90 | promesa rota.

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Apesar de que se lo habían negado, Chaemyeong había insistido. Y lo siguió haciendo hasta que obtuvo lo que quería.

Chaemyeong no dejaría que aquella mujer que pretendía reemplazar a Hwanyong tuviera un sólo segundo donde pareciera que hacía bien su trabajo. La empresa se estaba dando cuenta: las cosas con aquella mujer no estaban funcionando.

El equipo no se daba cuenta de si se trataba de Chaemyeong o de la mujer, pero alguien estaba evitando que las cosas salieran como ellos querían y por supuesto que no les gustaba.

El CEO era calculador y quería tener todo bien hecho. Se habían acostumbrado a mover todos los hilos y que las cosas quedaran de la forma en que deseaba, en el instante en que quería. Así que cuando su marioneta preferida comenzó a despertar, comenzó a sentirse amenazada.

Kaem había comenzado a publicar en su cuenta de Instagram por su cuenta y hacia salas en Twitter. Se aseguró de conseguir que todo el público se diera cuenta de la diferencia entre ella y el staff, y aprovechó cada segundo libre para hacerle saber al público qué estaba sucediendo. Incluso informaba sobre lo que estaba haciendo, en el instante en que lo hacía, apesar de que se lo habían prohibido.

Las cosas se estaban saliendo de control.

Chaemyeong manejó los horarios que más le gustaban y se limitó a hacer lo que realmente le gustaba. Se negó a aparecer en negocios que no le llamaban la atención y se aseguró de hacer parecer a su mánager como la culpable de su rebeldía.

"¿Por qué no fuiste a la práctica?" "Mi mánager no fue por mí", "debías estar en la grabación hace dos horas", "¡no sabía que había grabación hoy!".

Y la mujer explicaba, reunía información y repetía, que era Chaemyeong haciendo berrinches y que ella no era culpable.

Pero Chaemyeong había vendido un millón de copias en la pre venta de un calendario, y a su empresa le gustaba el dinero, su voz, y el revuelo que cada fotografía que publicaba hacía en las redes sociales.

Estaban a sus pies.

Chaemyeong no podía trabajar en su música, y habían rechazado más de diez canciones de nuevo. Ese mes, incluso, había sido invitada a presentarse en una pasarela y a presentar una canción con una popular artista extranjera.

Pero Chaemyeong había decidido que pondría condiciones.

— Sí, quiero viajar a Estados Unidos para trabajar como me lo proponen. Pero necesitaré otro mánager

Esa era su última oportunidad. Si no obtenía lo que quería, simplemente no se movería. 

¿Qué iban a hacer? ¿Despedirla?

Chaemyeong sonrió, con tan solo la idea en su mente.

Después de todo, irse de ahí era lo que quería.

— ¿Otro mánager?

— Sí. Mi relación con mi mánager actual es bastante complicada. A ella no le agrado, y ella no me agrada. Se ha negado a colaborar con algunas de mis agendas y también ha evitado ayudarme en eventos generales. Lo saben, ¿no?, todas las quejas llegan a ustedes de una forma u otra —jugaban al gato y al ratón—. Si no puedo recibir otro mánager, entonces no voy a viajar —dependiendo de quien las viera, ella sería el gato o el ratón—. Es imposible hacer viajes largos y eventos donde solo cuento con ella. Así que... Esa es mi condición —ciertamente, Big Hit era un gran ratón para ella.

— Bae Chaemyeong —el CEO suspiró, cruzando los dedos mientras se apoyaba hacia el frente para ver con mayor claridad a la menor—. Hemos permitido muchos de tus caprichos porque te has vuelto una artista bastante importante para la compañía. Hay pocas personas capaces de hacer que todos los ojos estén en ellas con tan solo un click, y tú lo haces con facilidad. Quisiera aprobar tu capricho una vez más, pero sabes que no es posible.

❜ Big Hit's Soloist ── BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora