Loubby o Pacosita - "Me gustas"

"💙 Te quiero 💚"

Varios días después.

No me duele, no me hace daño, no me lastima.

Rosita con el pecho apretado (aunque no quería) inspiró todo el aire que consiguió absorber en el salón y concentró su mirada en el libro de texto que tenía en frente, sus ojos temblaron levemente cuando escuchó otra vez las risitas embelesadas que soltaba Anne cada vez que - se esforzó en no sentir ese nudito en su garganta - Luis la acariciaba. La chica parecía una gata en celo a la que por fin le habían dado su leche.

De todas las novias fugaces que tenía Luis, Rosita a la que más odiaba era a Anne.

Anne: Pasaría todo el día así si pudiera - resolló entre falsos sollocitos - ¿Podemos quedar esta noche de nuevo?

No pongas los ojos en blanco, ellos lo notaran. Eres Rosita, eres imperturbable, nada puede hacerte daño.

Nada puede hacerme daño.

Pero de verdad le dolía ver a otra chica sobre las piernas de Luis manoseándolo como un pulpo. Fue entonces cuando escuchó la risita de Luis, una risa entre dientes tan profunda que Rosita casi alza la mirada hacia él con nostalgia.

Luis se reía, se reía con otra.

Luis: No lo sé - se escuchó el sonido casi palpable de un beso, un beso de los que sonaban - supongo que puedo dejarme convencer ¿A las ocho?

Anne: Tendré algo bueno planeado para esa hora, nos vemos Lui

Rosita por fin consiguió respirar. Se iba. Por fin se iba.

Poco a poco escuchó el sonido de la silla a su lado y Luis se dejó caer en su lugar. Horriblemente estaban en clase de cálculo y se sentaban juntos.

¿Por qué rayos seguían sentándose juntos?

Luis: (codeándola perezosamente) Oye, necesito la tarea.

Rosita utilizó todo su entrenamiento absorbido por años para permanecer tranquila. Paz. Luis le hablaba como si nada hubiera sucedido, la trataba no como una amiga sino como una más de sus compañeras de clase y Rosita, desde hace dos días le ignoraba.

Así es. No respondía a nada de lo que él dijera, no lo miraba si no era necesario (estrictamente necesario) y pues, le hacía bien fingir que el trillizo no existía.

Luis: Buenoo si te opones di no - de la nada tomó el cuaderno cerrado de Rosita - ¿Entonces no hay objeción? Genial.

Rosita siguió leyendo la complicada forma de encontrar x en alguna parte que no entendía por qué quería saber.

Luis: Vaya, ahora por fin entiendo esto de esforzarse, uf. Sabes, ayer intenté hacerla pero Hugo estaba demasiado molesto por una tontería acerca de mis luces, todos bla, bla aquí y bla, bla allá...

Rosita dio vuelta la página sin expresión.

¿Por qué le hacía eso?

Rosita pensó que Luis se alejaría y le dejaría sufrir en paz, en cambio el chico se dedicaba a fastidiarla todos los días. Hace unos días atrás le había tirado sus cosas a propósito y se había marchado soltando un "ups, error mío" y riendo. Otra vez la había humillado públicamente por una falda que la chica llevaba ese día y ni hablar de todas las chicas con las que se dedicaba a pasar el rato por cada corredor.

Rosita estuvo a un paso de estallar y marcharse de la preparatoria, pero no lo hizo. Rosita amaba a Luis y a los Mackpato y hasta que no supiera que estarían a salvo sin ella entonces no se iría a ninguna parte. No importaba cuanto doliera.