— Entonces, ¿qué carajos pasó?
— El personal de limpieza vino y me dijeron que la contraseña había sido cambiada, por lo que no pudieron entrar y-
— Hyunjin, me refiero a: ¿Por qué se te ocurrió cambiar la contraseña y no decírmelo? — cuestionó Jisung con un tono molesto, estando con el ceño fruncido en la pantalla del intercomunicador. — ¿Estás ahí con-
— ¡Buenos días, Jisung! — saludó repentinamente Seungmin, apareciendo al lado de Hwang, y a pesar de que Han no podía verlos, reconoció su voz al instante. — Aprovechando que aún no puedes entrar, ¿podrías ir a comprarme una cajita de chocolatada?
— ¿Qué?
— Ya sabes, se van a tardar en arreglar el lío que hizo Hyunjin.
— Aún no sabemos cuál de los dos lo hizo. — se defendió el rubio con hostilidad.
— No importa, porque sigue siendo tu casa. — se burló sutilmente. — Entonces, ¿podrías?
— Ah, Seungmin . . . Jeongin me llamó hace unos minutos. Probablemente ya esté llegando. — comunicó el mayor un poco incómodo con la situación.
— ¿Jeongin? . . . ¿Por qué él te llamaría? — preguntó el peli negro asombrado. Hyunjin también se vió intrigado.
— Él estaba muy preocupado por tí. — respondió Han lentamente. — No supo cómo contactarte, y concluyó que estarías con Hyunjin.
— Su última opción. — murmuró el rubio con la intención de que el menor a su lado lo escuchara. — Vaya, realmente no tienes más amigos.
— No es diferente contigo. Tenemos el mismo círculo social, príncipe Tontín. — contraatacó rápidamente, también en voz baja, para después agregar con un tono mas elevado — Oh, Jeonginnie, tan inteligente.
— Sí, bueno . . . Por cierto, ahora que estamos hablando de eso, ammm . . . Hyunjin, ambos intentamos contactarte, pero tú . . . — murmuró Jisung, intentando no verse muy interesado por aquel acontecimiento.
— Ah, sí, es que, verás, pasó algo anoche-
— En lo que yo no tengo nada que ver. — interrumpió Min de un segundo a otro, ganándose una mirada irascible del rubio a su lado. — Puedes proseguir.
— Como decía — obedeció el mayor al instante — ayer mi celular se rompió. Está bien, yo lo rompí, así que, obviamente, ahora es inservible. Iré a comprar uno hoy, quizá.
— Eso tiene sentido. — comentó Han con cierto alivio. — Pensé que te habías molestado conmigo, así que te traje un americano de tu cafetería favorita.
— ¿Esperabas sobornarme con eso si ese llegaba a ser el caso? — cuestionó Hwang sonriente. — Vaya, mi mejor amigo también es tan inteligente.
Seungmin observó su expresión complacida, para entonces sonreír con amargura por la satisfacción que cargaba encima Hyunjin. Entendía sus intenciones, y aunque por una parte le molestaba el ahínco que le ponía a todo con tal de ganarle, por otra parte . . . por otra parte estaba empezando a disfrutar de esos momentos con verdadera sinceridad. Consideraba toda esa absurda competencia como un juego infantil que le recordaba lo divertida que podía ser la vida si sacaba a relucir su inmadurez interior sin miedo de ser juzgado por los demás, ya que ya no era un niño.
De repente, gracias a la pantalla del intercomunicador, ambos pudieron ver a Jeongin llegar con un hombre, quien hizo algo que no pudieron lograr ver, abriendo la puerta en menos de cinco segundos. Jisung se aseguró de regresar la antigua contraseña, y tras agradecer los servicios del señor, ingresaron al lugar rápidamente, siendo recibidos por el par inusual.
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𝙋𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧𝙖 𝙣𝙚𝙫𝙖𝙙𝙖 ❄️ | HYUNMIN
Fiksi Penggemar❝ Nunca sabremos qué pasará más adelante, ni con quién pasaremos la primera nevada. ¿Cómo era la primera nevada? . . . Única, especial y tan . . . fugaz. ❞ Booktrailer disponible en TikTok (@its.me.nice95) ∆ Historia hecha y creada por mí ❤ ∆ No c...