.•∆ 31 ∆•.

1.3K 253 263
                                    

Cuando abrió la puerta de su habitación, se vio enfrente del dormitorio de Seungmin, y aunque al principio tuvo el impulso de ingresar para saber si el mayor aún seguía conversando con Hyunjin (siendo esta la razón también por la cual no se había levantado en la madrugada para dormir con él), se detuvo al analizar otra vez lo que estaba sintiendo. Esos celos no lo llevarían a nada bueno.

— Sólo suelta, Jeongin. — se dijo a sí mismo.

Y entonces se escuchó un extraño ruido desde la cocina, por lo que se apresuró en ir preocupado, encontrando a Seungmin ahí, ya vestido y peinado, empacando comida en cantidad y envolviendo todo con una tela. Ante ello frunció el entrecejo y preguntó desconcertado:

— ¿Qué haces?

— Ay, dios, Jeongin, ¿desde cuándo estás ahí? — soltó el mayor sobresaltado. Hizo un vago intento por cubrir lo que estaba haciendo con su cuerpo, pero ya era muy tarde, por lo que decidió responder. — Ammm . . . Iré a visitar a un amigo.

— Yo soy tu único amigo. — manifestó el menor mientras se cruzaba de brazos. Era como si el pensamiento de no sentir celos que había tenido un minuto atrás nunca hubiese existido. — Si vas a mentir, miente bien.

— No lo digas en voz alta. — dijo Seungmin avergonzado y continuando con su tarea. — Y mucho menos en público.

— ¿Irás a visitar a Hyunjin? — interrogó sin mss rodeos, a lo que el peli negro asintió.

— Sí, se lo prometí . . . ¿Quieres acompañarme? — propuso, ya teniendo todo listo.

— Tengo planes. — manifestó sin pensar.

— De acuerdo. — aceptó al instante, y entonces Jeongin supo que sólo había preguntado para que no se sintiera mal.

"¿Realmente quieres estar a solas con él?" preguntó Yang dentro de su cabeza, totalmente escéptico.

— ¿Hasta qué horas te quedarás allá? — prosiguió, con el tono que emplea un padre demandante.

— No lo sé. — confesó el mayor sincero. — Quizá hasta que se haga de noche.

— Hace mucho frío de noche. — avisó, yendo hacia la alacena por un vaso de agua.

— Llevaré mi abrigo, mi bufanda, mis guantes y mi gorra con orejeras. — aclaró Seungmin, siguiéndole con la mirada. — No te preocupes. Tampoco estoy olvidando mi celular. ¿Y qué planes tienes tú?

— Nada importante. — fue lo único que se le ocurrió decir. — Sólo quiero estar conmigo mismo. Ya sabes.

— Oh, bien. — habló Kim con un aura animada. No parecía que se hubiera quedado despierto toda la noche. Ya era medio día, pero se veía de lo mejor. — Es bueno tener una cita consigo mismo de vez en cuando. Hay que aprovechar el tiempo que tenemos libre mientras estamos de vacaciones.

— Sí. — afirmó Jeongin, dejando el vaso a un  lado. — Bueno. Me iré a duchar.

— Bien, Jeonginnie. — a decir verdad, se sentía un poco culpable por dejarlo solo en fin de semana. — Y lo siento por haber cancelado nuestra salida ayer. Estuve pensando en eso y realmente estuvo mal.

— Ya no pienses en eso. No hay problema. — le restó importancia con naturalidad. — Quizá exageré un poco.

— Gracias. — sonrió Seungmin, acercándose a él para tocar su barriga con su dedo índice.

— Espero que te diviertas. — mencionó, sonriendo en cuanto el mayor logró tocarlo. — Una parte de mí está feliz de que te lleves tan bien con alguien que no sea yo, y otra parte de mí se siente extraño porque dejé de ser yo.

𝙋𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧𝙖 𝙣𝙚𝙫𝙖𝙙𝙖 ❄️ | HYUNMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora