❜ Big Hit's Soloist ── BTS

87 | en tus brazos...

Un día después, Chaemyeong había regresado al aeropuerto por la madrugada. Estaba de camino a Estados Unidos, recordando de manera vívida cada detalle en las palabras de Yeonjun. Cada segundo que cerraba los ojos, podía ver la mirada del mayor de nuevo.

Pero necesitaba dejar de pensar en eso, o sino iba a desfallecer.

Mientras observaba cómo su rostro era maquillado en el espero frente a ella, el recuerdo vago de la única vez que pudo ver a Jungkook en esos cortos días de descanso regresó. ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué se veía tan apurado? Sus ojos apenas de habían levantado de su celular y su atención, aún mientras la miraba, no se había movido de su celular. ¿Con quien hablaba? ¿Qué le había dicho a Taehyung, para que él le hiciera aquella extraña petición?

Chaemyeong había extrañado a Jungkook, por supuesto que lo había hecho. Pero luego de aquella impresión, de la falta de expresiones en su rostro al verla por primera vez en semanas, no estaba segura de que el sentimiento fuera recíproco. ¿Qué había pasado? ¿Por qué había cambiado?

Quizá él se había cansado de esperar.

¿Era aquello posible?

Quizá sus dudas le habían cansado.

Aquella noche, dió su primer concierto en California, y mientras cantaba recordaba que todos los momentos buenos detrás de sus canciones felices se esfumaban tan rápido solo para dar paso a todos los momentos tristes que la obligaban a buscar momentos felices para escribir sobre ellos. Cada segundo sobre el escenario, la alejaba de la realidad. Pero cada segundo detrás de él, le recordaba que seguía sufriendo y su vida aún no se solucionaba.

Al bajar del escenario y dirigirse a su camerino, todo lo que deseaba era volver a ver a Hwanyong. Así que se había encargado de mostrar a su nueva manager que no era bien recibida; negándose a sus propuestas y tardando en todo lo que le asignaba. Aunque su empresa recibiera quejas sobre su actitud, ¿a ella qué le importaba?

Si ellos jamás habían hecho lo que ella necesitaba, ella no haría lo que ellos necesitaban.

— ¿Qué tal el concierto de hoy? —Mihee daba vueltas por la cocina mientras la cámara de su celular seguía apuntando hacia ella. Chaemyeong, al otro lado de la videollamada, se limitaba a seguir acostada sobre su cama sin siquiera ver su celular.

— Supongo que estuvo bien. El público en Estados Unidos es bastante inconsistente. Cantan a todo pulmón una canción y luego hacen parecer la siguiente como si no hubiera nadie en el estadio —la menor rió levemente—, escuché tu nueva canción, es bastante buena

— Sí, creo que es buena también —Mihee arrugó la nariz, para acercarse a su celular—, ¿estás en el hotel? ¿Hay alguien contigo?

— Sí, estoy sola. Creo que estoy por ir a dormir

— Hay algo de lo que aún quiero hablar contigo...

— ¿Qué? —Chaemyeong se incorporó, buscando el rostro de su amiga en la pantalla de su celular—, llevamos hablando dos horas de tonterías, ¿y hasta ahora recuerdas que hay algo que quieres decir?

La pelirroja sonrió, asintiendo. Chaemyeong suspiró, esperando a que la contraria se decidiera a hablar.

— Estuve en el edificio de HYBE hoy, hablé un rato con Soobin. Al salir encontré algo...

Bae frunció las cejas, mirando a la mayor con algo de confusión.

— ¿Qué es?

— Conoces a Eunbi, ¿cierto? —susurró, tomando su celular mientras iniciaba una caminata hasta su habitación. Chaemyeong observó la pantalla de su celular, analizando el rostro de su amiga—. Jung Eunbi... Eunha.