.•∆ 25 ∆•.

1.4K 277 150
                                    

— Vaya . . . Están brillando tan bonito esta noche.

— Sí . . . Resplandece.

— Así como yo. — indicó el menor, volteando a mirarlo, y tomándolo desprevenido. Hyunjin giró su cabeza rápido por inercia, llevando su vista hacia el cielo, sin saber si Seungmin había notado que lo había estado mirando. — ¿Estás ebrio?

— El ebrio aquí eres tú. — aclaró el rubio con seriedad. Min soltó una risita, estando de acuerdo — ¿Tienes alguna anécdota relacionada con la escuela? — y con esa pregunta quiso indagar más en la vida del menor. Quería averiguar cómo se había conocido con Jeongin y en qué circunstancias. Debía haber algo que haya enamorado a Seungmin, y se moría por saber exactamente qué era.

— ¿Algo de la escuela secundaria? — interrogó, a lo que Hyunjin asintió levemente. Kim volvió a mirar hacia arriba, en donde las estrellas estaban siendo cubiertas por las oscuras nubes de la noche. — Bueno, mmmm . . . El día de mi graduación, mis padres no pudieron ir. — comenzó a decir, y aunque Hwang sabía que no habría mucho detalle respecto a lo que quería saber, por alguna razón se sintió interesado por lo que le iba a contar, así que prestó especial atención a su rostro. — ¿Has visto que los padres siempre les llevan un ramo de flores a sus hijos? Bueno, yo no recibí eso. Y no los culpo, ya que hubieron problemas en la carretera y cosas así. Se les hizo imposible.

"Se les hizo imposible" repitió Hyunjin dentro de su cabeza. Esa sola frase le recordaba a su padre y el mal hábito que tenía para asegurar que verlo era imposible, y no poco probable o difícil, sino que imposible. Como una ley que no podía romper, ni porque fueran sus hijos a quienes dejaba esperando por él.

— Debiste sentirte triste y solo. — murmuró el mayor compungido. Pero Seung negó despacio.

— En su lugar, Jeongin uso todo el dinero que tenía para invitarme a comer ramen. Así que la pasamos juntos. — contó con una sonrisa diferente a la que usualmente tenía. ¿Era porque estaba ebrio o era algo que sólo podía generar Jeongin en él? — Gracias a él no me sentí solo ese día. Quizá sí un poco triste, lo admito, pero al menos lo tenía a mi lado y me hacía reír.

— Mmm — fue el único sonido que emitió Hwang antes de sentarse correctamente. Vio de reojo que el peli negro lo imitaba, así que sólo por eso decidió mirarlo y acomodar su cuerpo para no tener que girar mucho su cabeza. — ¿Seguirás tomando? Quedan un par de latas.

— ¿Qué parte de mi relato te molestó? — cambió de tema el menor. Hyun no lo había visto capaz de ser tan directo. — Fuiste tú el que me pidió que le contara una anécdota.

— No me molestó nada. — aseguró el mayor. — Sólo estoy un poco cansado.

— ¿Ya quieres irte a dormir? — le preguntó, subiendo un poco el tono de su voz. — ¿No puedes aguantar un poco mas?

— Tranquilo. No te dejaré solo. — indicó, para después tomar una de las latas y ofrecersela con una pequeña sonrisa de labios. — Te voy a cuidar bien. No tengas miedo.

— Eres raro. — dictaminó Seungmin, aceptando su oferta y dejando de mirarlo en cuanto dio su primer, largo, y satisfactorio primer sorbo. — Pero igual me agradas.

— Pienso igual.

— Genial.

Nuevamente pasaron otros minutos más, en donde Seungmin habló del tipo de estudiante que había sido en la escuela. Hyunjin no se quedó atrás y contó un par de relatos, sintiéndose de pronto nostálgico al darse cuenta de que ya tenía veintiun años.

Cuando Kim acabó con toda la cerveza, volvió a echarse sobre aquella mesa de madera, y entonces todo empezó a dar vueltas, por lo que el cielo estrellado parecía ser aún más interesante. Tenía una sonrisa boba en el rostro, y Hyunjin no tardó en notarlo, ya que se le había hecho costumbre observarlo con atención. En un intento por echarse más cerca al menor, arrimó las latas y estas cayeron sobre el suelo que contenía un poco de pasto. El ruido fue mínimo, pero suficiente e inoportuno, ya que justo en ese preciso momento Hwang quiso acomodarse a su lado, pero Seungmin lo miró fijamente, dejando al rubio estático en una sola posición, con los codos apoyados, manteniendo una cierta altura y cercanía con el rostro del contrario.

𝙋𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧𝙖 𝙣𝙚𝙫𝙖𝙙𝙖 ❄️ | HYUNMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora