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Rosita solo podía sentir el frío.

Primero había sido el viento tan frío y gélido igual que cuchillas cortándole la piel mientras ambos caían desde la altura en la que se encontraban, luego había sido el agua, Rosita se había dado baños de agua helada, pero no así, el mar a principios del invierno volvía la sangre escarcha.

Instantes atrás antes de poder encontrar la forma de detener el dirigible y darle la vuelta, Paco se había enfadado y destruido el dirigible de alguna forma que nadie entendía ya que Junio había llegado a la cabina intentando mantenerlo en el aire y no lo consiguió. Entre intentar sacar a Mayo de la celda y mantener en el aire el globo, esa clon había estado distraída, Rosita y Paco se habían lanzado desde una ventana al verificar que estaban cerca de una costa y no habían pensado mucho. Solo tendrían que bracear.

Que hiciera tanto frío a las cuatro de la mañana era algo que ninguno había esperado.

Rosita: (Moviendo los brazos en medio del océano) ¡PACO! – le había perdido de vista cuando una explosión causó que madera cayera de alguna parte del dirigible, Rosita volvió a impulsarse hacia fuera intentando buscar a su mejor amigo a través del vaho de su aliento - ¡PA-CO!

Solo veía agua, oscuridad, estrellas, cielos hasta podía ver el frío ¿Dónde estaba Paco?

¿Y si había sido impactado por algo?

Rosita entre sollozos volvió a gritar su nombre intentando mantenerse en la superficie hasta que por fin vio algo que parecía una persona chapoteando, rápidamente intentó nadar hasta él y al llegar.

Paco: RO...SI...TA – ambos se tomaron de una mano para evitar separarse y Rosita lo abrazó con fuerza provocando que ambos se hundieran y volvieran chapoteando hacia el exterior.

Rosita: (tosiendo) NO HAY QUE HACER ESO DE NUEVO.

Paco: (con los dientes castañeando) HA-CE... F...F...FRIO

Rosita: TENEMOS QUE LLEGAR A LA ORILLA, NO ESTÁ LEJOS.

Paco asintió y ambos comenzaron a nadar, Paco cerrando los ojos ya que no podía moverse casi del frío.

Algo volvió a estallar sobre sus cabezas y ambos se hundieron por si las dudas volviendo al exterior en unos segundos. Había fuego sobre el agua ¡¿Cómo era eso posible?!

Rosita: (Afligida viendo que Paco nadaba cada vez más lento) FALTA POCO ¡UN POCO MÁS! ¡SOLO UN POCO MÁS! ¡YA LO VERÁS! ¡FALTA POQUISIMO!

Paco parpadeó a duras penas, se sentía congelado, ni siquiera quería bracear ¡estaba harto! ¡ahogarse parecía algo más sencillo! En un momento ya no pudo sentir sus piernas ¿Si quiera lo estaba haciendo? No... se estaba hundiendo... estaba agotado, estaba...

Rosita: (jalándolo de un brazo) ¡Noo! Vas a salir del agua conmigo – le tiró y siguió tirando, solo eran unos metros más – ¡vas a venir! – Sollozó al ver que el trillizo casi no se movía, Paco no estaba entrenado para superar todo eso, no como ella - ¡Vamos! ¡Por favor!

Si Rosita hubiese podido llorar habría llorado pero no podía, si lloraba gastaba energía y necesitaba esa energía para seguir tirando de su mejor amigo hasta...

Su boca se abrió de golpe.

¡Podía tocar el suelo! ¡Podía estar de pie!

El alivio la embargó.

Con ambas manos arrastró al trillizo hasta donde no podía ahogarse. Paco no estaba respirando, seguro se había tragado toda el agua del océano.

Sin siquiera notarlo ya estaba llevando a cabo el RCP una y otra vez contando en su cabeza y olvidando que las manos le temblaban.

Por unos segundos llegó a creer que no funcionaría. Iba a perderle. Justo allí. En ese momento.

¡No quería!

Volvió a comprimir su pecho y luego darle respiración hasta que comenzó a toser y se echó de lado escupiendo agua.

Rosita: (con ambas manos en el rostro sin evitar ponerse a llorar) ¡Estás vivo!

Paco: (respirando entre jadeos y tosiendo intentando sentarse) Q...UÉ ME... NO ME... NO ME... NO ME SIENTO BIEN.

Rosita: (lanzándose sobre él y enterrando su nariz en el cuello del chico que había caído de espaldas golpeándose la cabeza con una roca) ¡Estás bien tonto! ¡¡En qué rayos pensabas!! ¡Casi! ¡YO... Te! – le golpeó el pecho con sus puños repetidamente sin dejar de llorar - ¡C...TE...TÚ...ERES...MALDITO!

Paco entre el golpe en la cabeza, el frío, la falta de oxígeno y las estrellas girando sobre su cabeza intentó sentarse tomando los puños de su mejor amiga y arrastrando los brazos de la chica por el cuello de este devolviéndole el abrazo.

Podía sentir el corazón acelerado de Rosita y el suyo propio latiendo al mismo compás. Rosita le había salvado la vida. Lo había hecho ella sola. Y él solo se había dejado morir.

Contuvo el propio nudo que tenía en la garganta y se echó atrás un segundo, lo suficiente como para atrapar la boca de la chica con la suya y besarla.

No fue un beso dulce como había planeado dárselo antes que toda esa locura ocurriera. Fue devorador, desesperado, mezclando todo lo que habían pasado y lo que sentía en aquel momento, miedo, frío, deseo, verdadero deseo.

En cuanto se soltaron Rosita abrió los ojos, las pestañas húmedas se movían entre las sombras como mariposas perdidas y Paco le sostuvo las mejillas con ambas manos.

Paco: Creo... - tragó con fuerza, sentía sus manos temblar – Rosita... - era su mejor amiga, y la quería, la quería mucho - creo que me estoy enamorando de ti.


 "Hola" debido a cambios de fase de Pandemia he estado un poquito ocupada 😝 y no he podido escribir nada. Casi nada.

En fin, gracias por leer 😘


Loubby o Pacosita - "Me gustas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora