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— Habrá una tormenta al parecer. Va a nevar mucho esta noche y es peligroso que vuelvan muy tarde, por eso se van a quedar en la casa de mi tía a dormir.

— ¿Eso significa que vamos a quedarnos solos toda la noche? — cuestionó, viendo cómo el menor se acomodaba nuevamente en su lugar.

— Aigoo, el magnífico príncipe es tan inteligente. — dijo divertido, para después ir por el bowl que había dejado en la mesa, dejando al mismo tiempo su celular ahí. — Eres tan bueno sacando deducciones, ¿cómo le haces?

— ¿Por qué bromeas tanto cuando te sientes nervioso? Creo que es una pregunta personal. — contraatacó sin saber cómo recibiría el peli negro algo como eso. — ¿Qué? ¿Es verdad?

— Lo que es verdad es que ya empezó a nevar y ambos estamos juntos otra vez. — señaló con su dedo índice a la ventana, por lo que el rubio giró por inercia en aquella dirección. — Desde la primera nevada. Qué tétrico. — y otra vez se metió una bocanada de su sopa.

— Aún recuerdo eso — comentó el mayor con cierta nostalgia. — Hiciste todo un drama por algo así . . . Pero ahora creo que tiene sentido lo que dijiste. Eso de "Las parejas que pasen la primera nevada juntos fijarán su amor para toda la eternidad".

Y fue suficiente que dijera eso para que Seungmin comenzara a toser, alejando su tazón de sí mismo y golpeando levemente su pecho con la palma de su mano. Con la cabeza comenzó a negar, pero seguía tosiendo, y eso ocasionó una sonrisa en Hyunjin.

— ¿Ya estás mejor? — le preguntó mientras lo observaba tomando un vaso de agua que había traído de la cocina. — No debiste interpretar mal mi información. — y nuevamente sonrió. — ¿Cómo le haremos para dormir juntos y solos esta noche?

— Probablemente duerma en la habitación de mis padres. — había dejado de beber el agua y lo miró — Gracias por la idea.

— Hará frío esta noche. — habló rápidamente el mayor. — Además, recuerda que estoy mal del tobillo. Si quiero levantarme en la madrugada para ir al baño, no podrás escucharme. ¿Quieres que me orine sobre tus frazadas?

Seungmin soltó un bufido, llevando su mano libre a su cintura.

— Típico de un pretencioso príncipe manipulador.

— ¿En dónde quedó lo "magnífico"? — cuestionó el rubio, fingiendo indignación.

— Ya no te lo mereces. — sentenció el menor con un pequeño puchero de labios.

— Pero me lo gané. — aseguró el contrario.

— Haz algo para ganar ese título otra vez. — lo retó.

Hyunjin estuvo a punto de contraatacar, como ya era costumbre entre los dos, pero entonces pensó que era una buena oportunidad para plantear la idea que se le había ocurrido la noche anterior.

— Bien, escucha esto. — manifestó confiado, ganando la completa atención del peli negro. — Te tengo una propuesta que no podrás rechazar.

— ¿Ahora de qué hablas? — interrogó un tanto cansado del misterio.

— ¿Sabes cómo enamoré a Jeongin? — comenzó a decir, siendo esto como el ancla perfecto.

— ¿Qué? — soltó Min desentendido. Había esperado alguna estupidez, no algo que de verdad le interesara.

— Galletas. — manifestó Hwang como si fuese una palabra clave.

— Doble ¿qué?

— Le llevaba postres a la universidad de recetas secretas. — aquello no era cien por ciento cierto, pero tampoco estaba mintiendo del todo. — Si quieres conquistar a alguien, comienza por su estómago.

𝙋𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧𝙖 𝙣𝙚𝙫𝙖𝙙𝙖 ❄️ | HYUNMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora