco dar una respuesta coherente.
—¿No lo sabías?
Preguntó por fin la albina, consiguiendo controlar el tono mocoso de su garganta.
Akaashi negó, sin darse cuenta todavía de que era imposible que la albina le viera.Escenas de su madre junto a Takafumi en el restaurante pasando por su cabeza una y otra vez.
¿Era ella? ¿Su madre estaba saliendo con ella? Eso significaba que la parte que faltaba era... Bokuto ya se lo había dicho: "Sus padres".
Ni en el mejor guión de teatro se podía concebir tal cosa ¿Verdad?
El hombre bonachón y la decidida modista que Akaashi tanto admiraba podían ser de alguna forma ¿Pareja de su madre? Realmente... ¿Su mamá estaba teniendo una aventura con ellos?
El triángulo amoroso en su cabeza le hacía explotar las neuronas.
¿Cómo carajos se había dado aquello?Los flashes de Kentaro y Takafumi llevándose bien en todo sentido le nublaban el pensamiento.
¿Su madre era algo así como una amante? Después de todo ese tiempo ¿Hatsu estaba volviéndose loca de soledad?
Lo dudaba.—¿Amor?
Escuchó claramente, saliendo por fin de su trance.
—¿Qué?
Una delicada risita viniendo desde el otro lado le hizo prestar atención.
—Vaya... Te he estado llamando por todos los nombres que se me han ocurrido, pero hasta ese has respondido.
—Me dijiste...
Su estómago se contrajo en una sensación extrañamente pero placentera.
¿Amor? Era la primera vez que Bokuto usaba un mote cariñoso con ella... Pero ni la emoción creciente por el apodo consiguió frenar los divergentes pensamientos de Bokuto.
—Pero ese no es el punto— Continúo con un tono serio —No tengo idea de que pensar al respecto.
—Bokuto-san ¿estás segura de lo que estás diciendo?
Preguntó antes de que la cabeza le fuera a explotar.
—Mis padres no querían que te lo dijera, porque Hatsu-san... Tu mamá no sabía cómo contártelo aún.
—No, no... Está bien— Dijo masajeando su frente —Algo me ha contado hoy sobre una relación, pero no tenía idea que se trataba de tus padres.
Se mordió el labio inferior, dándose cuenta de lo realmente malo que eso podría ser para su aún muy reciente noviazgo.
—¿Cómo se tomaron lo que les dijiste?
Preguntó la menor
—No fue la gran cosa, están de acuerdo. Ni siquiera se molestaron por ocultarselos.
Extrañamente, Bokuto no se escuchaba nada conflictuada con la situación, si acaso, le daba a entender que su preocupación giraba en torno a lo que ella misma pensará de la situación.—Bokuto-san. Sé que algo me habías contado ya pero, ¿Realmente crees que sea muy grave el que nuestros padres salgan?
—¿Para ti no?
Oh... Quizá la situación iba a ser difícil de lo que se había imaginado en un principio.—Realmente...— Suspiró largamente, siendo completamente conciente de que lo que iba a decir podía ser equivalente a una bomba para la albina. —Creo que no me corresponde el juzgar a ninguno de ellos... No mentiré diciendo que es un proceso fácil de asimilar pero... No soy nadie para decirles que deberían o no hacer.
Dijo de una sola vez.Esperó unos segundo por la respuesta, escuchando un largo suspiro, entendiendo que quizá la albina tenía demasiadas cosas que pensar.
—No estoy de acuerdo con la forma en que eso funciona... De la forma en que se suponga que lo haga.
Un vuelco en el corazón de Akaashi le causó tanto dolor que incluso tuvo que inclinarse un poco.—Pero ya lo dijiste tu anoche... Eso no me da el derecho a opinar sobre como lleven los demás su vida.
Keiji casi podía visualizar a Bokuto hecha un ovillo en su cama.
—Lo que realmente me preocupa...— Dijo la albina con un tono tan triste que parecía que iba a dar la noticia más desgarradora del mundo —Si eso no funciona para ellos... No quiero que vayan a alejarme de ti...
Y tan solo eso bastó para que un extraño sentimiento se instalara en el estómago de la menor.
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Hug me [BokuAka] Genderbender TERMINADA
Fanfic¿Y si fueran chicas? Bokuto era feliz con su vida, al menos hasta que Konoha le insinúa que no tiene amigas fuera del club de volley. Akaashi tiene un propósito claro después de haber ingresado a Fukurodani: Recuperar su vida. He aquí la historia de...