58 | público.

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— Te gusta, ¿o me equivoco? —masculló Nahyon, mientras miraba sus uñas.

Jungkook frunció las cejas, mirando a su alrededor para comprobar que, efectivamente, la muchacha se dirigía a él.

— ¿Perdón? —murmuró, confundido.

— Chaemyeong —explicó, dejando escapar una risita mientras rodaba los ojos—. Te gusta Chaemyeong

— ¿Es eso relevante para ti de alguna forma?

Nahyon se encogió de hombros, volviendo a sentarse en la silla a su lado para darle un sorbo al refresco en el vaso sobre la mesa a su lado. La voz de Jungkook ya sonaba irritada, y ella apenas había comenzado.

—  ¿Para mí? En lo absoluto —pronunció la rubia, regresando su mirada hasta el más alto—. Simplemente quería comprobarlo. Aunque no puedo evitar pensar en lo triste que es

Jungkook pensó en la mala suerte que debía tener para encontrarse en un edificio tan grande justamente con aquella chica. ¿Qué posibilidades había de que ambos estuvieran en la cafetería en el mismo momento? El muchacho bufó, cruzándose de brazos, porque aunque quería irse, tenía curiosidad de saber qué era lo que la otra planeaba decir.

Y ella lo sabía.

— Quiero decir... ¿No es tonto de tu parte? Chaemyeong ya está saliendo con Yeonjun, como para que tengas una oportunidad

La rubia sabía que aquello era un mentira, pero también era consciente de lo difícil que sería para el contrario saberlo. Si él no se lo había preguntado directamente a Chaemyeong jamás, él simplemente iba a creerle: después de todo, ella había estado trabajando de cerca con Yeonjun durante un tiempo, y aunque fuese una gran mentirosa, ¿cómo iba a ver venir algo así?

Aquello era ridículamente creíble, en opinión de ambos. Y Jungkook, aunque estaba confundido, fue capaz de fingir que creía que estaba mintiendo.

— ¿De qué hablas? —alcanzó a formular, mientras observaba a la muchacha a los ojos.

Nahyon sonrió, mientras se encogía de hombros y recogía sus cosas, poniéndose de pie.

— Ah, no puedes decirme que no te has dado cuenta —pronunció, con tono burlón, mientras negaba con la cabeza—. Has estado con ella diariamente durante las últimas semanas, ¿vas a decirme que, como Yeonjun, no se pasan todo el día hablando con el otro? Mensajes, llamadas cortas, ¡son inseparables! —la rubia sonrió con superioridad, mientras colocaba su bolso sobre su hombro, observando fijamente al más alto—. Creía que ya te habías dado cuenta, mi error. Debí suponer que ella no iba a decírtelo a la cara, es siempre así...

La muchacha arrugó la nariz, cruzándose de brazos, mientras analizaba la expresión del contrario. Su rostro parecía dolido, y él probablemente no sabía exactamente el por qué.

Ese era el último día de Nahyon en la compañía. Su contrato había terminado, había recogido sus cosas, había llegado a un acuerdo con su jefe, y ya tenía adónde irse a quedar mientras conseguía un nuevo empleo. Nahyon sabía que probablemente no vería de nuevo en persona a Jungkook, ni a Chaemyeong, o algún otro de los artistas ahí, debido a la manera en que habían sido colocadas las palabras en las cláusulas de su despedida.

Ya que nunca más sabría nada de aquellos, entonces simplemente comprobaría qué tan lejos podría llegar su última mentira. No le importaba si luego él iba a preguntarle algo a Chaemyeong y ella le decía la verdad, tampoco le importaba lo que él sintiera o pensara entonces. Simplemente quería intentar encargarse de que ninguno de aquellos dos fuera capaz de estar con el otro.

❜ Big Hit's Soloist ── BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora