❜ Big Hit's Soloist ── BTS

88 | de los que me dejaste caer.

Después de pasar unas cuantas horas en su habitación, forzándose a ignorar aquel mensaje que ella había visto más de una decena de veces, supuso que la solución a su ansiedad era responder.

Sus dedos teclearon con rapidez una respuesta vaga, esperando no recibir una respuesta hasta el día siguiente.

Pero Jungkook había contestado.

"¿Crees que podamos salir hoy?"

No, pensó, negándose a volver a ver aquel par de ojos que sabía que le gustaban tanto. No quería hacerlo, porque tenía miedo de que la realidad fuera su pesadilla.

De cualquier forma, necesitaba pellizcarse y despertar.

Fuera el resultado que fuera, ella necesitaba escucharlo. Incluso si sus palabras la lastimaban y su corazón se ahogaba; Chaemyeong necesitaba saber la verdad. Y era ahora o nunca. Jungkook estaba dispuesto.

La castaña se había vestido de negro porque aquella salida tenía olor a funeral. Se había preparado para ver aquel rostro que sabía que le gustaba como si fuera una tortura en lugar de un placer. Y se había forzado a no tener sentimientos mientras le hablaba esa noche.

Pero había sido en vano.

Jungkook le gustaba lo suficiente.

Por eso, cuando se encontró con él de frente en aquella mesa en el restaurante al que tanto habían asistido juntos, había sentido cómo flaqueaba al ver su rostro.

Sin embargo, seguía siendo una buena actriz.

Jungkook la saludó con la mano y sonrió levemente, así que ella lo imitó. Jungkook le habló casualmente, así que ella lo imitó. Jungkook seguía revisando su celular cada cierto tiempo, así que ella lo aceptó.

Quizá la pesadilla siempre había sido la verdadera.

Y luego de unas pocas horas, y unos pocos tragos, Chaemyeong se había llenado del valor suficiente para preguntar:

- Escuché que estabas viéndote con Eunbi. ¿Es verdad?

- Ah, sí... Pasaron muchas cosas mientras no estabas. Trabajamos juntos por un tiempo y comenzamos a hacernos cercanos eventualmente.

Chaemyeong dudó, antes de pronunciar:

- Ah...

¿Así que así sonaba un corazón roto?

Toda la poca ebriedad en su sistema se esfumó cuando aquellas palabras cayeron sobre sus hombros como un balde de agua fría. Pero se había negado a mostrarse susceptible. Si él era tan fuerte al hablar, ella no iba a mostrar ni una señal de que su sonrisa ahora era fingida.

- ¿Qué tal todo? Fuiste alrededor de todo el mundo, ¿fue divertido? -la necesidad del mayor por cambiar de tema pareció algo obvia para Chaemyeong. Pero ella prefirió no mencionarlo.

Ya no estaba segura de qué quería mencionar.

- Sí. Presentarnos fue agradable. Me gustó conocer otras culturas -susurró, mirando el rostro del mayor.

Una sonrisita se plantó en los labios del contrario, y Chaemyeong no tenía idea de si realmente quería verlo sonreír ahora.

No ahora, cuando ella solo quería llorar.