Loubby o Pacosita - "Me gustas"

"La verdad"

Luis Mackpato no estaba acostumbrado a pelearse con sus hermanos. Por lo menos no tan seguido, ahora sabía que si bien había tenido la última palabra en la discusión, Paco había hablado muy en serio. Tenía que dejar de estar engañando a Rosita Vanderquack y no solo porque su hermano estuviera encaprichado con ella sino porque Luis estaba asustado de que Rosita intentara matarlo al descubrir la verdad.

Paco tenía razón, Rosita no era una chica normal. Era rara hasta el núcleo y Luis se sentía reacio a meterse en problemas con una espía casi profesional.

Mientras pensaba la mejor forma de arreglar el asunto, una chica de largos bucles rubios se lanzó a sus brazos y Luis casi tiró su teléfono por sostenerla.

Anne: Hoolaa Lui – ronroneó contra su cuello dándole un sonoro beso en los labios que duró demasiado para el trillizo verde.

El chico hizo una mueca de desdén, siempre había odiado ese labial sabor a goma de mascar que Anne utilizaba.

Luis: (intentando dejarla en el suelo con frustración) Anne, probablemente nadie te lo ha dicho pero estás pesada. Ya bájate.

Anne: (Aun colgando de su cuello haciendo morritos como una niña regañada) ¿Por qué? ¿No me has echado nada de menos Lui? Yo te he echado mucho de menos amor.

Intentó besarlo de nuevo y Luis le sujetó los brazos alejándola de un empujón.

Luis: Recuerdo haberte dicho que dejaras de seguirme.

Anne: Ah, sí – enredó un mechón de pelo en su dedo mirando hacia los ventanales – oí que tienes una nueva favorita ¿Cómo se llamaba? – Hizo un gesto con el dedo – ah. Rosaura, no sé tú pero Luis y Rosaura no pegan para nada.

Se llama Rosita...

Luis estrechó los ojos metiendo ambas manos en los bolsillos de su sudadera e intentó dejarla atrás. Había salido con ella cuatro días y si pudiera retroceder en el tiempo evitaría haberlo hecho. Anne solo le había traído problemas.

La chica le jaló del brazo impaciente.

Anne: Vamos ¿acaso te enfadaste Lui? – se mofó - ¿Qué pasa Luis? ¿No soportas una bromita? Bah, los chicos enamorados son tan dramáticos y sentimentales.

Luis dio media vuelta.

Luis: ¿Qué acaso Gavin no había vuelto contigo?

Anne: (encogida de hombros mirando el techo con una sonrisilla) puedo tener al idiota de Gavin cuando yo quiero peeeroo – miró a Luis parpadeando muy deprisa – A ti te he echado de menos – se acercó hasta pasarle un dedo por el rostro – mucho, mucho, de menos.

Luis: Paso – Volvió a girarse– deberías ir por tu novio y agradecer que quiso darte otra oportunidad.

Anne: Mm no quería tener que hacer esto Lui pero quiero atención y porque te tengo mucho cariño haremos esto, tú me das un beso, uno de los buenos, y yo te diré algo que de seguro necesitas saber.

Luis: Yo no necesito nada de ti.

Anne: ¿Segurooo? ¿Alguna vez te he decepcionado con mis tratos Lui?

Luis: No me interesa – comenzó a ponerse sus audífonos.

Anne: ¿De verdad? Y si te digo que se tratada de – subió el tono de voz para que la oyera – Rosita Vanderquack.

Luis se detuvo rígido y dio media vuelta, sus ojos celestes fijos en los verdes de Anne.

Anne: (Soltó un suspiro) Te ves tan lindo cuando te atrapo.