Yo nunca me rindo.

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Rosita: (abrazándose a sí misma y temblando de pies a cabeza) ¿Estás seguro que sabes en dónde estamos?

Paco: (con los hombros hasta las orejas y los dientes sin dejar de castañearle, echó una mirada a su alrededor casi sin mover su cuerpo, habían estado caminando por lo que parecía una eternidad y por fin estaba reconociendo parte del paisaje) S-SI-SI e...estamos por llegar al puerto este, solía vivir allí – sorbió por la nariz – cuando... vi-viamos en el bote de tío Donald.

Sí, Rosita miró el cielo, estaba comenzando a amanecer y ahora si podía ver varios botes meciéndose en el agua.

Paco: tío Donald tiene su nuevo bote estacionado allí, le oí decírselo a Hugo en la cena.

Rosita: ¿Pero cómo entraremos? Va a verse muy sospechoso que dos chicos estén rondando un bote a estas horas completamente empapados.

Paco: ¡Allí está! – señaló el puerto con énfasis – ese es ¡Vamos! – la jaló del brazo corriendo hacia allí – Tío Donald oculta las llaves en el mismo viejo macetero de siempre – gimió en voz alta - ¡Ay! ¡Allí voy agua caliente!

Rosita corrió siendo guiada por Paco notando que sus mejillas comenzaban a calentarse y hormiguearle la piel como pinchazos por el pequeño calor obtenido. Paco nunca le tomaba de las manos como un par de amigos normales, Rosita comenzaba a recordar que sus manos siempre se unían de esa manera tipo entrelace de dedos.

Creo que me estoy enamorando de ti – Paco le había dicho eso y no se había retractado en ningún momento. Rosita enrojeció el doble.

¡Cielos! ¿Sería posible? ¡Pero qué estaba ocurriendo! Paco no podía enamorarse de ella, eran amigos, su mejor amigo en el mundo y Rosita le había dicho que le gustaba Luis, Luis era el hermano de Paco y ¡Eran físicamente iguales!

¿Qué rayos estaba pasando con ella? No podía hacer eso de dejar que Paco siguiera enamorándose de ella mientras ella sentía cosas por su hermano, eso no estaba bien ¿Qué clase de amiga era? o ¿Quién sabía? tal vez Paco estaba equivocado

Paco: (trepándose a la reja que dividía la entrada al lugar dónde el bote permanecía estacionado y saltando del otro lado) ¡Espera aquí! ¡Ya vengo!

Y corrió hacia el bote trepándose en el interior y desapareciendo de la vista de Rosita.

Rosita suspiró, deseaba más que nunca tener su móvil, pero Mayo y Junio se lo habían arrebatado.

De pronto el motor del bote se encendió y Paco salió corriendo enseñando unas llaves y corriendo hacia la reja la cual abrió sin problemas.

Al acabar enseñó una gran y brillante sonrisa.

Paco: Encendí el calefactor y la ducha ya está atemperada. Puedes darte el primer baño Rosita.

Rosita vio que volvía a jalarla de la mano y ambos se dirigieron hacia el interior del bote.

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Duchados con agua caliente, vestidos con ropa de Donald que a Rosita le quedó gigantesca y sentada en la mesa viendo a Paco hacer café, la chica admiró los alrededores del bote.

Rosita: Wow... - miró de una esquina a otra - Donald tiene muchas...

Paco: ¿Antiguedades? – Tomó una espada de un rincón y la blandió – esta es de nuestro viaje a Egipto, Tío Donald solía traernos regalos de sus viajes.

Rosita: ¿Viajes a dónde?

Paco: (sentándose a la mesa con una cafetera en mano) Tío Donald pasó años en la marina antes de volverse arqueólogo. Una vez nos llevó a una tumba y todo, pero no salió bien y em... no nos dejó ir de nuevo.

Loubby o Pacosita - "Me gustas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora