Loubby o Pacosita - "Me gustas"

"Los Clones Rojo y Azul"

Treinta minutos antes del desastre.

Hugo: ¿De verdad no queda una copia de la enciclopedia de las plantas más venenosas del mundo? Es para herbolaria – rogó.

La señora Emily Plumifera, la encargada de la biblioteca del campus negó con la cabeza y Hugo se golpeó la frente con el escritorio a modo de resignación.

Necesitaba ese libro para la clase siguiente ¿Cómo es que se le había olvidado pedirlo con una semana de antelación? Él nunca olvidaba esa clase de cosas. Tenía una agenda organizada e impecable. No quedaba de otra, tendría que ir y hablarle a Violeta para ver si compartía su libro. Ambos llevaban sentándose juntos un buen tiempo, a Hugo le gustaba violeta, no era una chica pomposa y era centrada en sus estudios, siempre tenía una respuesta inteligente para sus comentarios y horriblemente estaba enfadada con él y Hugo ni siquiera sabía por qué.

Un día solo le había dejado de hablar y si era sincero echaba de menos charlar con ella.

Sin notar que estaba caminando hacia los estantes – igual necesitaba el cuadernillo de cálculo - una chica que jamás había visto se le paró en frente y con un rostro aterrador comenzó a inspeccionarlo de arriba abajo sin decir una palabra, le extendió los brazos le palmeó la espalda y lo rodeó tantas veces que hasta lo mareó. Al final le tomó el rostro con ambas manos y Hugo enrojeció pensando que iba a besarlo. La chica en cambio le soltó un chasquido en la nariz y le dejó ir.

Hugo: Así que... ¿necesitas algo?

Desconocida: (Cruzada de brazos) Necesito que vengas conmigo.

Hugo: Bueno, el siguiente bloque está por comenzar así que no creo que pueda...

Desconocida: Escucha rojo, vas a venir conmigo o me las idearé para llevarte, ahora camina.

Hugo se le quedó viendo sin comprender y le dejó empujarlo hasta la salida para no hacer una escena. Idea. Tal vez la chica había sido enviada a buscarlo por alguna razón secreta.

¿Sería Violeta? Las chicas hacían cosas así cuando necesitaban que un chico hablara con ellas.

Más esperanzado decidió averiguar de qué iba todo eso.

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Lina: Lo digo en serio azul, vas a matarte.

Paco: (Dejando caer su skate en los apoya brazos de las escaleras, en su mirada había una chispa de reto) Este es el día Lina – le lanzó su teléfono – grábalo y si sale todo perfecto lo subiremos para presentarlo en el show.

Lina: (Haciendo una mueca y encendiendo la cámara) Sí. Será placentero grabar la evidencia que te llevará a la tumba. Cuando quieras.

Paco: Muy bien Paco. Éste es tu momento, el instante para el que te has preparado toda tu vida. Tú puedes... y cuando acabes serás el más genial de todos, podrás restregar tu trasero sobre Timmy Jenkins.

Lina: Y si mueres se lo enviaré enmarcado por correo – alzó su pulgar – Cuando quieras.

Era su momento, o eso pensó porque una chica de largo cabello plateado sujetado en un moño rosa le quitó el skate, luego le sujetó del pecho de la camiseta con una fuerza impresionante, asombrado el chico quedó sin palabras.

Desconocida: Responde a mis preguntas azul ¿Eres Paco?

Paco observó esos ojos oscuros amenazantes y asintió rápidamente con la cabeza.

Desconocida: He oído que no le temes a nada y que libras a la mismísima muerte.

¡Oh cielos! ¿Sería tal vez... una admiradora? Sonrió de oreja a oreja.