❜ Big Hit's Soloist ── BTS

82 | en el cielo estrellado.

Apesar de que le habría gustado hacerlo, no había tenido tiempo para despedirse. Sus preparativos para el tour habían sido cansados y de muchas, muchas horas: después de decirle a su abuela que tuviera cuidado y pedirle a Minhee que la visitara cada cierto tiempo, Chaemyeong se vió obligada a partir en un viaje con demasiados destinos. Sus pies se sentían débiles y sus ojos apenas podían distinguir la luz de la oscuridad, mientras observaba a través de la ventana cómo el lugar donde había nacido se quedaba detrás de ella. 

Después de el primer show en Corea, que se había llenado a más no poder, y un segundo que inauguraba su tour, Chaemyeong había partido a su primer destino: Japón. 

Todas las horas de práctica y ensayo habían provocado que sus piernas se volvieran delgadas y sus ojos se vieran cansados. Chaemyeong quería continuar, solo porque cada noche que se presentaba, volvía a sentirse como si el mundo se reiniciara y los reflectores la llenaran de vida. Sus ojos recorrían cada facción en el rostro de su público, como si intentara recordarlos a todos, y cantaba a todo pulmón cada una de las canciones que había preparado. Saltaba y corría por el escenario, bailaba y hablaba con el público: por fin estaba viviendo todo aquello por lo que había firmado el contrato. Aún mientras cantaba aquella balada tranquila, sentada en el suelo, al lado de sus bailarines, sentía como si el tiempo se hubiese detenido, como si todo lo malo hubiera desaparecido y todo lo bueno ahora fuese su realidad; no había nada mal, todo estaba bien. No había tristeza, solo era ella, el público que gritaba su nombre, y sus amadas canciones. 

Aquella noche, era la última en Japón. 

Su piel aún vibraba al recordar de manera vívida como todas las voces de miles de personas repetían a su lado el coro de su más reciente canción. Sin darse cuenta, había una sonrisa en su rostro de nuevo. 

Su atención regresó a su celular, viendo cómo todo lo que había en sus redes sociales eran personas alabando su último show. 

Y entonces, lo recordó: ¿cómo habrá estado Jungkook? 

Aunque le pesaba aceptarlo, todos esos días ahí, la habían hecho olvidarse de él por completo. Apenas habían sido unas semanas, pero ella no había pensado en él (ni nada que lo involucrara) en lo absoluto. 

Su rostro se volvió neutro. 

Aún se sentía confundida y asombrada. A pesar de que a su lado se sentía tranquila, ella no podía evitar pensar que cada vez que intentaba sentir algo más, su corazón simplemente lo rechazaba. 

¿Qué era aquello realmente? ¿Por qué se sentía tan extraña? 

Cada vez que se veía con Jungkook se sentía en el paraíso. Pero luego de varias veces en que se habían besado, se sentía más y más confundida. 

— Se supone que te gusta, ¿no? —repitió Mimi—, te gusta Jungkook. ¿Verdad?

¿Le gustaba realmente?

Ahora que había pasado tanto tiempo sin verle (y dirigiéndole apenas los mensajes necesarios), no estaba segura de qué era lo que sentía. 

Había salido con varios chicos en el pasado, pero jamás se había sentido con ellos como con Jungkook. Pero, ahora que la línea entre lo bueno y lo malo de aquello era borrosa, no tenía idea de qué era lo que significaba realmente. 

¿Le gustaba Jeon Jungkook?

Sus ojos se alejaron de la pared frente a ella, cayendo una vez más en su celular, y topándose (casi como por obra del destino) con otro fragmento de video donde se encontraba con Jungkook en aquel festival al que habían asistido juntos. 

Todos lo aclamaban y celebraban.

Si al público le gustaba verlos juntos, ¿qué tan bueno era?

No estaba acostumbrada a ser apoyada y bien recibida por el Internet. No solía siquiera revisar su nombre en redes sociales porque siempre se encontraba con veinte líneas de conversaciones en las que era la villana. Estaba acostumbrada a ser la enemiga pública, y por eso, al verse bien recibida y apoyada por las personas en sus conciertos, y al encontrarse con gente aceptando y aclamando su relación (que no existía, pero todos aseguraban que sí) con Jungkook, no estaba segura de qué era verdad y qué era mentira.