❜ Big Hit's Soloist ── BTS

41 | vida. (I)

— ¿Por qué tienes tanta prisa? ¿Hayeon? —Chaemyeong no era capaz de seguir el ritmo de la mayor. La muchacha rubia bajó del automóvil en cuando éste de detuvo, comenzando una carrera hasta el interior del edificio sin siquiera esperar a que sus dos acompañantes fueran capaces de reaccionar.

Chaemyeong intercambió miradas con el muchacho pelinegro a su lado antes de bajar también del auto para seguir a la mayor.

No reconocía el lugar por más que lo intentaba. La zona se le hacía familiar, pero no era capaz de darle un nombre. ¿Qué hacían ahí, y por qué Hayeon se comportaba como lo hacía?

La mayor había corrido hasta el ascensor, y mientras esperaba que el mismo llegara continuaba dando caminatas en pequeños círculos alrededor de la puerta. Chaemyeong llegó finalmente a su lado, hablando de inmediato:

— ¿Qué fue lo que escuchaste? No lo entiendo, ¿por qué te comportas así? ¿Quién está aquí?

— Mel, Chae —respondió, deteniéndose repentinamente para ponerse de pie frente a la más bajita—. Mel, eso pasa

Las cejas de la pelinegra se fruncieron, mientras el ascensor finalmente llegaba y ambas ingresaban de inmediato.

Hayeon tocaba con fuerza y enojo los botones, gritándole al tercer piso para que, según ella, finalmente llegaran a él y fuera capaz de salir de ahí.

— ¿Qué sucede con Mel? —susurró Chaemyeong, su voz estaba a punto de romperse mientras continuaba observando a la mayor, a su lado, cargada de ansiedad.

Hayeon no respondió.

Las puertas del ascensor se abrieron, y la mayor corrió a través de ellas para dirigirse a la puerta que recordaba bien.

Sus manos, temblorosas, buscaron la copia de la llave del apartamento en su bolsillo para después abrir la puerta de manera poco eficiente. Chaemyeong no entendía qué estaba sucediendo, pero su cerebro tenía toda clase de ideas que añoraba eliminar.

Apesar de su fé, cuando la puerta finalmente se abrió, fueron capaces de verlo.

La mayor fue la única capa, de reaccionar; sus pies corrieron hasta el interior del lugar y sus rodillas se estamparon contra el suelo mientras comenzaba a gritar.

Chaemyeong, ciertamente, no podía creer lo que realmente estaba viviendo.

Dos semanas antes.

— Mañana es mi cumpleaños, y solo tenemos un día libre, así que quiero salir al parque con ustedes —la voz de Beomgyu interrumpió la conversación de los demás miembros, mientras colocaba una botella nueva de refresco en el la mesa frente a ellos y tomaba un asiento en el sofá de la sala de prácticas.

— Invitemos a Chaemyeong para que Soobin no sea la única niñera —murmuró Kai, dándole una mordida a la galleta en sus manos. La atención de los demás se dirigió a él de inmediato—. ¿Qué? Todos sabemos que necesitamos un mediador cuerdo

— Sí, apoyo la idea —pronunció Taehyun.

Los otros dos se mantuvieron en silencio mientras los menores continuaban haciéndose ideas sobre qué hacer el día siguiente. Las cosas ya estaban casi dadas por hecho, y ellos estaban esperando con emoción para que la noche cayera y pudieran ir a dormir.

— Aún... ¿No le dijeron nada a Chae? —murmuró Soobin, mientras terminaba de guardar sus cosas para salir de la sala de prácticas—, quiero decir, está preparándose para regresar ya. ¿Y si está ocupada?