Lo estrechó más entre sus brazos y lo escuchó suspirar. El sillón tan cómodo se sentía cálido, pero Seungmin percibía la piel del contrario como si hubiera estado encerrado en un refrigerador durante horas. Con la idea de que tal vez podía estar enfermo, se acercó más a él, aproximó su boca hasta su cuello y dejó un casto beso ahí.
— ¿Cómo has estado? — resonó su voz en el lugar, creando ecos que se extendieron sin cesar a su alrededor.
— Estoy cansado. — susurró el menor con sinceridad. — Antes de que sucediera . . . Sólo estudiaba e intentaba distraer mi mente para no pensar en ti. ¿Y tú? ¿Cómo estás?
Lo escuchó suspirar con calma. Entonces cerró los ojos en busca de su calor, un calor que estaba dejando de existir, incluso en su pecho.
— No estuve bien, porque alguien que cambió mi vida y me hizo sentir más vivo que nunca me dejó de un momento a otro. ¿Como te sentirías tú? — respondió con suavidad. En ese momento entrelazaron sus manos.
— Lo siento . . . Es que a ese alguien le aterraba la idea de cambiar su vida, y por eso te dijo todas esas cosas, porque no podía aceptarlas . . . no aún. — aclaró con unas repentinas ganas de llorar desconsolado.
Se aferró a él con más fuerza, cada vez con más fuerza.
— ¿Cuándo tenía planeado decírmelo ese alguien?
— Hoy . . . estaba yendo a tu auto. — contestó, y a pesar de que mantenía los ojos cerrados, un par de lágrimas escaparon victoriosas. — Quería cumplir mi promesa de quedarme a tu lado . . . Sólo debes llevarme contigo, Hyunjin.
«Seungmin, lo siento mucho . . .»
— Seungmin . . . ya deja de hacer esto. — le pidió el rubio con ternura.
«Los médicos hicieron todo lo posible . . .»
— No me pidas eso . . . Por favor. — rogó Kim entre sollozos. No quería abrir los ojos. No quería despertar de ese hermoso sueño en donde él estaba a su lado.
«Le acaba de dar un paro cardíaco . . .»
— Volveré a tí como un copo de nieve cada primera nevada . . . Cada año sin falta, cuando veas caer la nieve al otro lado de tu ventana, desearía que me recordaras . . . Ése será mi saludo y mi despedida. — le dijo cerca a su oído. Su voz le transmitía tanta paz a su corazón. — Sólo un recuerdo, y seguirás adelante, ¿de acuerdo?
«Él se fue . . .»
— No . . . No creo poder. — aseguró el menor, abrazando su cuerpo con más fuerza, hundiendo su rostro en el encuentro de su cuello con su hombro. No tenía pensado soltarlo. — Yo sólo viviré para morir y te buscaré, en donde sea.
— Seungminnie . . .
— No es un tema que se pueda discutir. Es mi decisión. Aún hay cosas que no te he dicho y vidas que quiero pasar a tu lado. Así que sigue llegando a mí como copos de nieve . . . Te esperaré cada año, y cada segundo se irá de mi vida dejándome aliviado, porque sabré que estaré más cerca de tí. — terminando de decir aquello abrió los ojos y buscó su rostro con rapidez, llevó una mano a su mejilla y la acarició con delicadeza. Acomodó sus mechones de cabello suelto y contempló su magnífica presencia como uno mira el atardecer. — ¿Me puedes sonreír?
Hyunjin le sonrió.
«Hyunjin murió»
— Te amo, Kim Seungmin. — tras declararle por última vez sus sentimientos, depositó un beso sobre sus labios. Ese toque se sintió no sólo en los labios, si no que traspasó su ser, como si hubiera llegado al núcleo de su existencia misma.
Eso es lo que él podía lograr . . . El único que podría lograr algo así.
El peli negro no pudo sonreír por más que quiso hacerlo por él. Lo único que sabía hacer era llorar, llorarle con toda su alma, cuerpo y corazón. Ya ni se preguntaba cómo es que podía haber tanto líquido dentro de su sistema.
— Un . . . mosquito — logró decir mientras evitaba hiperventilar, dejando un ligero toque bajo su ojo, señalando así su adorable lunar. Haría todo lo posible por mantener su sonrisa, aunque no fuera real. — Point . . .
— Ay, Kim Seungmin. — y otra vez esa sonrisa que formaba dos medias lunas en sus ojos brillantes, así como él.
El mencionado nuevamente rompió en llanto, lanzándose a abrazarlo, sentándose sobre su regazo mientras lo estrechaba entre sus brazos como si fuera lo más preciado que poseía en la galaxia. "Extrañarlo" era una palabra que se quedaba corta a lo que sentiría, a lo que ya sentía.
— Te amo, mi magnífico príncipe azul. — le susurró, se despidió, aspiró su aroma y entonces despertó hecho un mar de lágrimas. Observó el techo de su habitación en completo silencio, y tras unos segundos de fría soledad, sus labios formaron una pequeña sonrisa triste por el sólo hecho de recordarlo. — Te amo . . . mi eterna primera nevada . . .
¿Cómo una persona puede irse así? . . . Dejando todo atrás.
El 28 de febrero Hwang Hyunjin soltó su último aliento . . . Él se dejó llevar por un hermoso sueño compartido . . . La muerte no era mala, pero era tan dolorosa cuando tenías a alguien a quien amar.
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𝙋𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧𝙖 𝙣𝙚𝙫𝙖𝙙𝙖 ❄️ | HYUNMIN
Fanfiction❝ Nunca sabremos qué pasará más adelante, ni con quién pasaremos la primera nevada. ¿Cómo era la primera nevada? . . . Única, especial y tan . . . fugaz. ❞ Booktrailer disponible en TikTok (@its.me.nice95) ∆ Historia hecha y creada por mí ❤ ∆ No c...