𝙋𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧𝙖 𝙣𝙚𝙫𝙖𝙙𝙖 ❄️ | HYUNMIN

.•∆ 53 ∆•.

Había rechazado tanto llamadas como visitas de Jisung, ya que realmente no tenía ganas de hablar con nadie esa noche y se lo había dicho por mensajes, sin embargo, su hermano no sabía eso y ya estaba parado detrás de su puerta. Hyunjin lo estaba observando por la pantalla del intercomunicador pegado en su pared, ese mismo por el cual, cuando Seungmin aún no tenía la clave del penthouse, le sonreía mientras esperaba a que le abriera. Siempre con algún tipo de bebida alcohólica.

Ante el recuerdo no pudo evitar sonreír. Esos días en la terraza, cuando el tiempo pasaba volando estando juntos . . . Esos pequeños detalles eran lo que más recordaba.

— Pareces zombie. — opinó Jinyoung, haciéndose paso para ingresar a su hogar sin permiso. Hyunjin suspiró, yendo tras él. — ¿Tienes problemas?

— ¿Quién no? — contestó el menor cortante. Entonces se lanzó sobre el sillón de su sala sin dedicarle ni una sola mirada.

— ¿Qué te pasa? — cuestionó su hermano. Se sentó a su lado y dijo — Sabes que si estás metido en un problema, nuestro padre puede ayudarte, ¿no es así? Sólo dile. Él puede solucionar cualquier cosa.

Hwang se vio pensativo unos segundos. Luego lo miró con una expresión apagada y preguntó:

— ¿Puede hacer que . . . deje de estar enamorado de alguien?

— Oh . . . era algo como eso. — murmuró un tanto incómodo. No entendía el romance juvenil, ya que nunca lo había experimentado, pero su hermano demostraba con su expresión que realmente podía ser serio a esa edad. — Lo lamento.

— Parece que no.

— ¿Por qué piensas así?

— Fuiste tú, ¿verdad? — atacó de inmediato. Había pensado en hablar de ello mas adelante, pero prefirió aprovechar la oportunidad que le ofrecía la vida. — Tú se lo dijiste.

— ¿De qué hablas? — cuestionó el mayor, haciéndose el desentendido, casi con aire ofendido.

— Tú lo alejaste de mí. — manifestó el rubio con llamas en sus ojos. — Fue tu culpa.

Jinyoung suspiró rendido. No tenía ganas  discutir con él, y mucho menos por algo que ya no tenía solución y que, sin importar qué, le favorecía.

— ¿Estás seguro de que fue mi culpa? — preguntó con tranquilidad. — Está bien, sí, fui yo quien se lo dijo, pero dime, Hyunjin, si tú lo hubieras hecho en mi lugar, ¿realmente crees que no hubiera tomado la misma decisión?

— ¡Pude haber hecho algo en el momento!

— No, sabes que no es así. — aseguró. Llevó una mano a su hombro e intentó consolarlo. — Él es realista y a ti nadie te dice que no, ese es el problema. — observó cómo el menor lloraba en silencio, pero una vocecita dentro de él le dijo que eso pasaría, el dolor cesaría y todo estaría bien en unos meses. — Hazle un favor y, por primera vez, haz lo que te pide . . . Déjalo ir, hermano.

— No puedo . . .

— No estás solo en esto, Hyunjin-

— Sé que no estoy solo . . . Sé que te tengo a tí, que tengo a Jisung, a Chan, a Changbin, incluso a Felix, pero . . . cuando él se fue ese día . . . cuando me dejó . . . sentí que lo había perdido todo. Lo siento tanto. — hubo dos espasmos por sus sollozos antes de agregar entre lágrimas — Es que sé que nunca he estado solo, pero . . . me he sentido completamente solo hasta que llegó a mi vida. Quiso conocerme de verdad y excavó profundo aquí — tocó con su mano izquierda su pecho adolorido —, ahora todo es muy difícil para mí, porque ya no está . . . Me dejó como yo he dejado a tantas personas a lo largo de mi vida . . . Rompió mi corazón, hyung . . . Pero pese a eso, cada patética pieza lo sigue amando tanto que me enferma. — sorbió su nariz y trató de secar sus mejillas, pero estas aun se quedaron húmedas y frías. — Odio amarlo, y no sé qué hacer para sacarlo de mi maldita cabeza.