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La nieve caía sobre su gorra y sus hombros. Había dejado a Jisung en su penthouse y luego había conducido hasta ahí apresurado, pero entonces Jeongin le informó que Seungmin aun no había llegado, por lo que más que preocupado decidió esperarlo al pie del edificio, tal y como se lo había pedido.

Se mantuvo encogido en su lugar por el frío, hasta que por fin pudo divisar la silueta de su novio caminando hacia él como un adorable pingüino bajo la tormenta. Por ello aceleró sus pasos para llegar a él, tomando su rostro entre sus manos cuando lo tuvo cerca, para luego besar sus labios y apoderarse de su boca unos segundos.

— ¿Estás bien? — dejó otro beso. — Me preocupó que te hayas ido sin mí. — admitió, dejando otro beso. — Avísame antes cuando vuelvas a hacer algo así. — y cuando tuvo la intención de volver a besarlo, Seungmin tomó el valor de alejar su rostro y retirar sus manos de sus mejillas. Pensó que ese sería su último beso, y se le encogió el corazón de la tristeza. — ¿Aun te incomoda que haga esto en la calle? — trató de sonreír, pero su decepción era casi palpable. Miró a su alrededor y llevó las manos a su cintura. — No hay nadie. No te preocupes. Hace mucho frío como para que alguien quiera estar paseando por aquí.

— Hyunjin. — sólo decía su nombre y no "principito" cuando diría algo en serio. — Ammm — ¿cómo decirlo? — Hyunjin . . . Hwang Hyunjin — se calló cuando sus lágrimas amenazaron con salir. — Yo ya no . . .

— ¿Qué pasa?

— Es que . . . Yo ya no puedo . . . — mantuvo presión sobre su labio superior, y entonces suspiró vaho. Si ponía de excusa el viaje, él trataría de hallar una solución. Pero las cosas explicadas por Jinyoung y su manera de pensar eran demasiado claras. — Yo ya no puedo ser tu novio . . . Debemos romper.

— ¿Qué? — soltó el rubio escéptico. — ¿Por qué?

— Hyunjin-

— ¿Por qué? — no quería escucharlo, pero no podía evitar exigir una explicación. — ¿Por qué? — le maravilló la velocidad con la que sus lágrimas se congregaron en sus ojos. — ¿Por qué? — ¿cómo se suponía que debía reaccionar? ¿Tenía que aceptar sin más? — ¿Por qué, Seungmin? ¿Por qué? ¿Qué hice?

— Lo siento. — murmuró el menor sin mirarlo. — Pero ayer me di cuenta de nuestra incompatibilidad.

— Seungmin — murmuró, dejando salir sus primeras lágrimas. Tomó sus manos y buscó su mirada. — Seungminnie . . . Mi amor, no me mientas, por favor. Yo sé que no piensas así. Prácticamente hemos estado viviendo juntos. Sabes que somos compatibles. No hagas esto.

— Tú nunca ruegas. No lo hagas. — le pidió, cambiando de tema súbitamente. — Se pierde el encanto de Hwang Hyunjin.

— Tú no te enamoraste de ese encanto. — aseguró en medio de sus lágrimas calientes que aliviaban el frío en sus mejillas. — Porque te enamoraste de mí, ¿lo recuerdas? . . . Tú me ves y yo te escucho.

— Te equivocas. — sentenció son seriedad, y entonces se soltó de su agarre lentamente. — Me gustas, sí, y lo intentamos, pero ahora lo mejor es que acabe aquí. No podemos seguir juntos.

— Mientes. — dijo convencido. — Conozco tus ojos y conozco tu boca.

Seungmin en ese momento lo miró a los ojos. Estaban enrojecidos y tristemente brillantes. Su linda punta de la nariz también estaba un poco roja, y quiso besarlo, decirle que sólo bromeaba y que olvidaran todo el tema, pero entonces pensaba en lo que le había dicho Jinyoung.

— Nuestra relación fue momentánea y nuestra superación también lo será. Nada es para siempre. — pero a pesar de que hablaba con cierta razón, Hyunjin continuó negando con su cabeza. — ¿Acaso seguirás conmigo cuando la magia se acabe?

𝙋𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧𝙖 𝙣𝙚𝙫𝙖𝙙𝙖 ❄️ | HYUNMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora