Loubby o Pacosita - "Me gustas"

"Revelaciones"

Paco: (soltando un bufido mientras se mantenía oculto tras unas grandes cajas de madera) Podemos ganar Rosita – susurró muy bajo – tú noqueas a los de la derecha, yo me cargo al grupo de la izquierda con mi genial Kung fu y después de atrapar a tus dobles tomamos el dirigible y nos devolvemos a casa.

Rosita: (meditando un verdadero plan de ataque) Paco, puedo noquear a cuatro de los guardias si lo decido, pero uno de ellos tiene la radio, si pide ayuda no nos servirá de nada haber escapado, comenzando porque tu kung fu no es muy bueno y no sabemos conducir un dirigible.

Paco: (Insultado) Puedo conducir un dirigible Rosita, McQuack me deja pilotar la avioneta de tío Rico cuando nadie nos ve.

Rosita: (volteando a mirarlo exasperada) ¿Y acaso crees que una avioneta sin tripulantes y un dirigible con secuestradores armados son la misma cosa?

El trillizo azul se juntó de hombros a modo de que no veía cual era el problema. Estaba seguro que él podía volar esa cosa bajo presión, Paco había aprendido a volar con McQuack ¿Siquiera Rosita podía imaginar lo traumático que había sido eso? Porque más de una vez había tenido que lanzarse con un paracaídas antes de estrellarse.

Rosita: Como sea, no podemos actuar a la ligera pero tienes razón en tomar el mando del dirigible, si dices que puedes pilotar voy a creerte pero necesitamos una buena distracción.

Paco observó al grupo y vio que varios se marchaban hacia el primer nivel, lo que dejaba a solo seis, entre ellos el que tenía el radio.

Rosita: Vale, ya tengo el plan. Escucha, voy a dejar que ellos me encuentren y me sigan hacia las celdas, en ese tiempo mientras el camino está despejado llega a la cabina y ocúltate, cuando vuelva, sorprenderemos a Mayo y a Junio y les daremos una descarga para inmovilizarlas y ocuparnos de ambas.

Paco: Eso suena aburridísimo.

Rosita: (enfadada le reprobó con la mirada y este asintió, lo que la chica quisiera, ella era la experta) Vale, aquí voy.

Paco no había alcanzado a parpadear cuando Rosita dio una voltereta baja y apareció de pie a unos metros de los guardias los que la vieron de inmediato y sacaron sus armas persiguiéndola, Rosita se lanzó directo al de la radio y la destruyó impactándola contra el suelo mientras los obligaba a perseguirla hacia donde habían estado las celdas hace un buen rato. Ya cuando no pudo verles Paco se puso de pie todavía molesto por no participar y golpeó una de las cajas con su zapatilla la que desastrosamente rompió la madera podrida y quedó atrapado.

Paco: Perfecto – gruñó intentando liberarse – solo esto me faltaba – tiró con todas sus fuerzas cayendo hacia atrás y al mirar la caja destrozada sonrió de oreja a oreja ¡las cajas tenían armas! Sin dudarlo tomó una del montón luego su sonrisa se borró un poco, eran armas de paintball... pero estaban cargadas y Paco sabía cuánto dolía ser golpeado por una de esas cosas.

Y lo mejor, era un experto con ellas. Con rapidez inspeccionó el resto de las cajas y tomó un chaleco antibalas que encontró y un casco muy parecido al de los guardias. Ajustando una de las pistolas a su espalda y poniéndose un cinturón con cargas extra tomo dos de las pequeñas a juego y observó la entrada a la cabina con una ceja en alto y una mirada de venganza.

Paco: Los papeles han cambiado secuestradoras. Este es el momento de Paco.

Junio: ¿De verdad?

Paco se giró para observar a la chica vestida idéntica que Rosita. El chico fijó sus ojos en la muñeca notando que no tenía la pulsera. No era su Rosita.