.•∆ O5 ∆•.

1.6K 305 174
                                    

Seungmin observó a aquel par de mujeres recoger todo lo que habían dejado sus amigos y él tras terminar de tomar el desayuno aquella mañana. Ellas tenían un carrito que les ayudaba a facilitar su trabajo, pero por alguna razón Kim sintió que estaba siendo un insensible maleducado. No estaba acostumbrado a que otras personas lo atendieran cuando él estaba perfectamente bien como para poder hacerlo, sin embargo, se mantuvo ahí, parado al lado del sillón de la sala, esperando a que Jeongin saliera del baño. Los demás estaban en el vestíbulo con el dueño de la casa, haciendo charla mientras se acercaban a la despedida final.

— Ya podemos irnos. — le dijo Yang de repente. Min ni siquiera se había dado cuenta de en qué momento había salido. — ¿Qué te pasa?

"Pasa que hice un trato con el idiota de Hwang, y prácticamente te estoy vendiendo por su silencio. Sé que no eres tan tonto como para caer en sus supuestos encantos tan rápido, pero aún así eres mi mejor amigo-

¿Qué tanto piensas? Deja de mirarme con cara de estreñido y vámonos a casa. — demandó el menor con fastidio, comenzando a caminar hacia el vestíbulo.

Kim se lo quedó viendo con un solo pensamiento: "En definitiva yo me enamoré del verdadero Yang JeongIn, no tú, Hwang guaj".

Cuando llegó hasta los demás, notó que las mujeres mayores ya se habían ido, dejando la mesa del comedor impecable. Escuchó a Changbin y Chan despedirse de Hwang y Han, ya que el último mencionado se quedaría ahí como cada mes de vacaciones; por otro lado, mientras los mayores del grupo salían tras colocarse su calzado, Jeongin se despidió de Hyunjin con una dulce sonrisa. Seungmin se aguantó las ganas de reír y se puso sus zapatillas con rapidez. Cuando comenzaron a salir mantuvieron la puerta abierta, y como Kim fue el primero en pisar el exterior, su hombro fue empujado bruscamente por un chico que buscaba entrar a la fuerza al departamento, logrando aquello con éxito.

— ¡Hey! ¿¡Qué te pasa!? — reclamó entonces Seungmin con claro enojo, viendo cómo el desconocido se giraba a mirarlo intimidante. — ¿Acaso no sabes caminar?

Jeongin se encogió en su sitio ante la inminente discusión que se iba a armar con él estando en medio de ambos mayores. En cuanto el recién llegado avanzó un par de pasos con dirección a Seungmin, mirándolo fijamente con los ojos un poco más abiertos de lo normal, demostrando estar molesto desde antes de llegar ahí, aún con la puerta del departamento abierta, fue Hyunjin quien preguntó en voz alta y firme:

— ¿Qué haces en mi casa, Minho?

Toda la atención del nombrado pasó de Seungmin a Hyunjin de un segundo a otro, volteando su cuerpo para mirarlo con resignación.

— Necesitamos hablar. — declaró el mayor con severidad.

— Nosotros no tenemos nada de qué hablar. — anunció el menor con seguridad. — No tienes derecho a venir aquí por nada del mundo. Tú y yo ya no somos novios.

— Pensé que . . . Cuando me propusiste pasar la navidad juntos, pensé que . . . realmente creí que íbamos a volver a estar juntos, pero tú fácilmente me cancelaste. — dijo entonces con destellos de rabia, resentimiento y aflicción. — No es justo. — agregó cabizbajo. — Preferiste pasarlo con estos niños, ¿es en serio?

Hyunjin suspiró y le lanzó una mirada a Seungmin, quien captó la información, tomando la mano de Jeongin y sacándolo de ahí con pasos apresurados. La idea era que el menor no creara una mala imagen de Hwang, y por el desafortunado trato, Seung debía ayudarlo, así que no soltó al menor en todo el camino hasta el ascensor, a pesar de que este se había querido quedar para escuchar la interesante conversación.

— Sé que Hyunjin no es un santo. — indicó el menor con simplicidad, mientras las puertas del elevador se cerraban frente a él. — Es joven, guapo, adinerado, con buena personalidad, y encima bisexual, ¿qué tan inocente crees que soy? De seguro le habrá roto el corazón a muchos y muchas, pero no me importa. Me conoces.

𝙋𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧𝙖 𝙣𝙚𝙫𝙖𝙙𝙖 ❄️ | HYUNMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora