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Aún apoyando su cabeza sobre el hombro ajeno, tuvo la intención de tomar la mano del menor, pero este no parecía estar dispuesto aún a hacer ese tipo de cosas con él.

Hyunjin no era el tipo de persona que hacía esa pregunta por una relación formal, ya que en cuanto se le declaraban o él lo hacía (las cuales fueron en escasas oportunidades), ya no había razón para hacer algo así. No estaba acostumbrado a ese tipo de rechazo después de haber sido sincero con sus sentimientos. No sabía cómo manejarlo y le daba miedo la idea de que a Seungmin le comenzara a gustar alguien más si no hacía algo.

— ¿Por qué te alegraste más por este sillón que por los lugares que alquilé ese día? — preguntó curioso. Era una duda que no podría mantener mucho tiempo en secreto.

— Ammm . . . No lo sé — murmuró el menor mientras miraba la iluminación de los edificios resaltar en medio de la oscuridad de la noche. — Quizá porque me tomaste en cuenta. Es decir, esto de volver cómodo mi lugar favorito en tu propia casa sólo porque es mi lugar favorito es bastante conmovedor. Y que sepas y recuerdes que realmente me gusta estar aquí es . . . — aunque le costaba decir la palabra, tomó el valor de terminar su frase con las mejillas ruborizadas. — Es romántico.

Hyunjin sonrió al escucharlo decir aquello y se sintió orgulloso de sí mismo. Si a Seungmin le gustaba que hicieran ese tipo de cosas simples pero significativas, entonces, definitivamente, se iba a esforzar en ello.

— ¿Y Jeongin ya sabe que ahora yo soy tu interés romántico? — interrogó coqueto, a lo que Kim removió su hombro para que quitara su cabeza.

Tsk! Evita decir eso en voz alta que me causa conflicto. — declaró mirándolo con una mueca. El mayor lo vio indignado.

— ¿Qué?

— ¿Cómo puedes gustarme tú y no ese hermoso ángel? — cuestionó con un tono dramático, a lo que Hwang soltó un bufido. — Debo estar loco.

— ¡Yah! — reclamó el rubio. — Soy un buen partido. Uno genial. ¡Sería un gran marido!

— ¡Wow! ¡Aigoo! — exclamó el menor casi incrédulo. — ¿A dónde te fuiste? — miró hacia arriba como si hubiera algo importante y alzó su brazo como si quisiera alcanzar ese algo. — ¡Realidad vuelve al principito! ¡La imaginación ya está afectando su cerebro! Repito — pero se calló en cuanto vio al mayor a punto de tirarse sobre él para tapar su boca, sin embargo logró evadirlo al pararse veloz. — ¡Espera! Sólo bromeaba.

Cuando Hyunjin se levantó, Seungmin comenzó a correr alarmado y el mayor no dudó en perseguirlo. Kim empezó a reírse de los nervios y se dirigió al pasillo, de donde tomó una puerta al azar que lo llevó hasta la entrada de la terraza.

— ¡Kim Seungmin!

— ¡No sabía que eras tan sensible!

Al ver que Hwang ya estaba cerca, abrió otra puerta y siguió corriendo sonriente mientras miraba hacia atrás de vez en cuando. Escuchó al rubio reír y se sintió feliz, como si hubiera vuelto a la mejor etapa de su vida, donde fue un niño alegre, sin preocupaciones reales, sin miedos y con unas enormes ganas por conocer más y más el mundo. Olvidó todo, y las cosas se pusieron mejores cuando llegó al trampolín que había olvidado que existía, y comenzó a saltar, olvidando que unos segundos atrás casi se cae de cara.

— ¡Espera, espera, espera! — le pidió a Hyunjin mientras extendía sus brazos en su dirección y lo veía acercarse decidido. — Tregua, tregua. Hay que hacer una tregua.

— La paz no es una opción — manifestó el contrario, saltando cada vez con más fuerza, cosa que dificultaba que Min pudiera mantener el equilibrio de sus saltos. — ¿En serio no crees que pueda ser un buen esposo?

𝙋𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧𝙖 𝙣𝙚𝙫𝙖𝙙𝙖 ❄️ | HYUNMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora